Lifschitz a la hora de balances

“No hemos podido resolver

la fuerte exclusión social”

El intendente de Rosario hizo hincapié en la pobreza al evaluar los 25 años de vida democrática y el primer año de gestión de Binner. Instó a que las fuerzas políticas deben dejar de lado los enfrentamientos, y diseñar políticas creativas para enfrentar el problema.

Mario Cáffaro

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El intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, hizo mucho hincapié en la deuda social y en la mayor desconfianza de la ciudadanía en las instituciones de la República al momento de evaluar los 25 años continuados de gobiernos democráticos en la Argentina. La fecha coincide con el primer año de gestión de Hermes Binner, el primer gobernador socialista de Santa Fe, de quien dice “estar contento con la tarea realizada” y del cual asegura que los cambios se empezarán a notar en los próximos meses.

—La Argentina transita sus 25 años de democracia. ¿Cuál es la mayor deuda en esta etapa?

—Una lectura positiva es el sostenimiento y la continuidad. Está claro que esta democracia no ha satisfecho la demanda de los ciudadanos ni en lo que tiene que ver con un mayor equidad social, mayor distribución de la riqueza, con resolver las causas estructurales de la pobreza y la exclusión social. Tampoco en lo que se refiere a calidad de la vida institucional y de la vida democrática. Todos tenemos la convicción y la certeza de que las instituciones no funcionan adecuadamente, que es una democracia débil, frágil, donde la confianza de los ciudadanos en los organismos del Estado está cada vez más menguada y las expectativas de la ciudadanía son cada vez más escasas en la posibilidad que tiene la política y las instituciones democráticas de transformar profundamente la realidad. Hay una deuda pendiente que las sucesivas administraciones públicas nacionales no han sabido resolver adecuadamente.

—También hay responsabilidad de los partidos políticos, hoy vacíos y desprestigiados.

—Hemos venido trabajando en tratar de construir una fuerza política con algunos rasgos distintos. El socialismo es una fuerza histórica, con más de 112 años de vida en la Argentina, que en los últimos años ha ido creciendo en su presencia en la provincia de Santa Fe y en el escenario nacional a través de un trabajo coherente, de una gestión de gobierno exitosa en la ciudad de Rosario. Esto tiene que ver con la gestión, pero también con la coherencia, con la transparencia en la administración de los recursos públicos, con la consistencia que hay entre el discurso de la dirigencia del socialismo y las acciones que luego se llevan adelante y las políticas que se implementan. Éstas son las cosas que hacen a la credibilidad y a que la gente pueda tener mayor confianza en las instituciones del Estado y también en las organizaciones políticas que conducen esas instituciones. Es una tarea larga y que requiere que todos los partidos políticas encaren un proceso similar.

—Hermes Binner cumple un año de gestión. ¿Cubrió sus expectativas?

—Lo miro desde la visión de un hombre de gobierno que sabe las dificultades y las limitaciones que se tienen a la hora de ejercitar la tarea de gobernar en la Argentina. Las expectativas del ciudadano común tal vez podrían haber sido más amplias, podría haber una pretensión de resultados más inmediatos. No era fácil tomar un gobierno después de 24 años de continuidad del justicialismo, conformar equipos de gobierno, promover y proponerse transformaciones estructurales importantes cuyos resultados seguramente se irán viendo con el tiempo. Son los cambios en educación, en la Justicia, que requieren un tiempo para que sus resultados empiecen a vislumbrarse. Estoy muy contento con la tarea desarrollada y tengo expectativa en que el año próximo seguramente va a haber más resultados concretos como fruto del trabajo realizado.

—El 2009 parece ser un año de ajuste en las cuentas públicas

—Seguramente sí. Todo hace prever menores recaudaciones y una demanda social más fuerte. Llevo muchos años en la gestión, pero todos han sido difíciles. Argentina es siempre complicada. No me asusta el 2009. Será un año para ser muy prudentes a la hora del gasto público, muy austeros en la administración, pero puede ser un lapso bueno para aprovechar oportunidades y para volver a poner en la agenda un tema que ha estado un tanto oculto en los últimos años que es el social. La deuda social no es problema de la crisis internacional, sino que es un problema estructural que no hemos sabido resolver en estos años. Existe un sector de pobreza estructural, de exclusión social muy fuerte que lo tenemos concentrado en esta provincia, sobre todo en Rosario y Santa F. Esta crisis y esta situación nos obliga a todos los gobernantes a poner el eje y la mirada en el problema social que es profundo y que requiere inversiones y políticas creativas para lograr resultados más efectivos que los logrados hasta hora.

—¿Por dónde deben pasar los ejes del gobierno provincial en los meses que vienen?

—Por un lado, llevar un mensaje de tranquilidad, de confianza. No creo que sea bueno generar una sicosis y una idea de que estamos en situación grave, cuando todavía estamos en buena situación. Santa Fe es una provincia bien parada desde el punto de vista económico tanto desde el sector productivo como desde las finanzas públicas. Es un momento para que todas las fuerzas políticas de la provincia dejen de lado la confrontación y las discusiones sobre el pasado y nos aboquemos a imaginar creativamente políticas activas para el año 2009; políticas de Estado que deben tener consenso para reactivar la economía, generar empleo, reactivar el consumo, que sean un apoyo para el pequeño y menor productor agropecuario, y que permitan volcar recursos públicos en obras de pequeña y mediana escala que son las que pueden ejecutar los municipios rápidamente, generando empleos y dando soluciones a demandas sociales.

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ADEMÁS

Anuncios y concreciones

Lifschitz y Omar Perotti, su par de Rafaela, fueron los dos intendentes santafesinos que estuvieron en Olivos el jueves cuando la presidente de la Nación anunció créditos para la producción y el consumo. “No es la primera vez que participo de anuncios importantes. Cuando hay anuncios sobre obras públicas, o como éste para reactivar la economía, uno tiene que decir que son propuestas positivas. Mi experiencia indica que a veces entre los avisos y la realidad concreta media un trecho bastante largo. Estamos esperando todavía en la provincia obras anunciadas hace tres o cuatro años como el Circunvalar, la autopista Rosario-Córdoba; las autovías Rosario-Rufino, Rosario-Rafaela. Los anuncios son positivos, lo importante es que las políticas informadas se implementen con rapidez y con transparencia a la hora de la distribución. No sería positivo que esto se volcara solamente a algunas provincias, a algunos municipios, amigos del gobierno y no se distribuyera equitativamente en toda la Argentina.

—¿Usted se siente discriminado en obra pública?

—De los anuncios a las obras concretas hay una distancia muy grande. No tengo demasiada dimensión de hasta dónde se hace y hasta dónde no se hace en otros lugares. Me gustaría que alguna vez las obras públicas en la Argentina o este tipo de recursos que se vuelcan a la producción, se distribuyeran en forma consensuada, con criterio lógico donde podríamos saber de antemano qué le corresponde a cada ciudad y a cada provincia y que esto no quedara sujeto a una negociación particular, a una larga gestión que cada intendente, cada gobernador, debe hacer con el gobierno nacional. Sería bueno que todas estas cosas se discutieran y se conocieran criterios generales.

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El intendente de Rosario considera necesario dar respuestas a las demandas sociales.

Foto: Mauricio Garín

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EL DATO

Socialismo 2009

“La visión que compartimos con Binner -que es mayoritaria en el seno del socialismo a nivel nacional- es que el 2009 es un año para profundizar los criterios de coalición a nivel de cada uno de los distritos. Cada provincia tiene una realidad política diferente. Difícilmente se pueda a septiembre del año próximo establecer un marco general nacional de alianzas electorales. Vamos a priorizar en Santa Fe la coalición del Frente Progresista, Cívico y Social con sus actuales integrantes o tratando de sumar otros sectores. Vamos a intentar en algunas otras provincias frentes muy similares, por ejemplo en Córdoba y Entre Ríos. Cada provincia deberá ajustar su mecanismo y sus herramientas a la realidad particular de cada distrito”. Es la opinión de Lifschitz, secretario general del Partido Socialista de Santa Fe sobre si la fuerza debe o no sumarse a una coalición nacional para las elecciones del año próximo.