En 2008, en Santa Fe, Recreo y Monte Vera se cultivaron 1.715 hectáreas menos que en 2002
Diseñan estrategias para que el cinturón verde recobre impulso
Para fortalecer la producción de hortalizas de hoja se prevé introducir mejoras técnicas, como riego por goteo y mediasombra. Incorporar frutales, plantaciones de frambuesas y producción orgánica son otras alternativas en estudio.

En la zona norte de nuestra ciudad se cultiva preferentemente verdura de hoja verde.
Foto: Archivo El Litoral - Amancio Alem
De la redacción de El Litoral
Según datos de un informe preliminar de la Agencia Experimental Ángel Gallardo del Inta, en Santa Fe 30 productores cultivaron entre 2007 y 2008 145 hectáreas en el cinturón verde, ubicado en el extremo norte de la ciudad. Sumando a las localidades limítrofes de Recreo y Monte Vera, donde la horticultura está mucho más desarrollada, la superficie cultivada total asciende a 1.839 hectáreas.
Al comparar los datos con 2002, se observa una drástica caída de la superficie cultivada: ese año se destinaron 3.554 hectáreas a la producción frutihortícola, 1.715 hectáreas más que en los últimos dos años.
Como se ve, el aporte de Santa Fe en la cadena de producción de hortalizas es escaso. Con el objetivo de que el sector recobre impulso, la Secretaría de la Producción de la Municipalidad diseñó algunas estrategias, escuchando las voces de los productores, de la Sociedad de Quinteros y de la Mesa Frutihortícola de la provincia. También sumó la opinión de especialistas de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Litoral y del Inta.
Los problemas detectados a lo largo y ancho del cordón son la pérdida de hectáreas en manos de la soja; la escasez de mano de obra; el trabajo informal que no se encuadra en la legislación laboral vigente; y el paulatino envejecimiento de los productores.
“Vimos, en este sector, la necesidad de generar empleo y de calidad”, aseguró el secretario de la Producción, José María Chemes. Y las dos razones principales devienen de beneficios concretos: “La actividad frutihortícola es muy demandadora de empleo -unas 10 personas por hectáreas es algo lógico, lo cual es mucha gente-, aunque el asunto es generar los mecanismos para que ese empleo sea formal, registrado y rentable en el tiempo. Segundo, por la calidad de vida de las ciudades que necesitan un pulmón verde de oxigenación. Si se sigue perdiendo, degradará nuestra área metropolitana”, resumió el funcionario.
En el corto plazo
Una primera línea de acción -a iniciar en el corto plazo- apunta a fortalecer la actividad actual, que es la producción de hortalizas de hoja: cuatro variedades de lechuga, acelga, espinaca y repollo, en su mayoría. La idea es ofrecer a los productores mucho asesoramiento técnico y que introduzcan mejores prácticas, fundamentalmente, riego por goteo y mediasombra.
En esto, se encuentran trabajando profesionales de la Facultad de Agronomía.
También en lo inmediato se propone introducir cultivos alternativos, para lo cual se analizan distintas alternativas técnicas y comerciales. Entre las propuestas, se estudia sumar otras hortalizas, pero también frutales. “Apuntamos a que trabajen de forma asociativa, es decir, que produzcan una cantidad tal que haga al negocio interesante con fines de exportación, y que le incorporen como valor agregado el rubro de congelados”, dijo el secretario.
Esta última opción centró la mirada en la frambuesa. Como tiene una estacionalidad distinta a la frutilla “permite utilizar las capacidades instaladas que hay en la zona de Coronda y de Arroyo Leyes, cuando las cámaras de frío están sin uso. Esto ha despertado el interés de los industriales de Coronda, fundamentalmente, quienes ya tienen contactos comerciales producto de la exportación de frutilla”, agregó.
Mediano y largo plazo
El proyecto también se plantea metas a mediano plazo, con la introducción de otros frutales de tipo perenne, como peras, manzanas e higos, que permitan darle otras características al cinturón.
Con una proyección más larga en el tiempo, se estudia la posibilidad de introducir algunas experiencias de producción orgánica. Se han iniciado algunos contactos con Las Brisas -una planta de producción orgánica de frutillas- y se analiza generar alguna línea de crédito que permita implementar esta alternativa al productor que esté interesado. Precisamente, el 14 de abril está previsto que lleguen profesionales para avanzar con esta idea.
Además, en lo que respecta a la comercialización, la Secretaría de la Producción se ha puesto en contacto con la Agencia Española de Cooperación Internacional para propiciar la venida de un consultor de ese país -de la empresa Mercasa-, especialista en gerenciamiento y consultoría de mercados municipales. El objetivo es realizar un diagnóstico de la comercialización frutihortícola en la ciudad y, que a la vez, sea un aporte de ideas para rehabilitar los mercados municipales. Ése es el destino que pretende darle el municipio al Mercado Norte. El consultor llegaría a Santa Fe los primeros días de junio y se quedaría una semana.





