Hoy no hablaban de ti

Las medidas de la Presidenta fueron rechazadas por el ruralismo, que reclama una reducción mayor de las retenciones.

Editor Campolitoral

El anuncio volvió a sonar rimbombante, y todos los medios de comunicación se hicieron eco de las medidas “para el agro” que estaba anunciando la primera mandataria.

La presidenta reveló el destino de $ 1.700 millones para prefinanciar exportaciones y capital de trabajo en el sector agropecuario y una reducción de 5 puntos porcentuales para las retenciones que tributan el trigo y el maíz, que pasarán de 28% y 25% a 23% y 20%, respectivamente.

Los mercados no tardaron en responder. El trigo disponible en Rosario ganó 3,3% para cerrar a $ 405 por tonelada, pero no ocurrió lo mismo con el maíz, que cayó 3,7%, a $ 270 la misma cantidad, ya que no queda casi saldo exportable que permita sacar provecho de la medida.

Las entidades del campo tampoco demoraron su respuesta, y al hacerlo, volvieron a poner de manifiesto sus diferencias superficiales y de fondo.

Para Eduardo Buzzi, las medidas son “insignificantes” y no resuelven el problema de los pequeños productores, mientras enfatizaba la propuesta diferenciadora de su entidad, tendiente a eliminar el impuesto a los menos poderosos. Como si fuera poco, tildó al Gobierno de “chupasangre”.

En un tono similar, Hugo Biolcatti enfatizó que se trata de anuncios para la tapa de los diarios, ya que hasta tanto (las retenciones) no se eliminen en su totalidad, la situación no cambia en nada, apenas 115 millones sobre los 6.300 millones que se reacudarían con el esquema anterior.

Para Carbap, la medida evidencia el profundo desconocimiento que el Gobierno tiene de la realidad del sector, ya que este paquete no modifica la cuestión de fondo.

Coninagro, haciendo gala de su histórica moderación, hizo referencia al inicio de un buen rumbo, aunque insuficiente para incentivar a los productores de esos granos.

¿Y la soja y el girasol?. Bien, gracias. El pasado mes de julio, la soja registró en Chicago el valor más alto de la historia: 609,20 dólares por tonelada. Tan sólo cinco meses después, perforó la barrera de los US$ 300 y quedó en el nivel más bajo del año, con una pérdida acumulada del 51,10%. La situación cambió, como se ve, drásticamente. Las políticas para revertirla, no lo hicieron. Siguen llegando a cuentagotas y sin llegar a implementar herramientas que hagan avizorar una mejoría. De la soja, de ese “yuyo”, todavía no se habla.