Vecinos piden la recuperación del espacio público
Notable deterioro del bulevar Muttis
Las condiciones del bulevar Muttis distan de ser las de cuando se inauguró, a principios de la década del ‘90. Su deterioro constituye un serio peligro para los chicos, además de tener muy poca iluminación por la noche.
De la Redacción de El Litoral
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El bulevar Muttis era hasta no hace muchos años uno de los espacios públicos más elegidos por las familias santafesinas a la hora de dar un paseo por la ciudad: los grandes aprovechaban para compartir mateadas y charlar sobre temas que sólo surgen los fines de semana mientras los chicos se mezclaban con otros y se ausentaban por largos ratos para disfrutar de unas imponentes y llamativas estructuras de madera dispuestas como pasarelas para conectar varios juegos.
En la actualidad, el espacio ubicado a metros del Faro de la Costanera sigue siendo visitado. Pero quienes lo hacen no salen de su asombro ante el deterioro que tiene. En lugar de conversar y distenderse, no despegan la vista de los chicos por temor a que se caigan al piso porque en algunos sectores no hay barandas o faltan maderas en la base.
Bancos destruidos, juegos rotos y despintados, barandas de madera deterioradas y arqueadas y yuyos crecidos por encima de la arena son la cara visible del espacio público que un cartel azul con letras blancas denomina “Chiquilandia Parque Infantil”. Su pésimo estado llama la atención y deja en un segundo plano el hecho de que es uno de los pocos lugares con caminitos y gradas de adoquines.
A oscuras
Aunque de día se presume que a la noche el bulevar Muttis tiene una excelente iluminación, hay que pasar por allí cuando el sol se esconde para observar que muy pocas luminarias funcionan y el lugar está prácticamente a oscuras.
Según pudo saber El Litoral por boca de los vecinos “da miedo” pasar por allí en horario nocturno. “Es peligroso y, pese a vivir a metros de la Costanera, a las 22 horas todos los vecinos tratamos de estar adentro de nuestras casas”, dijo una mujer.
El bulevar Muttis denota falta de mantenimiento, situación que podría haberse evitado con trabajos y arreglos esporádicos a los fines de no llegar a las condiciones que hoy tiene. Pero lo no hecho, no hecho está así que viene bien dar cuenta de su estado para que se lo intervenga con la única intención de que vuelva a ser uno de los espacios públicos más elegidos por las familias a la hora de dar un paseo por la ciudad.
