La decisión amenaza con provocar una catástrofe humanitaria en el país

El presidente sudanés expulsa a 13 ONG’s y denuncia “neocolonialismo” occidental

La Corte Penal Internacional ordenó el arresto de Omar el Bechir por crímenes de guerra y contra la humanidad.


 

 

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Omar el Bechir, el cuestionado presidente sudanés, dijo que “hace 20 años que estamos bajo la presión del neocolonialismo”.

Foto: AGENCIA EFE

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AFP-EFE-Télam

El presidente de Sudán, Omar el Bechir, denunció el “neocolonialismo” occidental al justificar la expulsión de más de una decena de organizaciones no gubernamentales internacionales de Darfur (oeste), acusadas por Jartum de colaborar con la Corte Penal Internacional (CPI).

Al menos 13 ONG’s han sido conminadas a abandonar el país a raíz de la orden de detención lanzada el miércoles por la CPI contra el presidente sudanés por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Estados Unidos y la Unión Europea exhortaron al gobierno de Jartum a reconsiderar su decisión, que amenaza el envío de una ayuda humanitaria vital para cientos de miles de civiles.

“Hace 20 años que estamos bajo la presión del neocolonialismo y de sus instrumentos como la CPI, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el Fondo Monetario Internacional” (FMI), recalcó Bechir en un duro discurso ante más de 10.000 manifestantes concentrados en el centro de Jartum.

El presidente confirmó la expulsión de diez ONG’s activas en Darfur, donde está presente la misión humanitaria más importante del mundo, según la Oficina de Coordinación de los Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha).

“Expulsamos a diez ONG porque violaron las leyes del país y no respetaron sus mandatos”, explicó Bechir en un consejo de ministros.

Otras ONG’s podrían sufrir la misma suerte, previno el jefe de la Comisión sudanesa de Asuntos Humanitarios (HAC), Hassabo Mohammed Abdu Rahman, al tiempo que acusó a la decena de organizaciones ya expulsadas de haber “colaborado” con la CPI.

La ONU anunció anoche que otras tres ONG’s fueron invitadas a irse de Sudán, con lo que la cifra total de organizaciones expulsadas es de 13.

Daños “irreparables”

En Nueva York, Ban Ki-moon afirmó en un comunicado que esas expulsiones corren el riesgo de “causar daños irreparables en las actividades humanitarias” de Darfur, donde la guerra civil en curso desde 2003 ha causado 300.000 muertos, según la ONU -10.000 según Jartum-, así como 2,7 millones de desplazados. La subjefa de operaciones humanitarias de la ONU, Katherine Bragg, denunció posteriormente que la decisión de Sudán de expulsar a ONG de Darfur es contraria a las promesas del gobierno sudanés de que la ayuda humanitaria no sería afectada en caso de una orden de detención contra el Bechir.

A semejanza de Ban, Washington y la Comisión Europea, exhortaron a Jartum a reconsiderar su decisión. En este sentido, el departamento estadounidense de Estado consideró que incluso va “contra los propios intereses de Sudán”.

“Cientos de miles de vidas están en juego”, dijo el portavoz de la Comisión Europea para los temas de ayuda humanitaria, John Clancy.

Las ONG’s expulsadas son las francesas Solidarités y Action contre la Faim (ACF), Médicos Sin Fronteras (MSF-Francia y Holanda), el Consejo Noruego de Refugiados, las estadounidenses Care, IRC, Mercy Corps y CHF y las británicas Oxfam y Save the Children.

“Representan cerca de la mitad” de los programas de la ONU sobre el terreno, explicó un alto responsable de la ONU que pidió el anonimato. “Eso tendrá un impacto inmediato en el envío de la ayuda humanitaria” a Darfur, subrayó la misma fuente.

Las agencias de la ONU, entre ellas el Programa Mundial de Alimentos (PMA), suministran víveres y ayudas a 4,7 millones de personas en Sudán; 2,7 millones de ellas en Darfur.

Unos 16.500 trabajadores humanitarios operan en Darfur; el 95% de ellos es de origen sudanés, con contratos locales.

“La decisión (de Bechir) corre el riesgo de hacer perder sus empleos a miles de sudaneses que trabajan para esas ONG”, subrayó la fuente de la ONU.

Por su parte, la Organización Islámica para la Educación, las Ciencias y la Cultura (Isesco), con base en Rabat, rechazó ayer la orden de arresto contra Bechir, denunciando que “refleja la política de doble rasero seguida por las superpotencias, tergiversando así las normas de justicia y el derecho internacional”.

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El presidente sudanés expulsa a 13 ONG’s y denuncia “neocolonialismo” occidental

Seguidores del presidente de Sudán, Omar Al Bachir, muestran retratos tachados del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el argentino Luis Moreno Ocampo, al norte de Jartum. Las pruebas presentadas por Moreno Ocampo sobre la actuación de Bachir en la guerra de Darfur determinaron que la CPI ordenara su arresto.

Foto: AGENCIA EFE

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EL DATO

No cambiará de política

La orden de captura de la Corte Penal Internacional (CPI) contra el presidente Omar el Bechir no cambiará la política de Sudán, dijo hoy el jefe de Estado. “La decisión de la CPI no cambiará los planes y programas del gobierno”, dijo Bechir a los miembros de su partido y de la oposición en una reunión ayer, informó la agencia oficial Suna.

Bechir, de 65 años, es reclamado por la CPI por crímenes de guerra y contra la humanidad en Darfur.

El presidente llegó al poder en 1989 mediante un golpe de Estado militar. En 2000 ganó las elecciones presidenciales con el 87% de los votos, en unos comicios considerados una farsa por la oposición. Este año deberían celebrarse unas nuevas elecciones generales, pero la fecha está aún por determinar.

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LA CLAVE

Rebeldes celebran

El principal grupo rebelde de la región sudanesa de Darfur, el Movimiento para la Justicia y la Igualdad, celebró la orden de arresto dictada por la Corte Penal Internacional contra el presidente sudanés, Omar al Bachir. “Éste es el día más feliz en la historia del pueblo de Darfur”, afirmó el portavoz del grupo rebelde, Ahmed Husein Adam, en un desfile militar, en medio de gritos de celebración, difundido por la cadena qatarí de televisión Al Jazira. El gobernante sudanés se convirtió así en el único jefe de Estado en ejercicio cuya detención es requerida por un tribunal internacional. Sudán no reconoce a la CPI y su gobierno ya ha dicho que no cumplirá la orden.