Son muy parecidas a las langostas
Sin mosquitos pero con tucuras
La sequía no favorece el desove de mosquitos, pero fomenta el nacimiento de las tucuras, insectos similares a las langostas. La ciudad y sus alrededores no deben alarmarse. El problema está en el norte provincial.
De la redacción de El Litoral
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En los últimos días la sequía ha liberado a los santafesinos de los mosquitos, pero ha fomentado la aparición de un insecto muy parecido a la langosta: la tucura. Hace meses, junto al problema de la sequía, el norte provincial padece una plaga de tucuras, que si bien se parecen físicamente a las langostas, tienen un comportamiento diferente.
“Las dos desovan en tierra, en campos naturales, pero la langosta vuela, forma mangas (conjuntos) que oscurecen el cielo y come todo lo que encuentra a su paso. La tucura hace pequeños desplazamientos, a través de saltos, dentro de la misma zona”, explica el ingeniero agrónomo Jorge Bernabé, del Departamento Plagas de la Dirección General de Sanidad Vegetal, del Ministerio de la Producción de la Provincia.
Causas
Son varios los factores que han fomentado una eclosión de tucuras: “Cuando hay lluvia o humedad, los huevos son atacados por un hongo. En este momento, por el problema de la sequía, nace el 100% de los huevos. Además, la plaga, que siempre existió, es controlada por un ave, un aguilucho, pero al pulverizar la tucura con productos venenosos, también se mata al ave, porque come el insecto envenenado”, señala el ingeniero. Asimismo, el uso de elaborados tóxicos no sólo mata la tucura, sino también otros insectos que son los que controlan naturalmente esta plaga. Finalmente, por la falta de agua, tampoco hay pájaros (por ejemplo, en San Cristóbal), que serían otros depredadores naturales.
Desde el norte
En Villa Ángela (Chaco), hay un complejo de tucuras que incluye nueve especies. Al norte de la provincia de Santa Fe, en Cañada Ombú y Vera, existe la “tucura quebrachera”, cuyo nombre científico es Tropidacris collaris, y es un problema en Santiago del Estero.
Bernabé detalla que la tucura quebrachera mide unos 12 cm. aproximadamente y tiene un comportamiento distinto al de la tucura común, que es más chica (entre 3 y 4 cm., aunque la hembra puede ser más grande): se alimenta de pastos, después come hojas de ramas bajas y finalmente se trepa a los árboles y come madera. Esta tucura quebrachera, que impresiona por su tamaño, está llegando a Gálvez y Desvío Orejón, y puede ser la que han visto varios lectores de El Litoral que han enviado fotos.
Por otra parte, en la zona también se pueden encontrar tucuras comunes, que son de menor tamaño y se alimentan de gramíneas, como un sorgo cultivado. Pero cuando no encuentran más alimento, pueden comer soja o alfalfa.
“¿Quién tiene la culpa?”, se pregunta el ingeniero, ante lo que responde: “Nosotros. Al eliminar los campos naturales y los montes, que son su hábitat natural. Estos animales se trasladan a donde hay árboles; acá están comiendo hasta paraísos. Pero todavía no es un problema como en Santiago del Estero”.
Las tucuras tienen un solo ciclo: en agosto-septiembre empiezan a nacer los huevos y se desarrollan hasta llegar a adultas. “En este momento pueden estar desovando nuevamente y la preocupación en el Chaco, es que este desove sea mayor por la sequía”, asegura Bernabé.
¿Qué se puede hacer para evitar la plaga? “Una alternativa hubiese sido pulverizar las pasturas, con aplicaciones localizadas, no sólo en los campos (que eso lo hicieron algunos productores), sino que lo correcto es también incluir las banquinas y caminos. El tema es que ciertos productos no sólo matan la tucura, sino también otros insectos que pueden controlarla, con lo cual se está haciendo otro daño ambiental”, explica.
¿No existen productos específicos para la tucura? “Claro que sí, pero son muy caros (400 dólares el litro). Por eso desde el Ministerio de la Producción, preferimos usar ese dinero para darles forraje y agua a los productores”, argumenta.
Como medidas a futuro, desde la cartera provincial se planea realizar “monitoreos tempranos” durante los meses de agosto-septiembre, que es cuando empiezan a nacer los huevos. “Tenemos que estar atentos a los nacimientos y pulverizar cuando las tucuras todavía son chiquitas como mosquitas y están agrupadas, lo que facilita la tarea de control”, concluye Bernabé.
Varios lectores, preocupados por una posible plaga, enviaron fotos de los insectos que encontraron.
Foto: Periodismo ciudadano (www.ellitoral.com)
Grillos y mosquitos
Consultado acerca de los grillos, el ingeniero Bernabé señala que recién está comenzando la época. Asimismo, en relación a la ausencia de mosquitos, asegura que se debe a la sequía, que evita que se formen charcos de agua estancada, que es donde desovan.