María Susana

El héroe del pueblo que salvó a una nena

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El oficial Heriberto Ñañez, de Piamonte, salvó a una niña que cayó a un tanque de agua.

Foto: Corresponsalía El Trébol

Francisco Díaz de Acevedo.

Heriberto “Tiso” Ñañez, oficial de Piamonte, fue protagonista de un milagro. Días atrás, mientras se encontraba de guardia en la Comisaría VI de María Susana, oyó gritos desesperados y observó gente corriendo delante de la dependencia policial. Inmediatamente, salió y se encontró con un menor de 1 año y 8 meses en brazos de su madre, sin respirar, como consecuencia de haber estado en un tanque de agua unos cuantos minutos.

“Cuando la madre me ve, me dice que la nena se había caído en un tanque de agua, estaba moradita, parecía muerta, pero inmediatamente le comencé a practicar maniobras de rehabilitación, le hice respiración y masajes para intentar sacarle el agua que había tragado”, relató el policía.

“Fue desesperante, la nena no reaccionaba y toda la gente gritaba y lloraba. Yo veía a la madre desesperada y a la vez me daba cuenta que no podía hacer nada, pero pensaba que podía ser mi hija y que no la podía dejar morir”, contó Norberto Ñañez.

El socorrista le pidió a un compañero que la llevara de inmediato al hospital, porque la nena no reaccionaba. Entonces se disculpó ante la madre, “porque creí que no la había podido salvar”. Sin embargo, al llegar al hospital, la beba abrió los ojos y empezó a llorar; “entonces por la radio del móvil me avisan y no lo podíamos creer. Nosotros seguimos llorando, pero ahora de alegría”.

“Tiso” contó por último que la asistió el Dr. Ruggeri y después fue trasladada en la ambulancia de El Trébol, en dirección a Santa Fe.

La menor, de nombre Lourdes Valentina Bonel Ibarra, está absolutamente recuperada y disfruta los días jugando junto a sus cuatro hermanos mayores.

El hombre de las grandes hazañas

No es la primera vez que Heriberto Ñañez es protagonista de una hazaña como ésta. El jueves 20 de mayo de 2004, cuando la tranquilidad de María Susana se vio alterada por una banda de ladrones que pretendió tomar la Comisaría para luego perpetrar diversos robos en bancos y mutuales de la localidad, ahí también estuvo, e impidió que los malvivientes lograran su objetivo.

Ese día le dispararon cerca de 50 tiros con una FAL (Fusil Automático Liviano), pero tal como alguna vez él mismo supo decir, “ese día Dios estuvo en la comisaría”.

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