La Casa de la Cultura

El arte también tiene su espacio en San Justo

La finalidad es brindar un ámbito en donde la comunidad sanjustina pueda expresar su espíritu artístico en distintas manifestaciones culturales, además de fomentar la creatividad.

El arte también tiene su espacio en San Justo

El edificio ubicado en la intersección de la calles Cabal y Av. 9 de Julio, en pleno centro de la ciudad.

Foto: Agencia Reconquista

Agencia San Justo

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La Casa de la Cultura alberga todas las iniciativas del arte local y regional, donde los artistas, sus verdaderos protagonistas, encuentran el espacio para manifestar su oficio.

El reducto lleva el nombre del fallecido senador Dr. Edgardo A. Bodrone, pionero de esta iniciativa, y fue creado durante la gestión del intendente Rodrigo Borla. Está ubicado en la intersección de Avenida 9 de Julio y Gobernador Cabal, frente a la plaza San Martín, donde antes funcionaba la Escuela Normal Superior, y brinda a todos los exponentes un inmejorable lugar para desarrollar el arte.

Los objetivos de la casa consisten en brindar un espacio donde la comunidad sanjustina pueda expresar su espíritu creativo en distintas manifestaciones culturales y apoyar esa creatividad a través de estímulos pertinentes como encuentros artísticos, exposiciones, conferencias e intercambio de experiencias.

El edificio cuenta con un pasado muy importante, siendo una casa histórica que vio todas las etapas de la ciudad. Al principio fue el Fortín, de barro y paja, luego la residencia del Coronel Francisco Manzanares, y más adelante, Jefatura de Policía. Hasta 1909 fue oratorio, escuela particular y escuela graduada de 1º a 4º, dependiente de la Provincia.

En enero de 1910 fue cedido transitoriamente a la Escuela Normal y desde el 11 de abril de ese año hasta el 28 de noviembre de 1981, presenció la siembra cotidiana del Magisterio.

Las autoridades que regían la marcha de la Escuela Normal en 1980, consustanciados con su trascendencia histórica, ante la inminencia del traslado al nuevo edificio, iniciaron los trámites para la creación de la Casa de la Cultura.

En 1982, por decreto del gobierno provincial, el inmueble es ocupado para el funcionamiento transitorio de la Escuela Agrotécnica Nº 336, hasta su traslado en 1995.

El 14 de mayo de 1992, el entonces senador Edgardo A. Bodrone presenta ante la Cámara de Senadores, el proyecto para la transferencia definitiva del edificio a la Municipalidad, y el 10 de diciembre del mismo año es sancionada la ley Nº 10968, por la que la Provincia dona el inmueble al municipio, para ser destinado a una Casa de Cultura.

En septiembre de 1997, se conforma la comisión para realizar la obra, luego, cumpliendo con el convenio entre la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNL y la Municipalidad, las estudiantes de arquitectura Karla Bieler y Betina Ragni, presentan su trabajo de refuncionalización y remodelación del edificio, proyecto que es aprobado. La comisión de inmediato se abocó a organizar los trabajos de refuncionalización.

En los últimos años

A principios del año 2000, el Ejecutivo Municipal citó a los miembros de la comisión directiva para informarle que a causa de los graves problemas económicos del país, debía ser interrumpido el funcionamiento de la misma.

Posteriormente, el titular del municipio convocó a una reunión para informar que había sido aceptado el proyecto “Componentes Materiales”, cuyo subsidio sería destinado a la Casa de la Cultura; por tal motivo invitó a todos los representantes de las instituciones intermedias a sumarse al proyecto y formar la nueva comisión.

Esta nueva comisión, junto a la coordinadora de Obras y Servicios Públicos Ana Ludueña, logra concretar uno de los objetivos de la Casa de la Cultura: el Museo Municipal de Artes Visuales, donde lucieron las obras -entre otras- de López Claro, y muchas más, así como exposiciones de pinturas y conciertos de música.

Actualmente ocupan sus dependencias el Concejo Municipal, la Escuela de Enseñanza Media para Adultos y el Juzgado de Faltas Municipal; también realizan tareas los Talleres de Artes Visuales y el Coro Municipal.

 

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EL DATO

Un rescate de la cultura local

El lugar trata de preservar el patrimonio arquitectónico, con el fin de rescatar formas culturales y respuestas sociales, cuya destinataria es la sociedad. Así, la preservación juega un importante papel en la concreción de la memoria histórica y el afianzamiento de la identidad.