Gripe de Norteamérica

La culpa no es del chancho

La Asociación Argentina Productores de Porcinos, considera imprescindible aclarar algunos puntos referidos a la “Influenza o gripe de Norteamérica”, a fin de llevar tranquilidad a la población y evitar los daños que se están provocando al sector.

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Según los productores porcinos, el consumo de carne de cerdo no implica ningún riesgo para la salud.

Foto:Archivo

Según el parte de prensa enviado por la entidad que nuclea a los productores porcinos, es preciso aclarar que el sector porcino argentino, ha venido trabajando intensamente en la última década, a fin de alcanzar estándares internacionales de sanidad. “Como resultado, el país ha sido declarado libre de las principales enfermedades que afectan a la especie por la Organización Internacional de Epizootias (OIE). Y gracias a ese esfuerzo más los avances en genética, nutrición e instalaciones, el país ha vuelto a adquirir estatus exportador en 2008, luego de 25 años de fronteras cerradas”.

En el segundo punto, aclara que el sector porcino nacional es un sector pequeño comparado con los de otras proteínas cárnicas, pero actualmente significa el empleo de unos 30.000 argentinos, “que cada día trabajan en granjas, transporte, plantas de faena, trozado y procesado, carreras profesionales y técnicas, como así también en empresas proveedoras”. Además, representa potencialidad complementaria a las otras carnes, para que el país pueda seguir comiendo más de 100 kg per cápita por año de proteína cárnica.

El consumo no contagia

Ante la crítica situación desatada, es menester aclara que la OMS y la totalidad de la comunidad científica internacional, coinciden en que el consumo de carne de cerdo y sus derivados no están relacionados con la transmisión del agente causal de la epidemia actual de influenza H1N1 Arkansas, lo que se considera una cepa recombinada. La OIE, ha expresado que dado que esa cepa del virus no ha sido aislada en cerdos a la fecha, “debería seguirse el criterio de territorialidad para denominar a esta influenza, como ha sucedido en otros brotes (España- Hong Kong). Por lo tanto, en esta ocasión, correspondería llamarla INFLUENZA DE NORTE AMERICA”.

Según finaliza el comunicado, el virus aislado en humanos es un virus “recombinado, pero todavía no se conoce cómo, cuándo y dónde sucedió esta recombinación genética. Se trata-según la entidad- de una epidemia de salud pública, y no de salud animal. “Todos los contagios reportados han sido entre personas”. Por último, aclara que no hay reportados casos de Influenza en las explotaciones porcinas de los países que han confirmado casos.

 

El país ha sido declarado libre de las principales enfermedades que afectan a la especie por la Organización Internacional de Epizootias.

 

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Claves

La influenza porcina es una enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa que ocurre en los cerdos, y que es causada por uno de los varios virus de influenza tipo A que circulan en estos animales. Este tipo de virus tiende a causar alta morbilidad en los cerdos pero baja mortalidad (1 a 4%). Los cerdos también pueden infectarse con virus de influenza aviar, con virus de influenza humana estacional, así como con virus de influenza porcina. Se cree que el virus porcino H3N2 fue introducido originalmente a los cerdos por los humanos. Algunas veces los cerdos pueden ser infectados con más de un tipo de virus al mismo tiempo, y esto puede ocasionar que los genes de estos virus se mezclen. Esto puede dar como resultado un virus de influenza que contiene genes de varias fuentes, fenómeno que se conoce como un virus reasociado. Aunque los virus de influenza porcina normalmente son específicos de ésa especie y solamente infectan cerdos, en algunas ocasiones logran pasar la barrera entre especies y causar enfermedad en humanos.

Las personas usualmente adquieren la influenza porcina de cerdos que están infectados; sin embargo, algunos casos humanos no tienen antecedentes de contacto con cerdos o con espacios de medio ambiente donde haya habido cerdos. La transmisión de persona a persona ha ocurrido en algunos casos pero solo se produjo en contactos cercanos y grupos compactos de personas.

La influenza de origen porcino no ha mostrado ser transmitida a personas a través del consumo de alimentos que hayan sido adecuadamente manipulados y preparados, como la carne de cerdo y otros derivados del mismo. El virus de la influenza de origen porcino muere fácilmente a temperaturas de cocción de 70ºC/160ºF, lo que es consistente con las guías generales para la preparación de carne de cerdo y otras carnes.