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Carta de Ferrari
La escudería italiana remitió una carta a la Federación Internacional de Automovilismo en la que se muestra contraria al límite presupuestario en la temporada 2010 de Fórmula 1. El presidente de dicha escudería, Luca di Montezémolo, amenazó incluso con un veto al límite voluntario de presupuesto de 60 millones de dólares aprobado por el consejo mundial de la FIA. En el escrito, Di Montezémolo amenaza con bloquear la normativa en la próxima reunión de la Fota (la asociación de equipos) el miércoles en Londres. La FIA pretende recompensar con más libertades técnicas a aquellos equipos que se atengan a un presupuesto limitado de 60 millones de dólares al año. Los equipos que decidan gastar más no tendrán acceso a esas ventajas. Eso abre la disputa entre los equipos pequeños, partidarios de la medida, y los grandes fabricantes, que invierten mucho más y que creen ver limitada su capacidad de innovación y de desarrollo tecnológico, una de las razones por las que están en la Fórmula 1. “Todos los aspectos de la nueva reglamentación deberían ser revisados cuidadosamente”, señaló Di Montezémolo.
Mosley respondió
El presidente de la FIA, Max Mosley, le reprochó en su respuesta que la Scuderia está “poniendo en peligro la existencia de la Fórmula 1. No podemos esperar tiempos mejores”, escribió el británico. Para evitar el colapso de la Fórmula 1 en medio de una crisis económica mundial, se deben captar nuevos equipos. “La situación es urgente y no permite aplazamientos”, señaló Mosley a Di Montezémolo.
Por si fuese poco, Mosley arremetió: “La Fórmula 1 podría sobrevivir a Ferrari. El deporte podría sobrevivir sin Ferrari. Sería muy, muy triste perder a Ferrari. Es el equipo nacional de Italia”, confesó Mosley. La FIA fijó esta misma semana el límite presupuestario para el año que viene en 45 millones de euros, premiando a aquellos equipos que se ciñan a él con mayor libertad en las innovaciones tecnológicas.
“Cambio de filosofía”
La FIA hizo público los motivos por los que su Consejo Mundial dejó en suspenso la sanción de tres grandes premios al equipo McLaren-Mercedes por sus reiteradas mentiras tras el GP de Australia, en buena medida porque éste prometió “un cambio de filosofía”. A pesar de haber sido hallado culpable, el Consejo Mundial tuvo en cuenta el deseo de cooperación de la escudería y sus reiteradas disculpas.
El veredicto completo de la FIA destaca que el jefe del equipo, Martin Whitmarsh, “aseguró a los miembros del Consejo Mundial que se produjo un cambio en la filosofía dentro de McLaren y que no se repetirá una conducta igual o similar” (¿?).
