En el Iturraspe

Los trillizos que nacieron hace 15 días evolucionan favorablemente

Juan Ignacio, Aldana y Abril están bien y en proceso de recuperación nutricional. Recibirán el alta cuando lleguen a pesar dos kilos y puedan alimentarse por vía oral. Ahora lo hacen a través de una sonda.

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Con buen peso, el varoncito es el que más cerca está de alcanzar los dos kilos, aunque todavía se alimenta con sonda, al igual que sus hermanitas.

Foto: Néstor Gallegos

 

De la redacción de El Litoral

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A pesar del cansancio, Marta está feliz. Y no es para menos: Juan Ignacio, Aldana y Abril, los trillizos que nacieron el 10 de enero en el hospital Iturraspe, están bien y evolucionan favorablemente en la sala de Neonatología.

“El más grandecito ya pasó el peso con el que había nacido, porque había bajado mucho, ciento y pico de gramos”, cuenta la mamá, quien está acompañada por su pareja, Juan, y su hija de 13 años. “Tenemos turnos para entrar a Neonatología cada 3 horas. Tuvimos que pedir permiso para que también pueda entrar mi nena más grande, porque ni siquiera con la ayuda de las enfermeras alcanzamos”, explica Marta Nanzer, oriunda de Desvío Arijón.

Los trillizos son inquietos, sobre todo las dos nenas: “Anoche no pude ir al turno de las 12 ni al de las 3 de la mañana porque estaba con fiebre. Como Juan y la nena a esa hora ya se habían ido a dormir, estuvieron las enfermeras solas. ¡Pobres! Los bebés hicieron desastres, se portaron mal y se sacaron las sondas”, asegura la mamá, mientras se le escapa una sonrisa.

Marta pasó por una cesárea importante y eso le trajo algunas complicaciones: “El mismo día que me dieron el alta me quise ir a la Casita de las Madres, pero empecé con hipertensión, así que me dejaron en observación. Fue una cesárea muy grande; recién me sacaron los puntos hace dos días. Se me hinchan los pies y estoy con un poco de presión. Fue una operación muy grande y lleva tiempo recuperarse”, comenta.

Recuperación nutricional

Los “trilli”, como les dicen en la sala de Neonatología del Iturraspe, nacieron hace dos semanas y pesaron 1,770 kg. (Juan Ignacio), 1,625 kg. (Aldana) y 1,325 kg. (Abril). Según los médicos, son todos “muy buenos pesos” . Ahora, los respectivos pesos son de 1,795 kg., 1,595 kg. y 1,410 kg.

“El estado es bueno y están evolucionando bien”, asegura la doctora Cecilia Crisione de Neonatología y explica: “Están en recuperación nutricional, esperando aumentar de peso para poder ir a la casa. Tienen que superar los dos kilos y estar alimentándose por vía oral. Ahora lo están haciendo por sonda”. La mamá cuenta que “los dos más grandecitos (Juan Ignacio y Aldana) empezaron con el pecho estímulo, pero no succionan bien, así que no sacan leche”. Los médicos aseguraron que seguirán intentándolo hasta que los bebés se prendan a la teta.

La leche que les pasan por sonda es la que Marta se saca a diario, aunque también la refuerzan con leche para prematuros. La doctora Giménez, también de Neonatología, asegura: “El varoncito, que es el más grande, seguramente va a llegar antes a los dos kilos, pero lo que se acostumbra es que espere a sus hermanitos para que se puedan ir todos juntos y la madre les pueda dar el pecho a todos”.

Sólo una de las nenas está con luces, pero los médicos afirman que “es esperable en un prematuro que aumente la bilirrubina; por eso necesitan luz para bajarla”.

Consultados acerca de cuánto tiempo calculan que demorarán en llegar al peso deseado, los especialistas no definieron un plazo determinado: “Es difícil calcular cuánto tiempo más van a tener que quedarse; lo importante es que se van recuperando bien, sin ninguna complicación”.

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EL DATO

Ayuda

Quienes estén interesados en ayudar a Marta, Juan y los trillizos, pueden comunicarse al (0342) 154-628040.

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ADEMÁS

Ayuda, agradecimiento y pedido

Marta y Juan, padres flamantes de trillizos, viven en la casa de los padres de Marta, en Desvío Arijón, a 30 kilómetros hacia el sur de nuestra ciudad, en el departamento San Jerónimo. “Hace dos años que estamos edificando nuestra casa, pero como yo me quedé sin trabajo, nos atrasamos porque contábamos con un solo sueldo. Además tenemos dos chicos grandes que mantener, hay que mandarlos a la escuela, pagarle los colectivos”, explica Marta. “Encima yo no tengo un sueldo fijo, sino que trabajo haciendo changas”, agrega Juan.

Como informó El Litoral (10/01/09), Juan está construyendo una habitación para los trillizos, a la que le falta techar. En esta oportunidad, la pareja comentó que Desarrollo Social les dio un subsidio para que puedan comprar los materiales necesarios para terminar la construcción y más de 300 pañales. “Estamos muy agradecidos con la cantidad de gente que se acercó al hospital para traernos pañales. Ahora lo único que nos falta es que Juan pueda encontrar un trabajo fijo”, concluyó Marta.

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Marta y Juan están felices de ser papás y agradecen la ayuda de todas las personas que se han acercado al hospital.

Foto: Néstor Gallegos