Tres naves atracaron en La Habana

La Armada de Rusia regresó a Cuba tras el derrumbe de la Unión Soviética

Para los cubanos que viven en la capital, la llegada de los barcos trae a la memoria viejos tiempos. En general, tienen un gran respeto por sus viejos aliados.

La Armada de Rusia regresó a Cuba  tras el derrumbe de la Unión Soviética

Los curiosos desfilan frente a los buques. A los más viejos, la llegada de la Armada rusa les recuerda las épocas de fuerte presencia soviética en la isla. Para los más jóvenes, es toda una novedad.

Foto: EFE

De la Redacción de El Litoral

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EFE/AFP

La Armada rusa volvió a navegar por aguas cubanas casi dos décadas después de la desaparición de la Unión Soviética y ante la mirada de cientos de personas, que hoy se agolpaban desde la entrada de la Bahía de La Habana para presenciar cómo tres navíos de guerra rusos fondeaban en el puerto capitalino.

Poco antes de las 10 hora local (15.00 GMT) de ayer, el cazasubmarinos Almirante Chabanenko, la nave que encabeza la flotilla, puso fin a años de ausencia de las naves del país que durante décadas y bajo la denominación de URSS sirvió de principal aliado económico y político de la isla.

“Pasaban por aquí todo el tiempo, yo recuerdo que hasta submarinos, muchos submarinos entraban por aquí”, explicó hoy a EFE “El Chino”, uno de los pescadores que diariamente ven pasar el tráfico marino del puerto mientras espera que sus anzuelos hagan blanco en las grasas aguas de la bahía.

Ya sin la hoz y el martillo, y con el águila imperial en la popa, el regreso de los barcos rusos a uno de los escenarios por excelencia de la Guerra Fría, a apenas 160 kilómetros de Estados Unidos, se produce en momentos en que La Habana y Moscú dan un fuerte impulso a sus relaciones.

El ingreso al puerto cubano del Almirante Chabanenko se hizo por todo lo alto, con salvas de los cañones del buque y de la artillería cubana, apostada en la Fortaleza de la Cabaña, en señal de saludo.

En la orilla, uno de los pescadores más veteranos, sin dar el nombre, celebró la vuelta de los rusos afirmando que “lo que hace falta es que vengan más, y que traigan carne rusa enlatada, como en los años ‘60”.

El atraque en el muelle de la capital cubana del cazasubmarinos tuvo lugar al ritmo de música militar ejecutada por la Banda de la Marina de Guerra cubana. Posteriormente, hicieron su entrada las otras dos naves rusas de apoyo, el Iván Bubnov y el SB-406, de las flotas del Mar Negro y del Norte.

Al frente de la expedición marítima rusa arribó el vicealmirante Vladimir Korolov, comandante de la Armada Norte de su país, quien a su llegada afirmó: “Esta visita es un hecho histórico, es una visita de amistad y respeto al pueblo cubano”, informaron medios cubanos.

Agregó “que el objetivo esencial es fortalecer las relaciones entre su institución y la Marina de Guerra Revolucionaria”.

La llegada de los navíos tiene lugar, además, menos de un mes después de que el presidente de Rusia, Dimitri Medvédev, realizara la primera visita oficial a La Habana de un jefe de Estado de Rusia desde el viaje de Vladimir Putin en 2000 y en momentos en que las relaciones con EE.UU. no pasan por su mejor etapa.

“No problem”

A pesar de ello, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Robert Wood, afirmó esta semana que Estados Unidos no tiene “ningún problema fundamental” con el hecho de que Rusia tenga relaciones militares con Cuba o el resto de Latinoamérica.

Korolov se suma a otros oficiales de alto rango rusos que en los últimos meses han visitado La Habana, entre ellos, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, general Nikolai Patrushev, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa Aérea del Ejército de Tierra ruso, teniente general Alexandr Máslov.

A diferencia de lo ocurrido en Venezuela, donde el buque tomó parte en las maniobras conjuntas “Venrus 2008” el pasado 1º de diciembre, el Almirante Chabanenko permanecerá atracado hasta el próximo 23 y abrirá mañana, sábado, sus escotillas al público para que visiten su interior.

Como parte de la agenda oficial, Korolov y el jefe de la Marina de Guerra Revolucionaria, vicealmirante Pedro Pérez Betancourt, encabezaron hoy un almuerzo informal y, en los próximos días, las tripulaciones rusas visitarán la sede del Parlamento cubano y la Academia Naval Granma, entre otras actividades.

Pero los marinos rusos también son esperados en la calle, donde parece que ahora tienen mejor acogida entre los cubanos que años atrás.

“Éste es el mejor turismo que está entrando, los rusos. Pagan bien; ahora, hagas lo que hagas, no dejan propina”, dijo a EFE Ángel, un cochero de caballos del casco histórico de La Habana.


“Me emociona ver ese barco, los rusos siempre fueron nuestros amigos. A pesar de los pesares, no albergamos odios hacia ese heroico pueblo”.

Marielena Pagés,

cubana de 59 años.

“Es una visita repleta de simbolismo y de que vuelven los viejos tiempos entre Rusia y Cuba”.

Yaser Rodríguez,

arqueólogo cubano de 25 años.

La Armada de Rusia regresó a Cuba  tras el derrumbe de la Unión Soviética

El cazasubmarinos Almirante Chabanenko ingresó al puerto de La Habana con toda su tripulación en cubierta y fue recibido con honores militares.

Foto: EFE

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Nicaragua también se acerca

El acercamiento del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a Rusia es para provocar a Estados Unidos, dijo hoy el ex jefe de la inteligencia militar nicaragüense y general retirado, Hugo Torres.

“En la mentalidad del presidente Ortega, el acercamiento con Rusia, es para “jochar’ (provocar) a Estados Unidos para tratar de quitarse un poco la influencia” de Washington sobre Managua, señaló Torres, también diputado suplente opositor, al Canal 12 de la televisión local.

“Es un juego no inteligente, en la más suave de las expresiones, y muy arriesgado y muy torpe, en el peor de ellos”, indicó el ex jefe de la Dirección de Información para la Defensa (DID) del Ejército de Nicaragua.

Ortega acordó ayer con su colega ruso, Dimitri Medvédev, relanzar sus relaciones bilaterales con el propósito declarado de recuperar los niveles de cooperación que había en tiempos de la desaparecida Unión Soviética.

“Yo creo que no abona a nada hacer ese juego en el plano de la política internacional”, consideró Torres, ex guerrillero sandinista y diputado suplente por el opositor Movimiento Renovador Sandinista (MRS).

Para el ex jefe militar, Ortega reconoció la independencia de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia para “congraciarse” con Rusia.

Nicaragua es el único país del mundo que siguió los pasos de Rusia y reconoció la independencia de las regiones georgianas, cuyas ambiciones separatistas Moscú defendió durante el reciente conflicto bélico en el Cáucaso.

Mientras tanto, la comunidad internacional esgrime argumentos de 120 millones de dólares para que el gobierno sandinista de Nicaragua revise los resultados de las elecciones municipales del pasado noviembre, marcadas por las denuncias de fraude de la oposición.

El gobierno del presidente Daniel Ortega arriesga esos significativos fondos de la cooperación de Estados Unidos, la Unión Europea y organismos financieros multilaterales si no atiende las recomendaciones de repetir los comicios o aceptar un recuento de los votos.

A pesar del reciente viaje de confraternización de Ortega a Rusia y Libia, países que junto a Venezuela aparecen como sus nuevos aliados, los analistas políticos nicaragüenses dudan de que se pueda sustituir la cooperación tradicional que ha recibido Nicaragua en los últimos 16 años.

El gobierno de Washington congeló la entrega de 64 millones de dólares de la Cuenta Reto del Milenio (CRM) por la falta de transparencia en las elecciones municipales y amenazó con suspender todos los programas de cooperación si en 90 días “no hay un acuerdo que acepten todos los nicaragüenses” sobre esos comicios.