Malos precios

Una “tomenta perfecta” para la carne

El valor del ganado cae porque hay poca exportación y la oferta supera a la demanda. Además se registra un pronunciado descenso de los subproductos (cuero, grasa y huesos) de la industria frigorífica.

Ignacio Iriarte

Analista del mercado ganadero

La oferta, aunque más baja que un par de meses atrás, supera a la demanda y los precios tienden a bajar. Hay una veintena de plantas exportadoras que han reducido ostensiblemente sus faenas y el consumo doméstico muestra algunas señales de agotamiento.

Sale todavía una cantidad muy grande de hacienda liviana de los feedlots y la oferta de vacas (consecuencia de la seca y de la intensa liquidación en curso) es muy alta pese al momento del año.

Puede calcularse que cerca de la mitad de los cueros hoy no son retirados de las playas de faena por las curtiembres, y la grasa y el hueso han visto caer abruptamente sus precios.

El precio del ganado cae porque la oferta supera a la demanda (con poca exportación), y porque buena parte de los subproductos que se venden junto con la carne (hasta hace poco eran el 13/15% del valor bruto del animal), hoy tienen un valor que ha caído a menos de la mitad.

Toda esta pérdida de ingresos debe ser descargada sobre el valor de la carne, es más, sobre el valor de la carne que se destina al consumo, que en esta “tormenta perfecta” es lo único que seguro se vende y se cobra.

Otros factores que trabajan para la baja del ganado son la venta desordenada (desesperada en muchos casos) de los sobrantes de exportación, que hace mucho daño en el mercado mayorista de la carne, y la presión de los vendedores de hacienda, tanto en Liniers como en directo o ferias, sobre las manos compradoras más seguras que, desbordados de ofertas, le ponen un precio “acomodado” a lo que compran.

Hoy resulta que hay mucha hacienda faltona, o con grasa de más, o novillos demasiado pesados. Todo tiene algún defecto y merece un descuento. Con un exceso de oferta y un consumo muy competitivo y exigente, se busca comprar sólo lo mejor.

La mayoría de los operadores piensa que esta presión de la oferta se sostendrá hasta mediados de enero, aunque hay algunos que piensan que ya antes de fin de año se sentirá alguna escasez.

Aunque en medio de una incipiente recesión, se avecina la súper demanda por carne de los últimos 15 días del año. Se ha vendido mucha hacienda antes de tiempo a causa de la seca y el racionamiento de novillos se ha reducido o se ha suspendido en muchos casos, a causa del desánimo general y de la fuerte baja del precio del ganado.

En muchas zonas del país se entra al verano con muy poco o ningún excedente de pasto, y se pronostica que la pata pastoril de la oferta será casi nula este verano, y la pata pastoril suplementada también se reducirá mucho. Mientras, el feedlot viene reduciendo el porcentaje de ocupación semana a semana, al revés del año pasado, que al calor de los refuerzos en las compensaciones en octubre del 2007, los corrales estuvieron con un récord de ocupación durante todo el verano.

Hoy todos los operadores apuestan a una recuperación de los precios del ganado en enero-marzo, no inferior al 25 por ciento en el caso del ganado liviano.

La mitad de los cueros hoy no son retirados de las playas de faena por las curtiembres, y los precios de la grasa y el hueso cayeron abruptamente.

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el dato

El impacto en los corrales

Los exportadores, que hace sólo 60 días tenían cerca de 130 mil novillos en feedlots de hotelería, hoy disponen de menos de un tercio de esa cantidad. Y de una docena de empresas sólo un par de ellas parece que van a seguir encerrando.

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La venta desesperada de “los sobrantes” de la exportación hace mucho daño al mercado mayorista de la carne.

Foto: archivo