TN en Bahía Blanca

Fue Apto para los “primerizos”

Uno, el santafesino José Yannantuoni, debuta como vencedor en la Clase 2. El otro, Esteban Tuero, gana por primera vez con otra marca de auto y nuevo equipo.

De la redacción de El Litoral/Agencia DyN

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Las verdad es que más allá de algunas maniobras y/o actitudes antideportivas, el Turismo Nacional brindó nuevamente un excelente espectáculo en la segunda fecha, corrida ayer en el circuito Ezequiel Crisol de la ciudad de Bahía Blanca. Fundamentalmente en la Clase 3, donde Esteban Tuero ganó con una nueva marca (ahora corre con un Chevrolet Astra del equipo Arana Ingeniería Sport, mientras que en 2008 fue campeón con un Ford Focus del team FP Racing). Segundo resultó el santafesino Fabián Yannantuoni, con otro Astra y tercero culminó otro piloto de nuestra provincia, Iván Saturni a bordo de un Renault Clío, quien logró esa colocación a metros de la llegada, cuando Carlos Okulovich (Honda Civic) tuvo un inesperado “quedo”, arribando cuarto. En tanto, otro piloto de esta región del país, Ignacio Boero con el Citroën C-4, arribó en la novena posición y de esa forma se convirtió en el líder del campeonato de la divisional mayor.

En lo que refiere a la Clase 2, con un andar contundente y después de superarlo magníficamente al Peugeot 206 de Adrián Percaz, el jovencito José Yannantuoni (primo de Fabián), oriundo de Capitán Bermúdez, llegó por primera vez a la cima del podio y nada menos que con un VW Gol, demostrando que ese modelo continúa en vigencia en la reñida categoría menor del TN. Destacable fue la gran cantidad de espectadores (unos 15 mil), que se dieron cita en Aldea Romana, con una programación que tuvo retraso en las primeras horas de la mañana, a raíz de una espesa niebla.

La Tres

En la final Tuero partió desde la segunda fila pero rápidamente tomó la delantera al pasar por adentro a Patricio Di Palma (Focus) y a Okulovich, quedando como puntero de la competencia. Marcelo Bugliotti fue quien le arrebató el primer puesto promediando la misma, pero la lucha entre ambos se tornó muy áspera y todo terminó con el auto del ex F-1 sin su paragolpes trasero y con el cordobés excluido con bandera negra (ver aparte). Sin Bugliotti, el piloto de Caballito se encaminó hacia la victoria. Los de nuestra zona tenían poca fortuna. Hang venía sumando buenos puntos pero primero se tocó con Moriatis y en la última vuelta con Diego Bañón, motivo por el cual fue excluido. A propósito del rafaelino Bañón, no está conforme con el andar del Peugeot 307 y en unos 10 días hará exhaustivas pruebas. Por el lado de “Cachi” Canela, también abandonó con el otro 307. Omar Suriani remontó puestos y concluyó en el lugar 11. Guillermo Albertengo y después de un parcial muy bueno con el Focus, llegó 19no. En el certamen, “Nacho” Boero es el puntero del mismo, levándole 3 puntos a Tuero y 5 a Bugliotti.

La Clase Dos

En una carrera accidentada, de desenlace ajustado y emotivo, José Yannantuoni (VW Gol), se impuso por muy poca diferencia por sobre Adrián Percaz (Peugeot 206), que lo buscó por todos lados en los giros finales pero no lo pudo pasar al santafesino, que demostró serenidad para conservar el lugar de privilegio. Segundo llegó Percaz y tercero finalizó Iván Arbusti (santafesino de Tortugas). Cuarto terminó Iván Cicarelli de Villa Gobernador Gálvez, con un Clío; 5º Roberto Luna (Clío); 6º Andrés Chiriano (Clío); 7º Luis Estivill (Corsa); 8º Leandro Andreani (Corsa); 9º Diego Pérez (Corsa); 10º Luciano Larroudé (Clío). Otros pilotos de Santa Fe, ocuparon los siguientes sitiales: 13º Darío Ippólito (Corsa); 17º Mariano Morini (P. 206); 18º José Costamagna (Fiesta); 24º Damián Romero (abandonó con el Fiesta). Desertaron: Carlos Longhi y Maximiliano Abriata. El sunchalense Javier Penezone (Chevrolet Corsa), no clasificó para la final. Campeonato: 1º Cicarelli, con 51 puntos; 2º Larroude, con 45; 3º Percaz, con 41.

En la largada de la carrera, Alejandro González se llevó la peor parte de un choque múltiple, ya que sufrió un traumatismo de columna, un corte en el rostro y la fractura del dedo mayor de su pie derecho, siendo trasladado a un nosocomio de Bahía Blanca. Luego, Lucas Mohamed se despistó y sufrió un fuerte golpe que obligó a los médicos a trasladarlo al centro asistencial del autódromo con cuello ortopédico por precaución, aunque su estado no revestía gravedad. La próxima fecha será el 29 de marzo en Río Hondo.

Fue Apto para los “primerizos”

Es así. “Lo pasé a Percaz en el momento justo y pude ganar mi primera carrera. Estoy muy feliz por ello”, manifestó José Yannantuoni.

Foto: Gentileza/Prensa APAT

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EL DATO

Seat, Müller y Tarquini

El equipo español Seat Sport dominó de manera aplastante la primera cita del Campeonato Mundial de Turismo (WTCC), en el circuito brasileño de Curitiba, al copar las cuatro primeras ubicaciones en las dos carreras disputadas. El francés Yván Müller (actual campeón), y el italiano Gabriele Tarquini, ambos con Seat León TDI, se repartieron los triunfos en las dos primeras carreras del certamen.

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análisis

“Chapa y chapa”

Daniel Monticelli

El choque múltiple ocurrido en la largada de la final de la Clase 2 del TN en Bahía Blanca, —en el que se vieron involucrados los autos del reconquistense Carlos Longhi, Maximiliano Fontana y Alejandro Leguizamón—, tiene que hacer replantear algunas cosas. Al primero de los mencionados se le quedó parado el Clío en la grilla; Fontana —el último ganador en La Plata— también tenía problemas en el otro Renault e intentó “remolcarlo” para sacar ambos vehículos de una situación de inminente peligro; pero apareció el Citroën C-3 de Alejandro Leguizamón y como venía se incrustó sobre el vehículo de Fontana y éste contra el de Longhi.

Sinceramente, haciendo un poco de memoria se nos vino a la mente la maniobra que hizo Fayanas en el 2006 en la final del TC Pista en Rafaela, cuando se despistó el Dodge de Noya y Miler (se corría con acompañante) y a unos doscientos metros venía el Falcon de Fayanas. Éste no hizo nada por evitar el encontronazo, les pegó de lleno en los laterales del auto y el golpe tuvo consecuencias fatales para Noya y Miler.

Ayer, y si bien ningún accidente tiene la misma cadencia, no ocurrió algo similar de pura casualidad. Leguizamón, que largaba desde el fondo del pelotón ¿no tenía tiempo para frenar y esquivar a los dos Clío? Al parecer no, porque les pegó de lleno y los autos (sobre todo el de Fontana) quedaron prácticamente destruidos. Acá la pregunta cae por propio peso: ¿están aptos algunos pilotos para tener la licencia deportiva? Buena pregunta, ¿no? O se trata simplemente de recaudar...

Leguizamón ¿iba bien atado con los cinturones de seguridad o simplemente los tenía de “adorno”? (cuenta con una contextura física robusta). Sobre este punto, los que siguen al TN desde hace tiempo me previnieron sobre un antecedente: “Acordate que en la carrera de Posadas de 2008, Leguizamón se vio involucrado en un accidente y también “cedieron los cinturones” (¿?).

Ahora bien, va a parecer que uno tiene algo personal contra el bonaerense (debo mirarle el buzo para saber quién es Leguizamón). No es así, para nada. Son las autoridades de la categoría y los que fiscalizan el automovilismo quienes tienen/deben hacer correr a quienes están en condiciones de hacerlo.

Los que están a cargo del contralor de las carreras evidenciaron un fin de semana “desacertado” (por ser benévolos) en cuanto a la toma de decisiones sobre algunas maniobras y/o conductas en pista. Para muestra ¿qué esperaban para sacarle bandera negra (exclusión inmediata de la prueba) a Bugliotti, después de tocarlo a Tuero cuando luchaban por la punta en la carrera de la 3? Es más, ya tenían que haberlo sancionado duramente el sábado, cuando después de las pruebas de clasificación confesó públicamente que a Ignacio Char lo había chocado deliberadamente, porque “me hizo abortar la vuelta rápida...”.

La actividad que nos ocupa es riesgosa por sí misma; entonces, ¿por qué agregarle “condimentos” para que sea más peligrosa aún? Acá no se trata de un “chapa y chapa”, no hay que olvidarse que hay vidas humanas en juego. Nada menos.

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Esteban Tuero fue el gran ganador en Bahía Blanca.

Foto: Flavio Raina