En la esquina de Vera y Lamadrid, en Santa Rosa de Lima

Reabrió la panadería Furman

De la Redacción de El Litoral

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Esta mañana la rutina del barrio Santa Rosa de Lima se vio alterada. Es que después de 9 años de inactividad la fábrica de pan Furman reabrió sus puertas en la esquina de Vera y Lamadrid. Si alguien en el lugar ignoraba la dirección exacta del emprendimiento, además del alboroto que significa la llegada de la comitiva provincial y municipal, se podía seguir el aroma del pan recién horneado.

La panadería, propiedad de la fundación Sara María Furman -del santafesino ya desaparecido Boris Furman- cerró en noviembre de 2000 cuando quebró el Banco Patricios y el titular de la empresa solidaria perdió el dinero con el que la financiaba.

Desde hoy, producirá 500 kilos de pan diario que elaborarán presos y desocupados del barrio Santa Rosa de Lima y que luego se destinará a familias de escasos recursos. La tarea diaria estará a cargo del maestro panadero del Penal de Coronda, Alfredo Parra quien tendrá a cargo seis personas: dos internos de Las Flores que tienen el régimen de salidas transitorias, dos del Patronato de Liberados y dos personas desocupadas que participan de los programas de capacitación laboral del Ministerio de Desarrollo Social.

Del acto de reapertura participó el gobernador Hermes Binner, integrantes de su gabinete como el ministro de Desarrollo Social Pablo Farias y el ministro de Justicia y Derechos Humanos Héctor Superti.

El municipio estuvo representado por el intendente Mario Barletta y el secretario de Desarrollo Social, Alejandro Boscarol. También estuvieron presentes los concejal Jorge Henn, Noelia Chiementín y Héctor Acuña.

Los que no se quisieron perder la reapertura fueron los vecinos del barrio que a través de las ventanas de la fábrica siguieron las instancias del acto.

Una oportunidad

Antes de llegar a entregarle un pan calentito untado con dulce de leche al padre Axel Arguinchona, Carlos Gandolfo de 20 años se detuvo a contarle a El Litoral cómo vive la experiencia de trabajar en la fábrica Furman. Vive en barrio Los Angeles, al norte de la ciudad y estaba desocupado.

“Para nosotros es una oportunidad muy importante y una herramienta para lograr la inclusión social”, comentó muy seguro mientras sostenía la bandeja con el fruto de su trabajo. “Tenemos muchas expectativas todos y particularmente estoy contento porque estaba desocupado”, continuó.

Carlos no tiene una función especial en la cadena de producción y aseguró que ahora su objetivo es seguir aprendiendo para superarse. “Hice la capacitación pero quiero seguir creciendo en esto”, afirma mientras sigue camino hacia su próximo invitado, el gobernador.

El padre Axel Arguinchona, de la parroquia La Merced y titular de Cáritas Santa Fe, termina de saborear el pan y cuenta que Cáritas será una de las encargadas de canalizar parte de la producción de la fábrica. Según explica que hay lugares y familias puntuales “a los que les hace falta el pan de cada día”.

Sobre la reapertura manifestó que “los que somos inundados sabemos lo que significa el terror del agua, acá hubo agua hasta el techo en 2003 y cuando llegó parecía que el mundo se venía abajo. Pero eso nunca tiene que desanimarnos, sobre todo el agua de la desesperación y la tristeza, que nos hace quedar quietos”.

A su vez el religioso afirmó que la fábrica es “un signo de esperanza, había agua y ahora hay vida. En Argentina si trabajamos todos juntos, sectores privados y del Estado, lograremos que el pan llegue a cada hogar por el trabajo digno de cada uno”.

Espíritu solidario

Norberto Delfina es el actual presidente de la fundación Sara María Furman con 30 años de historia solidaria. Actualmente la organización es propietaria del establecimiento panadero y del complejo turístico Telesferico Cerro Otto en Bariloche, que transporta unos 200 mil pasajeros al año. Según manifestó Delfina, el emprendimiento turístico “genera utilidades suficientes como para sostener proyectos como la fábrica de pan y para donar a instituciones estatutarias 2 millones de pesos, según el último ejercicio económico de la institución”. “Me gusta rescatar lo que hacemos como organizaciones de la comunidad: tratar de constituirnos como nexo y clave de ciudadanía, de amistad social y de progreso de las personas”, destacó Delfina en su discurso de reinauguración y celebró la concreción del proyecto como una clara demostración de decisiones acertadas que tomó el gobernador “que nos hace muy felices y recordar la memoria de Boris Furman, que hoy desde el cielo estará viendo y sintiendo que su misión está siendo cumplida”.

Reabrió la panadería Furman

Para los trabajadores de la panadería la reapertura significa una posibilidad de trabajo y de cambiar sus vidas.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Una crisis en 2000 provocó el cierre de la planta donde se fabricaba pan para sectores carecientes. Hoy la producción se reactivó con fines solidarios renovados. Allí trabajarán presidiarios.

Reabrió la panadería Furman

Vecinos de Santa Rosa se acercaron a la esquina para volver a ver activa a la fábrica Furman.

Foto: Guillermo Di Salvatore

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Potencialidad destacada

En el acto el gobernador de la provincia, Hermes Binner, señaló que la obra de Furman tiene una triple función: producir pan para entregarlo a los sectores más necesitados, formar en el oficio “digno y antiguo”, y generar una acción para recuperar a la sociedad a ex detenidos.

“Estamos convencidos de que a través de sus obras recordamos a su creador, valoramos su espíritu solidario, entendemos que la solidaridad no es entregar lo que a uno le sobra”, manifestó el gobernador, y destacó el hecho de recuperar el emprendimiento que utiliza máquinas de última generación y fabrica productos de alta calidad “con instrumentos creados en Granadero Baigorria en nuestra provincia, lo que demuestra la potencialidad de Santa Fe”.