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análisis

¿Es el campeón?

Daniel Monticelli

Aquí, los pilotos no tienen nada que ver. Me parece una obviedad recordar que Guillermo Ortelli no necesita de nada ni de nadie para consagrarse campeón en cualquiera de las categorías que ha intervenido hasta el momento, sobre todo en el TC. Es uno de los mejores corredores de los últimos tiempos. Hasta antes de la corona de ayer, “Guille” había logrado cuatro títulos de TC y a temprana edad. Entonces, ¿por qué la pregunta? Es que en este automovilismo nuestro de cada día, los que mandan son otros (en este caso la ACTC), y cuando todo indicaba que restando algunas fechas para la finalización del calendario, Juan Manuel Silva se encaminaba hacia un seguro título del Turismo Carretera, se cambiaron las reglas del juego. Se “fabricó” una “Copa de Oro” —también mal llamado “play off”—, donde a falta de cinco fechas, los doce mejores del campeonato hasta ese momento disputarían un minitorneo del cual el mejor resultaba campeón.

Pero, ¿y lo hecho por Silva y su equipo no valió? (alguno va a decir: “Sí, 300 mil pesos y 7 puntos para comenzar la Copa”). Si uno mira lo que ellos llaman el campeonato regular se dará cuenta de inmediato que el que más puntos sumó a lo largo de la temporada fue... ¡Juan Manuel Silva!

Esta añeja y folclórica categoría no necesita de ningún “ingrediente extra” para que su gente la siga. Se ha dicho y escrito muchísimo acerca de por qué el público acompaña al TC y se llega a una conclusión habitual: los fenómenos populares no tienen una explicación lógica. Es así.

Aquí no se trata de estar a favor o en contra de Ortelli o de Silva —o de Chevrolet y Ford—, ni mucho menos de defenderlos o atacarlos, porque ellos no tienen la culpa. Pero la verdad es que cuando el “Pato” Silva manifestó en el podio: “Que festejen tranquilos los de Ford; la gente sabe quién es el campeón del TC”, desde mi punto de vista, el chaqueño tiene razón: todos sabemos quién es el campeón 2008 del TC.

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