Area Metropolitana: AREA-02
Consejos de la policía a chicos ciegos de la Escuela Manzitti
"Si les roban, no hay que resistirse ni desesperarse"
Un grupo de chicos ciegos, sus padres y docentes recibieron consejos por parte de la policía. La mayoría teme por la seguridad de sus hijos, a los que ven más vulnerables. Desde la escuela les enseñan a ser independientes y a manejar las herramientas para llevar una vida normal.

De la redacción de El Litoral

"¿Alguno de ustedes sabe lo que son las normas?", preguntó Daniela Frioni, terapista ocupacional de la Unidad Regional 1. "Cosas que hay que cumplir en la vía pública, en la casa y en la escuela", respondió Bruno de 11 años. "¿Por qué hay que cumplir las normas?", continuó la terapista. "Porque, si no, todo sería un lío". Así empezó la charla que dio la policía a un grupo de chicos ciegos, padres y docentes de la Escuela N´ 2075 E. Manzitti.

"Queríamos tener un acercamiento con un servidor público porque los chicos ciegos y de baja visión empezaron a hacer recorridos independientes, entonces queríamos que supieran en qué puede ayudar un policía ante una situación de riesgo o a quién recurrir ante alguna duda", relató Karina Benedetti, docente del área de orientación básica y movilidad de la escuela.

Más miedo

Si cualquier padre teme por la seguridad de sus hijos, esta preocupación se incrementa cuando se trata de personas no videntes. "Me da mucho miedo que ande sola por la calle. Pero ya tiene 14 años y quiere ir al centro. Trato de que siempre salga con amigos, pero a veces está con compañeros de la escuela que no conozco. Siempre lleva el celular, pero nunca tiene crédito, así que me preocupa saber cómo hace para avisarme si le pasa algo", relató una de las mamás.

En tanto, los chicos también expresaron sus temores. "Me da miedo caerme y lastimarme", dijo Camila. "Cuando voy a bailar, tengo miedo de que me pongan droga en la bebida", contó Florencia. "Me dan miedo los autos, que me choquen", dijo otra de las nenas.

Ser independientes

Los chicos contaron los consejos que les dan padres y maestros, como no andar solos de noche, tener cuidado con los autos, no hablar con extraños, no aceptar bebidas de desconocidos. ""No salgás a ningún lado y no abrás la puerta', me dice mi mamá cada vez que me deja en casa", relató Camila.

Si bien a la mayoría le preocupa que sus hijos ciegos salgan solos a la calle, desde la escuela se trabaja para que ellos puedan ser independientes. "A pesar de su dificultad y de los peligros, los chicos tienen que ser independientes, salir a la sociedad y tener una vida normal porque cuentan con las herramientas, como el bastón para manejarse", señaló la docente Benedetti.

En este sentido, desde la escuela se realizan recorridas por el barrio, visitas a los negocios y les enseñan a los chicos a comprar y cocinar.

Trabajar con el tacto

En el marco de esta charla también estuvo presente el jefe de Buzos Tácticos de la policía, Sergio Sosa. "Nosotros trabajamos en el agua; cuando descendemos 10 cm la visibilidad es nula, por lo que tenemos que desarrollar el tacto y la imaginación para hacer nuestro trabajo", comenzó explicándoles a los chicos.

Sosa diferenció el temor del miedo y del terror. Sobre el temor aseguró que "es una condición natural del hombre a lo desconocido". En tanto, el miedo tiene que ver con la "sensación de inseguridad; es un temor más elevado que activa los mecanismos de defensa". Por último, el terror "hace que uno pierda el control".

En este sentido, explicó que ante una situación que nos genera pánico Äcomo un asalto o cualquier emergenciaÄ "lo primero que hay que hacer es controlar la respiración, liberar tensiones, no perder la calma y pensar".

Experiencia directa

Los chicos pudieron conocer a través del tacto los elementos de trabajo de un policía. Algunos hasta se probaron el chaleco antibalas, los protectores de rodillas y el casco. Otros subieron al patrullero y todos se sorprendieron al escuchar la sirena.

Recomendaciones

Alejandro Rodríguez y Oscar Gallegos, de relaciones policiales explicaron que ante una emergencia tienen que llamar al comando radioeléctrico (101) o a la comisaría del barrio, presentarse -dando su edad, nombre y dirección- y decir qué es lo que pasa.

Además, se les explicó a los chicos que "en la calle se pueden acercar personas con buenas intenciones que los quieren ayudar, y otras veces no". En primer lugar se les recomendó alejarse de las personas alcohólicas, a las que pueden reconocer por el olor y porque no hablan con normalidad.

También se les detalló la diferencia entre robo y secuestro: "Si alguien los quiere robar, no hay que resistirse ni desesperarse y tienen que entregar lo que les piden. La vida de cada uno vale más que una mochila o un par de zapatillas", remarcaron una y otra vez.

"En caso de que los tironeen o los quieran meter en un auto, tienen que gritar". En este sentido, recomendaron -no sólo para personas ciegas, sino para todos- tener un silbato en el bolsillo. "Muchas veces por el pánico, uno no puede gritar, se queda sin voz; si tiene un silbato puede llamar la atención".

Otra estrategia que les enseñaron a los chicos es que si están solos y se les acerca alguien, decir que está esperando al padre o al hermano. "De esta manera si alguien les quiere hacer algo, va a creer que en cualquier momento puede aparecer otra persona", concluyeron desde la policía.