El mayor estafador de Wall Street

Madoff espera en su celda

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Ésta es la celda del Centro Correccional Metropolitano, en Nueva York, en la que Bernard Madoff permanece detenido acusado de un fraude masivo por unos 50.000 millones de dólares.

Foto: AGENCIA AFP

El financista estadounidense Bernard Madoff permanecía en una celda de Manhattan en lugar de en su lujoso departamento, mientras sus víctimas esperan que los investigadores descubran a sus cómplices del fraude de más de 50.000 millones de dólares y, quizá, algo de su dinero antes de que se dicte sentencia el 16 de junio próximo.

Madoff, de 70 años, que el jueves reconoció ante un tribunal haber orquestado el fraude masivo y se declaró culpable de 11 cargos, es ahora el preso 61727-054 del Centro Correccional Metropolitano.

Los abogados del financista apelaron la decisión de revocar la libertad bajo fianza, que provocó su encarcelamiento, indicó ayer el tribunal.

La apelación fue fijada para el 19 de marzo, y su sentencia será conocida el 16 de junio, informó un vocero de la corte.

Varios tabloides publican en primera plana fotos de una celda similar a la del hombre de negocios ahora en desgracia, de 5,5 metros cuadrados y equipada con dos camas estrechas superpuestas, una mesita, un taburete y una ventana con rejas. Los diarios precisan que el baño se encuentra dentro de la celda.

El horario es estricto: levantarse a las 6, comer a las 11 y cenar a las 17. El preso tiene derecho a un recreo por día, durante el cual puede jugar al ping-pong, ver televisión o leer, según la administración penitenciaria citada por el diario Metro. Uno de cada dos días puede dar un paseo en una terraza vallada.

En tanto, algunas de las víctimas de Madoff se han quejado de la falta de un juicio, porque al declararse culpable en Estados Unidos se evita al acusado comparecer ante un gran jurado.

“Juez, usted tenía la oportunidad de encontrar nuestro dinero”, dijo el jueves al tribunal Ronnie Sue Ambrosino, que preside un grupo de unas 300 víctimas de Madoff. “Queremos un juicio, queremos escuchar a las víctimas. ¡Pero también queremos saber dónde está nuestro dinero!”, exclamó.