MODA

Esenciales para regalar y regalarse

Calzado, carteras, bijou, cinturones, anteojos, cobran verdadero protagonismo a la hora de idear la indumentaria que se lucirá en estas fiestas. TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. EL LITORAL.

Hay términos que deberían cambiar su etimología. Uno de ellos es, accesorio. En el lenguaje de la moda, un accesorio es algo que depende de lo importante -léase, un vestido, un conjunto-, algo secundario que se une a “lo importante”, por accidente. Sin embargo ahora lo “secundario” es algo por lo que empezaremos a vestirnos en estas fiestas, convirtiéndose en el fundamento de la producción final.

Para lucir espléndidas en una noche especial, no hay reglas. Todo dependerá de la disposición que se tenga para elegir por uno u otro vestuario. Cuentan la sencillez, la comodidad y la elegancia, y el orden lo pone cada una. Nosotros te contamos qué podés usar para esas noches, te damos algunas ideas para que encuentres algo que te guste regalar a alguien querido o para que tengas en cuenta qué usar el resto del verano.

- Las sandalias se usan con plataformas desmesuradas o con tacos metálicos con diseños de ingeniería, no tan finos como en años anteriores, con más cuerpo o con taco chino. Si no, zapatos abotinados con o sin puntera. Protagonistas indiscutibles por comodidad y elegancia, las chatas en colores intensos y las ojotas: se usan a toda hora; acompañando pantalones, vestidos cortos o largos, shorts y bermudas. Las sandalias planas vienen con muchas tiras estilo gladiador romano, y los clásicos mocasines son plateados o metalizados.

- Otro ítem del verano son las enormes flores abrochadas a blusas y vestidos, en la cabeza o pegadas en los zapatos.

- Los más deseados: enormes bolsos urbanos que se inspiran en los diseños de Fendi, Loewe, Pucci, Dolce & Gabbana. Allí se puede llevar todo lo necesario para sobrevivir en el desierto varios días sin problemas. El hippie setentista vuelve en las bolsas patchwork o bordadas artesanalmente con piedras, cristales o flores.

Las minicarteras también están entre las preferidas sobre todo por el público más joven y tienen tiras cortas o cadenas largas para colgar del hombro. ¿Colores? Tanto los bolsos como las carteras, admiten todos los de la paleta y no necesariamente coinciden con el de los zapatos. Más aún, un detalle audaz es usar uno que contraste, que se diferencie notablemente del tono del calzado. Este verano es, sobre todo, amarillo, rojo y naranja.

Igual suerte tienen los metálicos que forman parte de todas las colecciones: plata, oro y peltre o los tres combinados.

- Si no son joyas auténticas, lo mejor es mucha bijou, todo barroco, cargado de colores y materiales diferentes usados todos al mismo tiempo, combinados con metales o madera. Varios collares de distintos largos, con cuentas de colores, anillos enormes con piedras importantes y muy coloridos de plata y piedras o perlas.

- Aunque están pensados para dormir, este año la lencería, con pijamas y camisolines, se convierten en conjuntos para la playa o la disco.

- Los relojes son infaltables. Ya no sólo están para marcar el paso del tiempo sino para llamar la atención sobre las muñecas femeninas. Con mallas de cuero anchas, de varios colores para intercambiar, de metales o espejadas; con cuadrantes grandes de distintos fondos, con números bien visibles y cronómetros incluidos. Igual suerte tienen los brazaletes que se llevan por lo menos de a dos, y mejor si son de acrílico.

- Como este año las cinturas recuperan su sitio, los cinturones vuelven a ocupar su lugar. Los hay angostos y delicados o tan anchos que casi llegan a ser fajas. Se llevan sobre vestidos, camisolas, remeras largas o asomando en un jeans.

- Aros de alpaca y ónix, plata, oro, pegados al lóbulo o tan largos como el cuello.

- Todo detalle en animal print es bienvenido en tanto y cuanto no sea exagerado.

- Los anteojos de sol no sólo son necesarios para proteger los ojos de los rayos nocivos: son imprescindibles para completar una composición estética destacable. Grandes, oscuros, con patillas importantes. Pero, mejor si son de buena marca, recomendados por un oculista y comprados en una óptica reconocida.