No sirve poner de excusa al árbitro. Se entienden la queja y el fastidio por el penal (clarísima mano de Espínola) que Bassi no vio. Más cuando se la hace en caliente y sin el necesario tiempo de reflexión. No sirve tapar Äechándole la culpa al árbitroÄ la mala actuación de Colón, sino desnudarla y esperar que en la aceptación de los defectos y carencias se pueda encontrar el rumbo que se ha perdido en los últimos partidos.
No hubo otro técnico que haya metido tanta mano dentro del equipo como el "Turco" Mohamed. Arrancando desde sus "logros reconocidos", cuando sacó del ostracismo a Chitzoff para hacerlo jugar de carrilero por derecha o por izquierda, en forma indistinta y hasta cambiándolo dentro de un mismo partido, y siguiendo por Rivarola, a quien lo reinventó de doble 5.
Estas decisiones Ävarias de ellas, arriesgadas, y en momentos críticos, como el final de la temporada anteriorÄ fueron valoradas y elogiadas. Se notó que Mohamed tenía un buen ojo y encontraba excelente respuesta en los jugadores para cambiar y mejorar. Así empezó esta temporada, dejando también en claro que se iban a tener que "hamacar" para ganarle a su equipo. Colón no lucía, no llenaba la vista, no era un equipo lujoso y lejos estaba de serlo; pero brindaba una imagen sólida, compacta y de una entrega irreprochable. Hoy, todo eso se desbarrancó; ya Mohamed no parece acertar con lo que intenta y, lo que es peor, el equipo ha perdido lo más sólido y contundente que parecía tener.
Cuando terminó el partido con Huracán, el "Turco" dijo: "Hay que volver a las fuentes". Uno allí pensó: 4-4-2, máxime sin Garcé en el equipo. Sin embargo, ese "volver a las fuentes" se convirtió en la ratificación de un esquema que, según el propio técnico lo dijo, es el que prefiere: 3-5-2. Está claro que, sin Garcé (el más rápido y tiempista que tiene en el plantel) y con un rendimiento individual tan bajo de Aguilar y Crosa, es imposible jugar con tres sin sufrir. Allí hay un aspecto en el que el "Turco" falló a la hora de armar el equipo para jugar con Arsenal. Y, después, la confusión con la cual jugó el mediocampo durante todo el primer tiempo. Porque, con 5 volantes, Colón no hizo nada bien: ni atacar, ni defender ni tener la pelota.
Colón salió totalmente abierto y "regalado" a jugar el segundo tiempo. Regalado, porque con un "5" extrañamente perdido y con poca contención (Capurro), más dos volantes laterales como Romero y Oyola (que no se destacan precisamente por la marca), el equipo quedó abierto y dependiente de lo que pudiese hacer la extrema defensa. Y ese sector Äel defensivoÄ fue, por lejos, el peor del equipo ayer en Sarandí.
Pero había que arriesgar y, por eso, el "Turco" metió desde el arranque a Lucas Acosta y a Ramírez: un enganche y tres delanteros. Y el equipo empezó a atacar, desordenadamente, con muchos centros, con pocas ideas, pero al menos se vislumbró un cambio de actitud que no decayó a medida que llegaban las adversidades (los otros dos goles de Arsenal, la pésima labor defensiva y la equivocación de Bassi al no ver una clara mano de Espínola adentro del área).
Eso sí, en algún momento lo tuvo que poner a Prediger para que ayudara a Capurro, porque en el entretiempo lo había sacado a Falcón (no era el peor de los volantes). Y el equipo había quedado totalmente desprotegido y sin marca en ese sector, trasladándole más problemas a una defensa que era incapaz de resolver sólo uno.
Mohamed le dijo que sí a Colón en un momento complicadísimo; no necesitaba dirigir (ni por dinero ni por desesperación) y hasta podía darse el lujo de esperar, en este alborotado fútbol argentino, la posibilidad de dirigir a un equipo más desahogado. Asumió y, al segundo partido (contra Independiente, en la cancha de Racing), tenía al equipo en zona de descenso directo. Mostró sus dotes de técnico, se la "jugó", fue avezado, lo equilibró, le cambió la cara y lo salvó del descenso y la Promoción. Se ganó el cariño y el respeto de la gente.
Hoy está frente a una situación complicada. Con dos cuestiones a tener en cuenta: la primera, que hace varios meses que está en Santa Fe y fue el que armó el equipo; la segunda, que todavía cuenta con el reconocimiento de la gente y con resultados que, en cierta manera, lo siguen avalando, inclusive con aire para llegar a esos 24 ó 25 puntos que necesitaría en esta primera parte de la temporada.
Van cinco partidos en el estadio Julio Humberto Grondona y en ninguno pudo ganar Colón, acumulando tres derrotas consecutivas en las últimas tres presentaciones.
El primer partido en esa cancha, luego de una victoria de Colón sobre Arsenal por 3 a 2 pero en cancha de Lanús, donde hacía las veces de local el equipo de Sarandí, fue el 25 de agosto de 2004, con Basile como técnico de Colón. Ese día, el equipo empató 0 a 0 y se recuerdan aquellas declaraciones del técnico rojinegro: "Muchos equipos juegan como el culo pero ganan; cuando encuentre el equipo, empezaremos a ganar".
El segundo partido fue el 11 de marzo de 2006, con Bauza de entrenador, y el resultado final fue 1 a 1. En Colón, ese día, atajó De Olivera.
El tercer partido en Sarandí se jugó el 21 de octubre del mismo año, con Falcioni de técnico, y ganó Arsenal 2 a 1. Uno de los goles lo hizo Valdemarín (para Arsenal), en tanto que en Colón fue expulsado Imhoff.
El otro cotejo tuvo lugar el 10 de agosto del año pasado y ganó Arsenal por 2 a 0, con Astrada como entrenador de Colón.
En consecuencia, sobre 15 puntos en disputa en Sarandí, Colón sólo recogió dos a través de los sendos empates de los primeros encuentros.
Hablando de rachas, el equipo de Mohamed acumula sólo 4 puntos en los últimos 18 que disputó, producto de cuatro empates y dos derrotas en los últimos seis partidos.
Cancha: Arsenal.
Árbitro: Gustavo Bassi.
Arsenal: Cuenca; Espínola, Brau, Mosquera y Cristian Díaz; Carrera, Casteglione, Carabajal y Yacuzzi; Jara y Leguizamón. A.S.: Campestrini. Estuvieron en el banco: Báez, Pérez, Sachetto. D.T.: Daniel Garnero.
Colón: Blázquez; Aguilar, Crosa y Goux; Romero, Falcón, Capurro, Oyola y Torres; Valdemarín y Fuertes. A.S.: Pozo. Estuvieron en el banco: Candia, Garnier y Sciorilli. D.T.: Antonio Mohamed.
Gol en el primer tiempo: a los 25 m Mosquera (A).
Goles en el segundo tiempo: a los 16 m Yacuzzi (A), a los 25 m Ramírez (C), a los 41 m Gómez (A) y a los 44 m Fuertes (C).
Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Acosta (C) por Torres y Ramírez (C) por Falcón; a los 18 m Prediger (C) por Romero; a los 29 m Gómez (A) por Jara; a los 33 m Contreras (A) por Carabajal; a los 40 m Mattos (A) por Leguizamón.
Amonestados en Colón: Torres, Valdemarín y Fuertes.
No hubo reserva
Por pedido de Arsenal, no se disputó ayer el encuentro de reserva entre ambos equipos, el cual fue pactado para el miércoles que viene, a las 15.30, en cancha de Arsenal. El estado del campo de juego se presentó impecable y, posiblemente, el pedido de Arsenal se debió a la gran cantidad de partidos que viene jugando el equipo en los últimos tiempos, y que obligó a Garnero a utilizar gran parte del plantel, incluidos aquellos que juegan en reserva.
La filial Buenos Aires
Se está trabajando en la reorganización de la filial Colón en Buenos Aires. Ayer, por ejemplo, muchos de los actuales 140 integrantes, estuvieron presentes en la cancha de Arsenal, dándole un buen apoyo a Colón (había más de 400 hinchas rojinegros). La idea es convocar a la mayor cantidad posible de hinchas sabaleros diseminados por Buenos Aires y, para ello, brindan este teléfono para evacuar consultas: 49118308. Dicen que la idea es que se hagan socios del club (está a 30 pesos la cuota) y que recibirán una entrada gratis para ver un partido por mes del equipo en Buenos Aires.
Enrique Cruz (h)