En Santo Tomé
Apareció el auto robado a las TOE frente a Jefatura
La Patrulla Motorizada del Comando Santo Tomé encontró el Fiat Siena robado a las Tropas de Operaciones Especiales.
José Luis Pagés
El Fiat Siena gris con chapa patente CPP 230, vehículo que se halla bajo caución judicial y está al servicio de las Tropas de Operaciones Especiales apareció abandonado ayer en las calles de Santo Tomé.
El automóvil encontrado por la patrulla motorizada del Comando Radioeléctrico había sido sustraído durante la mañana del domingo desde la playa de estacionamiento que, en pleno centro de nuestra ciudad, comparte el Ministerio de Seguridad con la Secretaría de Seguridad Pública y la Jefatura de Policía de la Provincia.
La sorprendente desaparición del rodado en Santa Fe no pudo menos que despertar suspicacias en cuanto ocurrió, cuando se hacían públicos los resultados de lo actuado por las TOE en el marco de la investigación de dos casos de secuestros extorsivos registrados en el ámbito jurisdiccional de la URI.
Pero si la sustracción registrada en la zona céntrica de nuestra ciudad resultó alarmante, no fue menos llamativo que la patrulla diera con el rodado a las 18 de ayer en la vecina Santo Tomé, ciudad donde se produjo uno de los secuestros investigados y donde dos sospechosos fueron arrestados durante el último fin de semana.
Al parecer, el Fiat Siena robado a las TOE frente a la Jefatura santafesina habría sido abandonado en Colón y Lavaise por dos o tres desconocidos ayer a la mañana, después de que la noticia acerca del robo tomara estado público a través de la páginas de este diario bajo el título “Sospecha de una interna feroz”.
Al Fiat, dijo una de las fuentes consultadas hoy, no le faltaba nada y estaba en buen estado, con ello es dable imaginar que el robo no fue obra de delincuentes comunes porque éstos ya lo habrían desguazado o lo habrían sacado de la provincia como ocurre con frecuencia.
El extraño robo del auto en pleno centro, frente al emblemático edificio que ocupa la Jefatura de Policía, se dio al cabo de una semana marcada por episodios delictivos que parecieron coincidir con la intención de acentuar el estado de inseguridad en barrios como Guadalupe, Candioti y Constituyentes donde noticias como las relacionadas con secuestros extorsivos son recibidas con especial sensibilidad porque se viven como una amenaza cercana.
La cantidad, como la magnitud y la simultaneidad nada azarosa de los delitos -cuyos autores permanecen impunes-, permite sospechar la actuación de un sector interesado en preservar o ganar el espacio dentro de instituciones supuestamente tocadas por el poder corruptor de la plata negra.
