La participación en la Justicia Comunal

José Caballeri (*)

José Ingenieros, en su obra “Las Fuerzas Morales” manifiesta, que el mayor obstáculo al progreso de los pueblos es la fosilización de las leyes; si la realidad social varía, es necesario que ella experimente variaciones correlativas. La Justicia no es inmanente ni absoluta; está en devenir incesante, en función de moralidad social... En la sociedad carcomida por la injusticia los hombres pierden el sentido del deber y se apartan de la virtud... Las reivindicaciones de la comunidad y de sus valores necesitan de prácticas sociales concretas que posibiliten la inserción de ciudadanos “comunes” sin distinciones de índole burocrática como las que podrían identificarse en ciertos decretos autolimitantes, desconociendo así las leyes y la mismísima Constitución, que por el contrario, prefieren mantenerlos a distancia de los mecanismos de regulación y administración, en este caso, de la Justicia Comunal. El sistema jurídico de nuestro país se orienta según criterios de índole positivista, cuyas inspiraciones radican en el afán de objetividad y racionalidad. Estos criterios que, por un lado, regulan la práctica jurídica, a través de sus marcos burocráticos y demás, evidentemente resultan necesarios; pero, por otro lado, son los que conspiran contra una mayor participación ciudadana, contra los legos del sistema y nuestra provincia no quiso quedar al margen, a pesar de que la ley avala estas figuras. Si valores tales como la confianza, la cooperación y, por qué no, la eficacia, son los que pueden colaborar en la reformulación de la praxis judicial, resulta indispensable la incorporación del carácter participativo que necesariamente tendrá que inscribirse en un nuevo marco teórico y en el concepto de justicia.

A pesar de ello, las distintas estructuras de las instancias estatales relacionadas con la organización y administración de Justicia no parecen estar dispuestas a insistir en la promoción y aceptación concreta de la participación social, cuando ésta puede ser una herramienta que ayude a contextualizar las problemáticas locales a través de individuos comprometidos con los valores de la comunidad. Esta cuestión es frecuentemente transitada por los distintos discursos políticos; de hecho, ya hemos oído unas cuantas veces que se arenga a la sociedad a involucrarse en las decisiones de la vida social en los diversos ámbitos de actuación; no obstante, la práctica concreta de las acciones sigue excluyendo al ciudadano lego, en este caso, de la Justicia Comunal.

Una vez más, si se busca iniciar un proceso de cambio que sea con los hombres y mujeres sin distinción de clase, raza, religión, formación intelectual, que sean personas comprometidas con los valores, que transmite una sociedad representativa, democrática y federal, así no se restringirá la participación de la ciudadanía en los temas de su incumbencia. Y la Justicia no es ajena a los intereses del pueblo santafesino; que con la participación de todos lograremos la tan deseada equidad.

(*) Profesor de Filosofía.