Entrevista a Mario Daniel Bardina

El ex marido de Valeria Caggiano asegura que la mataron por plata

Nunca estuvo imputado por el homicidio, pero su nombre suena cada vez que se habla del tema. Cansado de ciertos atropellos, Bardina rompió el silencio y dio su versión del crimen. Dijo ser “uno de los más damnificados” y denunció que lo extorsionan.

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De espaldas pero sin tapujos, Bardina desparramó culpas en el entorno familiar de la víctima.

Foto: Néstor Gallegos

Juliano Salierno

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“Paganos un millón de pesos en efectivo ya, porque tenemos evidencia para que pases muchos años preso”, afirma Mario Daniel Bardina que le dijeron dos conocidos suyos de barrio San Lorenzo. La extorsión recibida el 5 de febrero se suma a otras de similar calibre hechas en forma anónima o por desconocidos, que le pedían plata a cambio de cierto silencio.

Bardina acababa de salir de la cárcel de Coronda, al resultar sobreseído en una causa por tenencia de armas que descubrió la policía cuando lo fueron a buscar por el homicidio de Valeria Caggiano. Como se recordará, se trata de la mujer de 38 años con la que estuvo casado -matrimonio del que nació una hija que hoy tiene de 10 años- y que terminó asesinada de 14 puñaladas, en una cochera de barrio Sur, el 26 de noviembre del año pasado.

Nunca hubo detenidos por esa causa y el juez de Instrucción Cuarta, Rubén Saurín, jamás llamó a declarar a Bardina, ni siquiera como testigo. Sin embargo, su nombre suena y resurgen las sospechas cada vez que se habla del crimen de Caggiano.

Harto de escuchar su nombre amplificado por la prensa, decidió contar su versión a El Litoral. No ahorró críticas para el círculo íntimo de la víctima, a la que cree, mataron por dinero. Además negó tener la fortuna por la que está siendo extorsionado.

La última cita

“La muerte de Valeria se empieza a gestar el 23 de abril de 1999, cuando fui privado de la libertad por una evasión impositiva”, recordó sentado en la cabecera de la mesa del comedor diario, en su casa de barrio Candioti. De espaldas para la foto -no quiere que su cara se haga pública-, pero con las fotocopias de los expedientes desplegadas sobre la mesa, el hombre de 47 años le reprochó a los medios que dijeran que entonces estaban en juego 5 millones de dólares, “cuando en realidad, en la sentencia Nº 22/01 del 4 de mayo de 2001 se determinó que la evasión producida entre septiembre de 1997 y agosto del 1998 fue de $ 834.107”.

A Bardina lo metieron preso hace una década por un delito económico, cuando trabajaba como corredor de cereales. En ese entonces estaba casado con Caggiano, pero los años de aislamiento y las intrigas familiares acabaron por disolver la pareja. La vio por última vez en un bar de calle Moreno y San Martín, donde “llegamos a un acuerdo y me explicó el porqué de las amenazas de muerte que me hacía, y que me llevaron a ser investigado como número 1 por la muerte”.

Pero Bardina asegura que había otros motivos para matarla. Acusó a dos familiares de Valeria de retirar “4 millones de pesos de la BNL mientras yo estuve privado de libertad en 2001”. Está convencido de que “el dinero que se generó, que es mucho, está en el ámbito familiar”.

“Valeria quería vivir tranquila”, repite Bardina una y otra vez, mientras cuenta que su ex mujer “devolvió todo lo que estaba a su alcance”; entre ello una camioneta, la casa y parte del dinero. Pero así como libera de culpas a la víctima vuelve con un abanico de sospechas sobre su círculo íntimo, entre los que destaca a su ex cuñado y a su suegra.

“Puntos oscuros”

Con la muerte de Valeria, “una de las personas más damnificadas ha sido Daniel Bardina”, afirmó. “Yo busqué la vía legal para cobrarle” dijo el hombre, que le inició acciones legales a su ex mujer y a su suegra, luego de enterarse de que tenían dos cuentas bancarias abiertas en Miami por una cifra estimada en 300 mil dólares.

“Quiero ser claro, porque hay muchos puntos oscuros”, dijo, y se preguntó cómo es posible que “una empleada pública y jubilada pueda tener tres autos, cinco casas, una casaquinta de 160 metros de frente por 120 de fondo, más 300 mil dólares en el exterior. Esa es la madre de Valeria”, señaló.

Además hizo el siguiente planteo: “Si yo tenía todo legalmente para cobrar el poco dinero que me faltaba, para qué la iba a matar. Ahora, ¿quién la mató?”, insistió Bardina. El ex marido sostiene que “entre las dos hipótesis -crimen pasional y motivos económicos- me inclino por el segundo, porque se está ante una familia que en 1999 era gente sencilla de clase media y desde 2001 vino “Papá Noel’ ”.

“Hay alguien que digita el tema de la plata”, y sabía que Valeria “en algún momento se iba a quebrar diciendo quién tiene el dinero y cómo se habían dado los acontecimientos”.

 

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ADEMÁS

Las extorsiones

Mario Bardina le criticó a los medios que hayan dicho que tenía una suma millonaria, porque “al recuperar la libertad tuve varias amenazas e intimidaciones para que entregara plata”. A raíz de ello hubo dos presentaciones. La primera ante la Fiscal Nº 7, Mariela Jiménez, y la otra en la Dirección de Asuntos Internos de la Policía.

La primera presentación se refiere al 2 de febrero a la noche, cuando en inmediaciones de la plaza Pueyrredón se encontró con tres personas que no conoce, de las cuales una le dijo: “Bardina, te doy hasta el miércoles para que juntes $ 300.000 en efectivo por el favor que te hicimos”.

Ya en Asuntos Internos individualizó a dos vecinos del barrio San Lorenzo, un tal Martínez y su sobrino apodado “Melli”, quienes lo habrían increpado en el mismo sentido, incluso lo amenazaron mediante mensajes de texto. Por ese hecho los dos acusados quedaron detenidos y la semana pasada declararon ante el juez José Manuel García Porta. Ambos dijeron ser conocidos de Bardina, aunque negaron haberle pedido semejante suma de dinero. “A Martínez lo conozco desde hace 18 años porque vivía en el barrio, a la vuelta del autoservicio que tenemos. El otro chico, el “Melli’ es cliente del supermercado hasta el día de hoy”, reconoció Bardina sobre los acusados.