¿Será de mala leche?

 

El gobierno no renovó las resoluciones para compensar a los produc-tores tamberos, lo que anuncia un ambiente conflictivo a corto plazo.

Federico Aguer

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Según los medios nacionales, el gobierno decidió finalizar el pago de compensaciones a productores tamberos. Es más, los últimos pagos habrían sido distribuidos esta semana.

Resulta paradójico que mientras que todas las semanas se anuncian planes de salvataje para distintos sectores de la economía, a la lechería le suprimen el único “apoyo” con el que contaban.

Vale la pena recordar que las compensaciones a productores lecheros nunca formaron parte de una política ideada en apoyo del sector. Fueron, más bien, verdaderos “parches” instrumentados para paliar la zozobra de muchos que debían y deben definir de manera cotidiana su permanencia en la actividad.

De hecho, todavía se les debe la compensación del mes de septiembre a más de 8.000 productores, a lo que nadie les ha dado una respuesta.

También es curioso que estas ayudas se hayan mantenido para sectores como los molinos harineros, los feed lots, las usinas lácteas y los frigoríficos avícolas.

Las compensaciones a productores tamberos fueron establecidas para los meses de junio, julio, agosto y septiembre, y reglamentadas por las resoluciones 2409/08 y 7527/08 de la Oncca, desde donde se apuraron a decir que la continuidad de las mismas depende del flamante ministerio de la Producción.

Mientras tanto, la crisis se agrava. Un tambero de Trenque Lauquen cobró en la liquidación de noviembre un valor de apenas $ 0,44 por una entrega de 1.000 litros de leche considerados como materia prima con destino a exportación. Es Osvaldo Delamata, vicepresidente de la Sociedad Rural, quien le entrega la leche a Mastellone Hnos.

Los productores, acompañados por representantes de la Comisión de Enlace, reclamaron a los ruralistas acciones directas para que el gobierno revierta esta situación. Alfredo De Angeli fue un poco más allá, y arengó a la gente a endurecer las medidas de protesta.

El sector productivo está harto del manoseo. Fogoneados por el intenso calor y la persistente sequía, crecen los rumores de cortes de ruta a lo largo del interior provincial. Para quienes viven en las duras condiciones del norte santafesino de hoy, que lo ayuden a comprar una heladera en cuotas es un gesto de mala leche. Estaría bueno que primero nos ayuden a llenarla, y después veremos.

 
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