La argentina María del Carmen Potenza no pudo alcanzar el título supergallo del Consejo Mundial de Boxeo al ser vencida por puntos en 10 rounds en fallo unánime por la campeona, la mexicana Jackie Nava, en una pelea disputada en la madrugada de ayer en la ciudad de Aguascalientes, en el centro de México. Desde que sonó la campana, Nava tomó el control de la pelea, tirando golpes con mucha velocidad y precisión ante la aguerrida peleadora rosarina, quien aguantó con entereza los jabs de izquierda y los certeros ganchos que le fueron minando las fuerzas.
Potenza puso mucho coraje, pero no tuvo variantes ni la cuota de boxeo necesaria para superar a la avezada peleadora mexicana que en todo momento cambió de perfil para no darle blancos fijos a su impotente rival. La argentina sólo lució mejor que la boxeadora local en el décimo y último asalto, cuando conectó fuertes golpes a la mexicana, quien sin embargo se recuperó rápidamente.
Los jueces vieron ganar a Nava con estos guarismos: dos coincidieron en 99 a 91, y el restante 100 a 90. Con esta victoria, la mexicana, quien perdió su corona supergallo en 2006 ante la jujeña Alejandra "Locomotora" Oliveras, mejoró su récord a 19-2-2, con 10 nocauts, mientras que la rosarina Potenza cayó a 4-8-1.
El mexicano Ulises Solís conservó el título minimosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), al vencer por decisión unánime al nicaragüense Nerys Espinoza, en combate celebrado en la ciudad mexicana de Aguascalientes.
Luego de los doce rounds, las tarjetas de los jueces favorecieron al "Archie" Solís por 115-109, 117-107 y 117-108.
En el inicio de la contienda, Solís sufrió un corte en el párpado izquierdo, consecuencia de un cabezazo que le asestó Espinoza, pero el mexicano se desquitó en el tercer episodio al mandar al retador a la lona tras una combinación al rostro.
El pugilista centroamericano volvió a visitar la lona en el noveno asalto, luego de un cruzado de derecha de Solís, quien en los últimos tres capítulos se dedicó a conservar la ventaja sobre el nicaragüense.
A lo largo del combate, Espinoza tiró algunos golpes prohibidos ante la complacencia del referee estadounidense Robert Byrd. "Mi rival resultó un hueso duro de roer porque no lo pude tumbar, a pesar de que lo tuve muy cerca de la lona muchas veces y me preocupé un poco por el cabezazo que me dio. Pero, gracias a Dios, logré dominarlo y sólo faltó que lo noqueara", dijo Solís al término de la contienda.