La sociedad y el paradigma tecnológico actual
La tecnología, esa cosa mágica
Para el Dr. Esteban Serra, investigador del Conicet, se ha creado una percepción social “mágica” sobre la tecnología: mientras más simple se nos presenta, menos conocemos de ella.
Luciano Andreychuk
La relación entre el hombre y la tecnología (un hecho filosófico por antonomasia, al decir del propio Martin Heidegger) se ha vuelto un objeto de estudio “fetiche” de muchos investigadores, sociólogos y pensadores contemporáneos. Es que el impacto tecnológico -sobre todo en los últimos 50 años- ha transformado profundamente las relaciones sociales, los paradigmas cognitivo-conductuales, los desafíos educacionales, etc., de la sociedad moderna. La era digital, con sus redes virtuales, los mp3 y las realidades simuladas por ordenadores, está redefiniendo la íntima relación del hombre consigo mismo y con su medio.
La percepción social de esa relación -o cómo vemos los seres humanos a la tecnología, y de qué manera nos relacionamos con ella- fue abordada por el Dr. Esteban Serra, doctor en Ciencias e investigador independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), desde un original punto de análisis: la literatura de ciencia ficción.
Serra realizó una pormenorizada introducción sobre los orígenes de este género literario, en una línea cronológica que fue desde los relatos de Homero en La Odisea hasta sus máximos expositores en el siglo XX (Ray Bradbury, Tolkien, Lovecraft y Anthony Burgess, entre otros). Para Serra, la narrativa y cosmovisión de la ciencia ficción fue mutando en el tiempo hasta convertirse, en la actualidad, en un relato exclusivamente fantástico. Hoy se encuentran innumerables adaptaciones en las obras cinematográficas de Hollywood que dan cuenta de esto.
Complejidades aparentes
“Si la ciencia ficción fue y es un género que refleja la visión de la sociedad sobre la tecnología, la pregunta es: ¿cómo percibimos hoy los usos tecnológicos? La relación entre hombre y tecnología se ha vuelto mágica. Es decir, nos relacionamos con ella mágicamente, de una forma casi mística, así como los hombres de la antigüedad realizaban rituales para acercarse a los dioses, rindiendo cultos al fuego”, comparó Serra.
“Desde los años 90 la tecnología se volvió lisa, ergonómica. Cualquier dispositivo se controla apenas con un par de botones en un control remoto”, afirmó el especialista. “La tecnología perdió la complejidad aparente, el uso de los dispositivos electrónicos es fácil para cualquier persona. No tenemos una idea real de cuán complejo es el funcionamiento interno de un mp3 o un celular, por ejemplo. Entonces, hemos internalizado y naturalizado usos tecnológicos, pero en realidad no sabemos nada de la tecnología y por eso la transformamos en algo mágico, fantástico”, clarificó su argumentación.
Una nueva alfabetización
“Hoy, desde la educación media y universitaria deberíamos reflexionar en que esta percepción mágica de la tecnología es un punto a revertir. Deberíamos repensar la percepción social que hay sobre la tecnología para mejorar la relación que tenemos con ella. El avance tecnológico va por un carril que ya es diferente al de la sociedad. Va por fuera de nosotros”, expresó.
Todo esto se relaciona con una cuestión clave: ¿cómo concebir al ciudadano del futuro, donde la tecnología tiene una presencia determinante? ¿Qué repertorio de saberes técnicos tiene que manejar el hombre moderno para ser funcional, para adoptar decisiones acertadas, para poder elegir? Para Serra, “necesitamos plantear una nueva alfabetización que nos ayude a relacionarnos mejor con la tecnología, que nos enseñe a coexistir con ella, a no depender de ella, a usarla correcta y adecuadamente”, concluyó.
