Dirigido desde el banco por el maestro Luciano Franchini
Colón, con pibes formados en el club, pegó su primer grito de campeón
Jugaban Candussi, Fumagalli y el Beto Poncio, quien jugaba al básquet y al fútbol, con el equipo en la C. Otros tiempos, sin dudas.
Bandeja de Candussi en el clásico disputado en marzo de 1962.
Foto: Archivo El Litoral
Tomás Rodríguez
(Especial para El Litoral)
Los dirigentes de Colón debieron aguardar más de una década para que un equipo de esa popular institución, alcanzara el título de campeón de primera división de la Asociación Santafesina de Básquetbol, en 1962, con el orgullo de que todos sus integrantes se formaron en la entidad, desde la categoría infantiles, dirigidos por el notable Maestro Luciano Franchini.
El “Negro” Franchini se abocaba a educar y formar en la vida a niños y adolescentes que llegaban al Club de Gimnasia y Esgrima, donde se recibían a todos aquellos que se dedicaran a realizar una actividad cultural y deportiva, sin importarle la situación social, como reiteradamente lo señalaran el Dr. Luis Niel y el Arq. Raúl Calvo.
Recibieron sus consejos y enseñanza del deporte básico, surgiendo de ese semillero prestigioso e inagotable del básquetbol argentino que fue la entidad de 4 de Enero y Juan de Garay, entre otros, los internacionales Luis “Colifa” Piedrabuena, Ricardo “Coco” Crespi, Edgardo Domingo “Goyo” Parizzia, Alfredo Roberto “Fredy” Murillas y Juan Luis Sabatini.
Jugadores de jerarquía
Durante algunas temporadas, Colón había reforzado sus planteles con figuras como Raúl y Ricardo Rossetti, José “Pepe” Olivera, Pedro Kestens, Juan Carlos Loyarte, Sebastián Copello (jugó sólo un par de encuentros), Pedro Eusebio, José Allevi. Además, también habían llegado jugadores de la talla de Fermín Osvaldo “Negro” Paez, Luis Andrés “Colifato” Piedrabuena, Ariel “Caballito” Loréfice (debieron permanecer inactivos dos años), Luis Loréfice y Bruno José Varani (declarado profesional por la Revolución Libertadora de 1955), etcétera.
El “Negro” Franchini
Su pasión futbolística, la llevaba en la sangre y en el color de su piel, no la demostraba públicamente, aunque muchas veces por su personalidad, carácter y orgullo determinaba que mantuviera polémicas y discusiones de alto tono con los dirigentes. “Ustedes deben brindarle comodidades a los jugadores, equipamiento, pelotas, vestuarios en condiciones, infraestructura y otros complementos; en esa cancha, no se puede practicar ni jugar en invierno por las bajas temperaturas”, rezongaba el inteligente y talentoso adiestrador.
Al “Negro Franchini, cuando no le cumplían en la institución del barrio Centenario —eso era muy frecuente—, se iba y el incansable Fernández Rudi, León Teplitzky y otros hombres del básquetbol rojinegro lo iban a buscar y le pedían “por favor, por Colón”, que volviera a adiestrar a los jóvenes en el club de sus amores.
El campeón de 1962
Al equipo que salió campeón en 1962, con una sola derrota —en la primera rueda— ante Rivadavia Juniors, 59 a 54, lo formó desde las categorías preinfantiles e infantiles. Lo convenció al “Beto” Poncio que jugara al fútbol y al básquetbol en forma simultánea en Colón, eran vecinos, gestionando él personalmente el pase de Sunchales —club al cual pertenecía— ante un pedido del vicepresidente, Ítalo Pedro Giménez, que repetía “ése es un crack”.
En el clásico de la segunda rueda frente a Unión, ofreció el handicap de no poder contar con el concurso de Alberto Poncio —viajó con Omar José Pastoriza a una prueba en San Lorenzo de Almagro y consideraron una “aventura” jugar en el equipo de Boedo— y el “Pochi” Candussi que llegó cuando se habían disputado 10 minutos. Así de desorganizado era Colón, en épocas de vacas flacas.
Partido decisivo
El encuentro más difícil resultó ante Gimnasia y Esgrima (68-63) con una excelente tarea en ambos tableros de Candussi (jugador alto, de físico equilibrado, gran rebotero en defensa, sacaba rápido y pasaba bien la pelota), “Carlucho” Poncio y Juan Carlos Montes (años más tarde, gerente del club), definiéndose después que colocaran la bandera roja (tres minutos finales), frente a la “magia” del “Húngaro” Ricardo Crespi (jugador experimentado, en la cancha manda y ordena) y el goleo de Juan Luis Sabattini, en un juego emotivo y vibrante.
Colón se clasificó campeón por primera vez al batir a Rivadavia Juniors en un trascendente juego, teniendo como principales argumentos, la seguridad en defensa; marca a presión, especialmente cuando ingresó “Beto” Poncio y cumplió una actuación satisfactoria en el control de los desplazamientos de Pedro “Piojo” Tognotti, impidiendo que éste llegara con velocidad bajo las tablas y convirtiera “de bandeja” como era su estilo clásico.
Colón justificó su éxito porque lo marcó con acierto al “Baby” Bolzicco, de buen físico, era demasiado ágil y muy vivo; siendo un zurdo que atacaba muchas veces por la derecha, para la entrada por su lado más cómodo, fundamental en la réplica. Notable pasador a velocidad y un exquisito encestador.
Otro suceso auspicioso resultó la labor de los jueces Crespi y Pérez Arzeno, haciéndose respetar, no permitiendo las protestas, como así tampoco los gestos con el rostro de los principales protagonistas, que deslucían los

Candussi es el que se esfuerza ante el “10” tatengue que desde atrás del tablero intenta buscar el pase a un compañero.
Foto: Archivo El Litoral
“Beto” Poncio era un buen volante, jugó en Colón con el Pato Pastoriza y luego también fue figura en Chacarita. En aquel 1962, también jugaba en el equipo de básquetbol.
Colón 49
Rivadavia Jrs 39
Colón: Carlos A. Candussi 13, Carlos Poncio 9, Ricardo Fumagalli 13, Juan Carlos Montes 9, Rafael Desimone 2 (FI) y Alberto R. Poncio 3. DT: Luciano Franchini.
Rivadavia Juniors: lberto Ceratti 6, Emilio Mercier 0, Juan Carlos Mercier 2, Juan Pedro Tognotti 15, Aníbal Bolzicco 6 (FI), Roberto Tognotti 1 y Carlos Comuzzi 9. DT: Dante Ceratti.
Cancha: Colón.
Árbitros: Luis Pérez Arzeno y Osvaldo Crespi.
Parcial: Colón 22, Rivadavia Juniors 11.
Colón campeón 1962. Parados: Fumagalli, Gatti, Pini, De Simone y Candussi. Agachados: Rodríguez, C. Poncio, A. Poncio, Montes y Fernández.
Foto: El Litoral
espectáculos y presionaban a los hombres que debían imponer justicia en el rectángulo.
Plantel campeón
El plantel estuvo conformado por los jugadores Carlos Candussi, Juan Carlos Castelnovo, José Fernández, Ricardo Fumagalli, Gatti, Juan Carlos Montes, Pini, Alberto Raúl Poncio, Carlos Alberto Poncio, René Rodríguez y Rubén Rodríguez. DT: Luciano Franchini. Kinesiólogo: Aquino.
Pañuelos blancos
El minuto final fue tenso y de notable algarabía de la numerosa cantidad de aficionados sabaleros que celebraron la victoria con pañuelos blancos y con vítores desde el banco local; mientras, los dirigentes, eufóricos, se abalanzaban sobre el gestor de la hazaña, el “Negro” Franchini, para felicitarlo, respondiendo con énfasis “este campeonato lo ganaron los pibes por su sacrificio, generosidad y lealtad a esta histórica divisa”.
Al término del encuentro, la parcialidad visitante aplaudió el éxito colonista, índice elocuente de la caballerosidad y respeto existente en esa década, además de la amistad y de la verdadera educación deportiva que se practicaba entonces.
El gran básquetbol de Santa Fe
Nombres de una época dorada
En esa época, en Rivadavia Juniors, lucían sus aptitudes el capitán y armador Alberto “Beto” Ceratti; contaba con la elasticidad de Aníbal “Baby” Bolzicco (también jugó al fútbol en Atlético Gimnasia y Esgrima); los hermanos Juan Pedro “Piojo” y Roberto Tognotti; sus pares Emilio y Juan Carlos “Juanchi” Mercier y el temperamental Carlos Comuzzi.
En Gimnasia, clasificado tercero, su capitán y máxima figura era el incomparable Ricardo Adrián “Húngaro” Crespi (notable basquetbolista, cerebral, con sentido en la organización y preparación del juego); además de dos jugadores que integraron los equipos provinciales como el tucumano Julio César Ponce Aragón y el internacional Juan Luis “Coco” Sabattini; estuvieron acompañados por “Palito” Mastronardi; el “Negro” Carlos Heredia y Di Lucca.
En Unión, uno de los principales protagonistas de las competencias de los años ‘60, se había adjudicado la Copa Conjunto de la asociación local, tenía en sus filas al majestuoso Orlando Amadeo “Pocho” Peralta (goleador nato, se mandaba por las puntas o tenía un tiro desde afuera con una mano que embocaba con facilidad); un defensor de jerarquía como Francisco “Pancho” Osuna; el eficiente lanzador desde la zona exterior llamado Carlos Brignone (surgido en los azulgranas de Sporting, de Pedro Ferré y Facundo Zuviría), como así, Rubén González, Julio Morel, Luis De Martíni y García.
El Club Kimberley que fundara y presidiera don Pedro Antonio Candioti, donde surgiera el internacional Cándido Raúl “El Negro Motta” Arrúam poseía en sus filas a José Efraín Mellit (actual presidente de la entidad de calle 9 de Julio 1123), Domingo Benito “Mingola” Patrone, Benito Niklison, Francisco Bevegni, E. Fontanarrosa, Alberto Iribas, Acosta y el “Loco” Luis Crespi.
En República del Oeste, una de las eficientes figuras que brindó el deporte santafesino de esa época, Conrado Diez Rodríguez (atleta de Velocidad y Resistencia) resultó ser el principal valor del equipo de la Asociación Vecinal Cultural, Social y Deportiva “República del Oeste” (con sede en Av. Gobernador Rodolfo Freyre 2765). Jugaban también defendiendo la casaca celeste, Céspedes, Jorge Schuster, “Toto” Scalzo, García, Oscar Baragiola, “Tito” Malatto y Segallini.
Una formación juvenil presentaba Regatas Santa Fe, club donde comenzó a practicarse este deporte por la Tribu Los Guacharos en la Isla Silgadero, con José Rodolfo Spagnoli (es el actual titular del club verde-oro, de Av. Leandro Alem 3288), Carlos Cerana, Manuel González, Florencio Guinle, Jorge Bocca (FT), Guillermo Prósperi, Oscar Perrota, Juan Fernández, José “Toti” Toledo, Omar González y Mario Torregiani, dirigidos por Waldemar Castaño.
Finalmente, en Unión de Santo Tomé (donde surgió el pilar de la selección argentina Andrés “Chapu” Nocioni, 2,01 m, actuando luego en Racing Club, Olimpia de Venado Tuerto, Independiente de Gral. Pico, Tau Cerámica, Básquet Manrosa y el año pasado considerado el mejor jugador de Chicago Bulls, de la NBA, donde actúa desde 2004), se desempeñaban José Candioti, Carlos Candioti, Luis Lenci, Luis Mauri, Alejandro Lenci, Edgardo Hernández, Clementino Gauna, César Rey Leyes, y Eduardo Kuriss.

Fumagalli es el que se prepara para encestar ante la marca de un rival.
Foto: Archivo El Litoral
Roberto Chetta
El pugilista de Villa María Selva, Roberto Chetta, preclasificado cuarto en el escalafón nacional, se imponía por decisión unánime de los jurados al tucumano Juan Carlos Velárdez, en pelea disputada en la cancha de básquetbol del club Unión, con carácter de desquite del empate de dos años atrás en el ring del Club Defensores de Villa Luján.
El pupilo de Amílcar Oreste Brusa escoltaba en el ranking de los medianos al panameño, nacionalizado argentino Luis Federico Thompson, al porteño Jorge José Fernández y al bonaerense Juan Carlos Ducay y estaba adelante del cordobés Francisco Quinteros, del chaqueño Ramón La Cruz y del misionero Oscar Miranda, respectivamente.
Graciela Paviotti
La atleta santafesina Graciela Paviotti (Velocidad y Resistencia) mejoraba la plusmarca nacional de los 80 metros con vallas al establecer 11” 4/10 en un certamen desarrollado en la Madre Patria, donde participaron Argentina, Chile y España, con el objetivo de recaudar fondos para los familiares de las víctimas de las inundaciones de Cataluña.
Polo acuático
El equipo de Regatas Santa Fe resultaba tercero en el campeonato argentino de waterpolo, en el Club Vélez Sarsfield, donde participaron también, Boca Juniors (campeón), River Plate (subcampeón) y un seleccionado de segunda división de Buenos Aires (cuarto). Integraron el equipo lagunero: Juan Carlos March, Pedro Consuegra, Benjamín Alvarez, Horacio Sebastián, Héctor Navarro, J. Cantoia y H. Salvatelli. DT. Ricardo A. Cantoia.
Teatro de los 21
En el orden cultural, el grupo denominado Teatro de los 21, creado en 1957, con el auspicio de la Municipalidad local y LT 10, la radio universitaria, que recientemente había iniciado una nueva etapa fogoneada por el Ing. Alberto Babini, Luis Horacio Bonaparte y el Instituto Social, ponían en escena “Historias para ser contadas” del dramaturgo argentino Osvaldo Dragún, conducidos por Carlos Catania y Rubén “Chiri” Rodríguez Aragón, recorriendo la mayoría de los barrios de clases humilde y media “para que el pueblo tenga acceso a la cultura”, como señalaban el escritor Eduardo Gudiño Kiefer y Jorge Vázquez Rossi.
Nota de dolor
Asimismo, había causado hondo pesar el fallecimiento del músico y director de orquesta Duilio Berardi, cuya agrupación animaba las principales veladas en los clubes e instituciones barriales más populares de la ciudad de Santa Fe, junto a las orquestas de Ricardo Klein, Raimundo Grasso, Alcides Sacchi, Orlando Sorbellini, la jazz Florida, Maracaibo, Los Estudiantes, Santa Alhoma, etcétera.