Las primeras se construyen en Helvecia

Falta menos para concretar el sueño de las viviendas rurales

Benefician a 3 familias de pequeños productores y se construyen en sus propios terrenos. La mano de obra corre por su cuenta y tendrán 25 años para pagar los materiales en cuotas accesibles sin interés.

CAMPO_P6_CTRAL.JPG

“Mi casa”. La posibilidad de contar con una vivienda digna en el campo propio puede ser la diferencia entre permanecer o emigrar

Fotos: Juan Manuel Fernández

Juan Manuel Fernández

[email protected]

La vivienda digna es una de las necesidades más urgentes que tiene el campesinado. Sin ella, a las familias de pequeños productores se les hace mucho más difícil seguir residiendo en el campo; y en más de un caso contribuye con el proceso de migración hacia los cordones de miseria urbanos.

Pocos kilómetros al oeste de Helvecia, Norma Odriozola y su familia (5 personas en total, incluidos sus hijos y nietos) viven en una precaria vivienda que consta tan solo de una pieza y una “cocinita”. No tienen mayores inconvenientes para procurarse el sustento en sus dos hectáreas y media gracias a la cría de aves de granja, cerdos, ovejas y algún que otro machito holando traído desde la zona tambera. Pero, entre otras incomodidades que les genera la precariedad habitacional, cada vez que recrudece el invierno es como si las heladas ignoraran la chapa desnuda que tienen por techo y les pegaran de lleno en el cuerpo. La más perjudicada es Norma, ya que se acentúa su hipertensión arterial y debe ser recurrentemente hospitalizada.

Gracias a la gestión del Programa Social Agropecuario (PSA) y al apoyo del gobierno comunal de Víctor Flores, en Helvecia se construyen las primeras 3 viviendas rurales de la provincia y la familia de Norma es una de las beneficiarias. En el prolijo patio de tierra, pegada a la casa original, se yergue una nueva construcción que, cuando sea casa, no solo tendrá 3 habitaciones, baño y cocina comedor, sino también un cielorraso que los aisle del rigor invernal.

Esfuerzo conjunto

La iniciativa de llevar a cabo un plan de viviendas rurales surgió ante la necesidad del pequeño productor de seguir viviendo en el campo, por lo que se buscó un organismo capaz de encarar el plan de obras en lotes propios. “Fue un proceso bastante largo, con muchas trabas, que se hizo con la Dirección Provincial de Vivienda, las comunas que se sumaron y el PSA, que fue el que tomó la iniciativa”, relató Blanca Sonsogni, delegada del Programa Social Agropecuario en la zona y titular de la flamante Asociación de Pequeños Productores de Helvecia. En total les llevó 2 años armar el proyecto en la Dirección de Vivienda de la provincia.

El plan inicial fue de 12 viviendas, pero el número disminuyó debido a los requisitos indispensables que se les exigen a los beneficiarios: título y mensura del terreno e impuestos al día, documentación que no todos tienen en regla, ya sea porque son campos heredados sin el trámite de sucesión o porque se explotan en condominio con hermanos o parientes. Finalmente se inició la construcción de 7 casas, 4 urbanas y 3 en el campo.

Las edificaciones se realizan mediante dos sistemas: por autoconstrucción del beneficiario o construida por la administración comunal. “Como el pequeño productor no tiene cómo demostrar los ingresos, entonces se hace por autoconstrucción y la comuna avala que ellos tienen los medios para pagar una cuota mensual”, relató Blanca, y remarcó que no “no se las regalan, no son viviendas sociales, ellos las van a pagar a 25 años sin intereses con una cuota fija que en este momento es de $65”.

Semejante posibilidad no es poca cosa para las familias campesinas de la zona. “Nosotros teníamos siempre la ilusión de progresar pero nunca podíamos por razones económicas”, explica Norma, como si hiciera falta. De todos modos, tampoco les resulta cómodo acceder a estas viviendas. “Ellos nos dan el material a pagarlo a 30 años y nosotros tenemos que hacerla o pagar la mano de obra, cosa que nos cuesta un montón porque mi marido trabaja en el campo en Manucho y casi que fueran dos casas para mantener”, relata, mientras acuna en sus brazos a su nieto Bruno.

No es tan fácil como parece

Para los beneficiarios de las viviendas rurales en Helvecia, los contratiempos lamentablemente no se terminan y el final de obra sigue demorándose. Los trastornos administrativos que generó el cambio de gobierno provincial, combinado con las vacaciones, retrasaron 6 meses los trabajos, por lo que las edificaciones, que debieran haberse finalizado en diciembre de 2008, todavía están a medio construir. A su vez, la demora desactualizó los presupuestos y obligó una redeterminación de fondos, puesto que los $21.900 que originalmente costaba construir cada unidad habitacional se duplicaron hasta superar los $41.000 en la actualidad.

La buena noticia es que está en estudio un nuevo cupo para construir otras 6 viviendas rurales en la zona.

 

El plan inicial fue de 12 viviendas, pero el número disminuyó debido a los requisitos: título y mensura del terreno e impuestos al día

 
CAMPO_P6_B.JPG

Crecer en el campo. La actual casa de Norma Odriozola, en la que viven 5 personas, consta de una pieza y una cocina. La nueva tendrá 3 habitaciones y cocina comedor.

CAMPO_P6_ENPALABRAS.JPG

“Como el pequeño productor no tiene cómo demostrar los ingresos, entonces se hace por autoconstrucción y la comuna avala que ellos tienen los medios para pagar una cuota mensual”

Blanca Sonsogni

Titular de la Asociación de Pequeños Productores de Helvecia