DE 20 A 25 AÑOS

Piden fuertes penas para Grassi

DyN

“Gabriel” y “Luis”, dos de los jóvenes que denunciaron al sacerdote Julio César Grassi por presuntos abusos y corrupción de menores, le pidieron al tribunal que condene al religioso a penas de entre 20 y 25 años de prisión.

Así lo plantearon los representantes legales Sergio Piris y Jorge Calcagno, quienes -en alegatos separados- hicieron ante el tribunal sus lecturas del juicio oral y pidieron a los jueces la condena a la que, según dijeron, debía ser sometido el acusado.

Piris, abogado de “Gabriel”, terminó el alegato que había empezado el lunes y exigió 20 años de cárcel por los delitos que denunció su cliente: dos hechos de abuso sexual y uno por corrupción de menores. Calcagno, por su parte, reclamó 25 años de cárcel por los 10 delitos que denunció “Luis”, el chico que en 2006 se sumó al caso y relató una serie de abusos que complicaron la situación judicial del cura.

Los dos abogados se basaron en la veracidad de los dichos de sus clientes, los testigos que los apoyaban y los respaldos de los psicólogos que dieron cuenta de que los entonces menores no mentían.

Desde hoy y hasta el lunes próximo será el turno del abogado Juan Pablo Gallego, patrocinante de la tercera víctima, “Ezequiel”, y también de todos los menores que asistían a la fundación, a través de Casacidn, la organización no gubernamental que representa.

Estos pedidos de abogados querellantes se sumaron al planteo de la Fiscalía que, desde el Estado, exigió 30 años de cárcel para el sacerdote por los crímenes cometidos contra los tres jóvenes. La defensa iba a alegar durante la última semana de abril, pero pediría en las próximas horas demorar su alocución para poder responder a todas las acusaciones de la Fiscalía y la querella, según adelantaron fuentes judiciales.

En 2002, ante las cámaras de “Telenoche Investiga”, “Gabriel” relató cómo a mediados de noviembre de 1996, en una oficina de la Fundación, Grassi le habría acariciado la pierna; luego lo habría besado en la boca, y días después -según su denuncia- lo habría citado en la oficina y obligado a sentarse sobre sus piernas para tocarlo y practicarle sexo oral.

En el siguiente programa, “Ezequiel” relató haber visto abusos por parte del sacerdote. Más tarde, ante la Justicia, se desdijo en una polémica audiencia judicial por la que terminaron investigados jueces y funcionarios. Y ahora, en el juicio oral, ratificó sus denuncias y pidió ser querellante.

“Luis” fue el último de los tres denunciantes: recién en 2006 se presentó en los tribunales de Morón para contar que, luego de un viaje a El Calafate, el cura habría comenzado a mantener acercamientos abusivos.