Misa por el aniversario de la mediación papal
Un acto lleno de simbolismos
Argentina y Chile recordarán al mismo tiempo el día en que, hace 30 años, se evitó la guerra entre ambos países, tras una mediación de seis años. En nuestro país coincidirán, con una cuidadosa planificación diplomática, Cristina, Cobos, Bergoglio y dirigentes rurales.
La figura del cardenal Antonio Samoré, fundamental para lograr la paz con Chile, auspiciará hoy otros acercamientos.
De la Redacción de El Litoral
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DyN
La Iglesia oficiará hoy una misa en la basílica de Luján por los 30 años del inicio de la mediación papal por el Beagle, celebración a la que acudirán la presidenta Cristina Fernández y el vicepresidente Julio Cobos, entre otros representantes de los poderes del Estado. Los obispos imaginan que la ceremonia eucarística en el santuario de la patrona nacional significará un “signo de comunión entre los argentinos”, según explicaron voceros eclesiásticos.
Fernández y Cobos compartirán así un mismo espacio, en un “gesto de unidad” como quiere el Episcopado, tras cinco meses de distanciamiento y pese al reciente enfrentamiento público entre el matrimonio presidencial y el titular del Senado.
Juntos, pero lejos
El vocero episcopal, sacerdote Jorge Oesterheld, explicó que las ubicaciones en el templo serán “de acuerdo al protocolo habitual. Es decir, la presidenta en un lugar especial cerca del altar y el resto en los bancos de atrás”. “Juntos, pero lejos”, ilustró con ironía una fuente eclesiástica, al ser consultado sobre qué lugar ocuparía Cobos.
En tanto, el titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, obispo Jorge Casaretto, quien tendrá a su cargo la homilía, aclaró el pasado miércoles que el Episcopado “simplemente cursó las invitaciones” a los tres poderes del Estado, con la intención de que “el pueblo esté bien representado en este acto”.
Casaretto sostuvo que “el acto es eminentemente religioso, pero es fundamental la participación de los representantes del pueblo, que se beneficiaron con la mediación papal de Juan Pablo II, porque si miramos la historia, no siempre encontramos gestos tan altruistas”.
También asistirán empresarios, productores rurales y sindicalistas, que habitualmente participan de los Foros de la Comisión Nacional Justicia y Paz, que preside el laico Eduardo Serantes y cuyo asesor eclesiástico es Casaretto, a cargo de la organización del acto cívico-religioso. Además, irán representantes de otros credos.
Tras señalar que “el acto es histórico e importante para los dos pueblos”, el portavoz episcopal anticipó que en las diócesis se están “movilizando” para que la participación sea masiva y se convierta en “un gesto fuerte”.
Ceremonias
La misa por los 30 años del inicio de la mediación papal por el Beagle que evitó una guerra entre Argentina y Chile será hoy a las 19 en la basílica de Luján y tendrá su réplica en el santuario chileno de Maipú, al que asistirá la presidenta Michelle Bachelet.
La ceremonia en Luján será presidida por el cardenal Jorge Bergoglio (Buenos Aires) y llevará como lema “Queremos la paz, eduquemos para el diálogo”, después de la cual habrá un acto cívico en la plaza Belgrano, frente a la basílica, donde la presidenta leerá un mensaje.
Allí se dispuso que el cardenal Bergoglio no aparezca junto a la primera mandataria, quien estará secundada por el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, y el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani.
El mediador
José Luis de Imaz (*)
Realmente, nosotros carecíamos de justos títulos para reclamar las islas Nueva, Picton y Lennox. Están ubicadas al sur de la línea de navegabilidad del Beagle, y además nunca tuvimos posesión útil. Cuando el pastor Bridges terminó su pastorado con los yaganes en Ushuaia, pasó a ser estanciero en el punto más austral de Tierra del Fuego, en la estancia Harberton. Frente a la casa de la estancia está la isla Gable, cuya posesión Bridges pidió al general Roca. El Congreso Nacional se la concedió por ley. Cuando, tras esta solicitud, Bridges quiso ampliarla a la isla Picton, el gobierno argentino le contestó que eso debía pedirlo en Santiago. Las autoridades chilenas le concedieron la tenencia de esa tierra pública. A partir de entonces, Chile designó sucesivos alcaldes de mar en las tres islas, sin que la Argentina lo cuestionara nunca.
Antonio Samoré había sido nuncio en Bogotá, hablaba castellano a la perfección y era el gran impulsor del Consejo Episcopal para América Latina (Celam). Tenía las mejores condiciones para acercar, sabía escuchar durante horas y, con sus 73 años, no tenía ningún empacho en tomar los aviones que fueran necesarios para cumplir con su cometido. Pero, fundamentalmente, era un hombre de oración. Así consiguió que en un muy caluroso día de enero ambos países firmaran en Montevideo su aceptación de la mediación, sin limitación temática alguna, y se comprometieran a deponer las armas.
El Papa emitió su mediación a partir del informe técnico de Samoré. Todas las islas fueron reconocidas como chilenas, y a partir del extremo este del Beagle se trazó una perpendicular para enmarcar áreas exclusivas de cada país. Como varios sectores argentinos se oponían al resultado de la mediación, el presidente Raúl Alfonsín, que confiaba más en el voto popular que en la autoridad pontificia, la sometió a referéndum. El plebiscito ratificó la mediación . Samoré había muerto, agotado, en abril de 1983.
(*) Sociólogo, especialista en Ciencias Políticas y Sociales, fallecido en mayo de este año
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El conflicto
El conflicto del Beagle fue la disputa territorial que mantuvieron Argentina y Chile por el trazado de ese Canal y la soberanía de tres islas -Picton, Nueva y Lennox- y sus aguas adyacentes. Ambos países fijaron su frontera común por medio de la firma del Tratado de Límites de 1881, pero este acuerdo no mencionaba específicamente a Picton, Nueva y Lennox. En 1970, acordaron que el Reino Unido, a través de un tribunal arbitral compuesto por peritos internacionales nombrados por Chile y Argentina, definiera quién tendría la soberanía de las islas. Sin embargo, cuando en 1977 dicho tribunal falló a favor de Chile, otorgándole la mayor parte de las islas, el gobierno argentino rechazó la decisión, declarándola nula. La situación alcanzó su punto más crítico el 22 de diciembre de 1978, cuando Argentina alistó sus fuerzas armadas para ocupar las islas en disputa.
700
reuniones
mantuvo el mediador papal con referentes diplomáticos de ambos países.
81,5
por ciento
de los argentinos votó a favor de aceptar el acuerdo con Chile, el 25 de noviembre.
Veníamos con una instrucción precisa: era que no queríamos que se pidiera la mediación del Papa”.
Mons. Faustino Sainz Muñoz,
ex colaborador de Samoré, en declaraciones publicadas hoy por La Nación.
Veo una lucecita de esperanza al final del túnel”.
Cardenal Antonio Samoré,
vísperas de Navidad de 1978.