Violador absuelto

La fiscal se defiende

Télam

La fiscal de San Isidro investigada por cometer un supuesto error técnico en la incorporación de un informe médico que permitió la absolución de un acusado de la violación de una joven discapacitada, dijo hoy que el documento cuestionado no se usó como prueba contra el imputado.

“Ese documento es un fax enviado por el hospital y que le faltaba un pedazo (...) Lo que es importante remarcar es que no se usó como prueba en contra del imputado. Era más una prueba de descargo. La defensa la usó durante todo el proceso”, aseguró esta tarde a la prensa la fiscal María del Carmen Gigante.

Esta instructora judicial recordó que cuando se pidió la prisión preventiva del acusado, el abogado de la defensa apeló la medida “y usó como elemento, describiéndolo perfectamente párrafo por párrafo, ese informe diciendo que el mismo era negativo”.

Y agregó que cuando elevó la causa a juicio oral, lo hizo con “dos agravantes” en la acusación y que fue la Sala III de la Cámara de Apelaciones de San Isidro la que “bajó (desestimó) el (agravante) de acceso carnal haciendo referencia al informe médico tan cuestionado”.

Sobre el fallo de la Cámara, sostuvo que “todos los indicios” en los que ella se basaba eran “ciertos y valederos, hasta el de presencia y oportunidad”.

“La sala tomó todos los testimonios pero, como el informe médico dice que no hay lesión de reciente data y que tiene una desfloración de antigua data, no pudo tener por acreditada la violación”, explicó.

Para la fiscal Gigante, en definitiva, el fallo “no dice que el informe no es válido, sino que el informe dice que no puede probarlo (el acceso carnal) por este medio”.

El caso trascendió el jueves pasado cuando el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de San Isidro tuvo que absolver al imputado Francisco Javier Centurión (45) porque el informe médico donde constaba que la chica había sido abusada carecía del nombre, la firma y el sello del profesional interviniente.

La víctima, de 20 años pero con mentalidad de 11 por un retraso madurativo, relató ante los jueces cómo era sometida por el acusado y el médico forense constató que tenía desfloración.

No obstante, ese peritaje fue incorporado a la causa sin firma ni sello, por lo que tuvo que ser desechado como prueba.

Tras una reunión con la madre de la chica, el Ministerio de Justicia logró en una hora y media ubicar el médico actuante y obtener el original del certificado en cuestión, el cual será presentado en la apelación del fallo.