Momento crítico

¿Qué podemos hacer con la soja que no vamos a cosechar?

La cuantificación de las necesidades alimenticias de los animales es una de las claves para la planificación en el tambo porque permite asegurar la sostenibilidad del sistema implementado

Ing. Luis Romero y Eduardo Comerón,del INTA Rafaela

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Es conveniente calcular un 20 % más de forraje, sobre todo cuando el año fue muy seco.

Foto:ArchivoCalcular estas necesidades es particularmente importante durante el período otoño-invernal para prever la disponibilidad de reservas forrajeras (principalmente silaje) que se confeccionaron durante el verano.

Aún cuando es siempre recomendable prever una mayor cantidad de forraje necesario (alrededor del 20%), proveniente de cultivos específicos o excedentes de pastura para cubrir la demanda alimenticia, pueden presentarse condiciones climáticas demasiado adversas que afectan fuertemente los rendimientos y a menudo, la calidad. En este sentido, la escasez de precipitaciones del año 2008 y parte del 2009 (variable según zonas) afectó fuertemente los rendimientos de los cultivos forrajeros anuales (especialmente los maíces de siembra de primera y de segunda) y también los cultivos de soja para cosecha, aunque con una variabilidad importante. En este marco es necesario ver de qué manera se pueden paliar estos déficits.

Una alternativa es utilizar la soja que, por su bajo rendimiento, no se va a cosechar. ¿Qué se puede hacer con este cultivo?

Pastoreo de la soja

En el caso de seleccionar la alternativa del pastoreo directo, es importante medir la cantidad de grano del cultivo, para evitar los problemas digestivos en las vacas. El consumo de grano no debería superar los 2 kg/animal/día debido al contenido de grasa del grano. También en este caso el consumo de la planta se verá restringido (alrededor del 50 %) por el alto contenido de fibra de la parte inferior. El animal consumirá los tallos más tiernos de la parte superior (hojas y las chauchas principalmente). Heno de planta entera, henolaje empaquetado o silaje.

La selección de algunos de estos sistemas de conservación dependerá del volumen de forraje disponible y del estado del cultivo. Por ejemplo, si el cultivo está bastante avanzado en su ciclo (casi para trillar) y el volumen no es demasiado, posiblemente el sistema más recomendable sea la henificación (por su estado, el forraje seca mas rápido).

En el caso de almacenarlo bajo la forma de rollos húmedos, empaquetados o embolsados, hay que considerar : a) un costo superior y b) los problemas asociados a la dureza de los tallos. Esto último puede afectar la compactación de los rollos y provocar roturas en el plástico, originando una fermentación indeseada por las pérdidas por entradas de aire y agua. La ventaja de efectuar el silaje en este estado es la no necesidad del marchitado previo.

Se recomienda moler el heno para lograr un mejor aprovechamiento de este alimento por parte de los animales.

Mejor conservación

En función de las condiciones del material en esta época del año se sugiere hacer silo picado porque se logrará una mejor conservación, una mayor calidad por menor pérdida de vainas y hojas, y un mejor consumo. Sin embargo, debe tenerse en cuenta un mayor costo del kg de MS (materia seca) producida que variará en función del rendimiento de la soja.

La calidad que puede esperarse del material conservado es muy variable pero puede calificarsela entre baja y media, dependiendo del desarrollo y estado de los cultivos (cantidad y estado de las hojas, cantidad de vainas y granos). A manera orientativa, el rango de calidad de este recurso será el siguiente: Proteína bruta = 9 a 15%, Fibra = 56 a 65% de FDN, Digestibilidad (DIVMS) 54 a 63%. Existen infinidad de posibilidades para la utilización de estos recursos (especialmente en lo que se refiere a las dietas y categorías de animales a alimentar) pero las soluciones deben ser tratadas en cada caso particular, evaluando su impacto a nivel de la empresa y no de una actividad agropecuaria en particular. Planifique con su asesor la mejor forma de aprovechar los recursos escasos en esta coyuntura crítica.

 

 

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Pasturas buenas. Son decisivas para encarar el invierno. Muchos productores no van a poder contar con este recurso para el invierno.

Foto: Archivo

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Alternativas

Pastorear. Hacer heno de la planta entera. Hacer silaje de planta entera. Confeccionar rollos húmedos empaquetados (silopaq) o embolsados. Por supuesto que los nutrientes y limitaciones de uso de cada una de estas alternativas alimenticias son diferentes y no se excluyen entre sí. Antes de seleccionar cualquiera de ellas es importante ver en qué estado está el cultivo: presencia de hojas verdes, cantidad de chauchas y granos, volumen disponible.