Al margen de la crónica

Un año sin respuestas

Se cumple hoy un año de la protesta agropecuaria contra la Resolución 125, por la que el gobierno buscó aplicar retenciones móviles a las exportaciones de granos. Y todos coinciden en señalar que, a un año, no hay respuestas.

Eso se refleja en la veintena de movilizaciones de productores y empleados de la agroindustria que hoy tienen lugar en diversas provincias, donde se insiste en resaltar las escasas acciones del gobierno.

En los doce meses hubo poco diálogo y más enfrentamientos. Quedó la sensación de que el gobierno siempre discriminó al campo, aun cuando se dio cuenta de que la crisis financiera internacional comenzaba a golpear fuerte sus finanzas por la caída de los precios de las manufacturas. Y, a pesar del voto “no positivo” del vicepresidente, Julio Cobos, que evitó un mayor enfrentamiento, los objetivos de las partes no se alcanzaron. El gobierno no logró mayor recaudación para atender cuestiones sociales y el campo siguió perdiendo rentabilidad, objetivo esencial de sus cuestionamientos.

El gobierno consiguió lo que parecía imposible hasta hace un año: la unión de todas las entidades -de orígenes tan disímiles- que representan a los chacareros, sean pequeños, medianos o grandes productores. Los emergentes de ese acuerdo hoy se perfilan hacia el escenario político, quizá porque los políticos -no todos, es cierto- no supieron interpretar el reclamo. El interior fue caja de resonancia de esa posición que hoy parece volver a activarse porque, más allá de los discursos oficiales, lo que aún falta, después de un año, son las respuestas.