La “causa Barcos”

Posponen el inicio del primer

juicio por la dictadura militar

La primera audiencia pública en la que se juzgará a un represor en Santa Fe, programada para este jueves, se corrió al 30 de junio. Los motivos son tres, aunque es determinante un reclamo por la conformación del Tribunal.

De la Redacción de El Litoral

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El Tribunal Oral Federal de Santa Fe, que se prepara para juzgar a “Quique” Barcos por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, debió posponer la fecha de inicio de las audiencias orales y públicas, ante el surgimiento de nuevos planteos de la defensa.

La fecha de inicio iba a ser el 7 de mayo, es decir, este jueves, pero se aplazó para el 30 de junio de este año. Si bien la fecha es muy cercana al comienzo del receso invernal, desde el Juzgado son optimistas en cuanto a que el fallo estará antes del cierre de la actividad tribunalicia.

Horacio Américo Barcos está preso desde el 10 de octubre de 2007 en la cárcel de Las Flores, luego de que el juez Federal Nº 1, Reinaldo Rodríguez, lo procesara por los supuestos delitos de “privación ilegítima de la libertad agravada por haberse cometido con violencia y amenazas, en forma reiterada (dos hechos) y tormentos agravados, por ser ejercido contra perseguidos políticos, en forma reiterada (dos hechos), en concurso real, delitos considerados de lesa humanidad”.

Doble juego

Las imputaciones son por el secuestro de Amalia Ricotti y José Alberto Tur, entre el 16 y el 31 de mayo de 1978 en un centro clandestino denominado “La casita”, ubicado en San José del Rincón.

Por ese entonces, Barcos era empleado administrativo de la obra social de la Uocra, Ospecon, y a su vez se desempeñaba como personal civil de Inteligencia del Ejército, en el destacamento 122, donde integraba las denominadas “patotas”.

La confirmación de esto último surge de datos suministrados por el Ministerio de Defensa de la Nación, que el juez Rodríguez pidió para su investigación.

Barcos vivió en el anonimato, en Santo Tomé, durante casi veinte años, hasta que Ricotti lo reconoció en la cola de un banco, en Santa Fe y lo denunció.

Cambio obligado

En cuanto a los motivos que llevaron a los jueces María Ivón Vella, José María Escobar Cello y Daniel Laborde, a resignar un poco más de tiempo fueron tres, pero uno en particular hizo ineludible el cambio de fecha.

Se trata de un planteo del abogado Néstor Oroño, quien reclamó el apartamiento del subrogante Daniel Laborde, quien ocupó el cargo en lugar del juez natural, Ramiro Puyol, actualmente jubilado. Laborde ingresó de acuerdo al régimen de subrogancias que estuvo vigente hasta mayo del año pasado, pero que fue reemplazado por la ley Nº 26.372, sancionada para la misma época.

El pedido de designación bajo las nuevas normas no fue aceptado por los magistrados y ahora está en Casación para que resuelva. Como la respuesta no iba a estar para la fecha prefijada optaron por cambiarla.

Un planteo de las mismas características había realizado el defensor público en la causa “Brusa’, en la que los tres conjueces fueron designados bajo el viejo régimen, y Casación avaló su continuidad.

Marcelini no viaja

El segundo de los artilugios legales desplegado para postergar el inicio del juicio está vinculado a la salud de Domingo Manuel Marcelini, en prisión domiciliaria en la provincia de Mendoza.

Marcelini, que fue jefe del Destacamento de Inteligencia con anterioridad a los hechos que se ventilan en este juicio, está propuesto por la defensa de Barcos como testigo. Pero por el momento no podrá viajar por “problemas de salud”, según dictaminó un médico oficial.

Por último, restan resolver “trámites administrativos en la faz organizativa”, indicó un vocero del TOF. El personal está tratando de conseguir los equipos para la “retransmisión del juicio a través de una pantalla gigante”, así como la “colocación de una mampara para aislar al imputado” y “otras cuestiones técnicas”.

En ese sentido, fuentes tribunalicias adelantaron que las audiencias serán en el propio edificio, pero “se van a retransmitir a las salas de los juzgados federales”.

Barcos vivió en el anonimato, en Santo Tomé, durante casi veinte años, hasta que Ricotti lo reconoció en la cola de un banco, en Santa Fe y lo denunció.

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El edificio de San Jerónimo y Primera Junta será el escenario del primer juicio a un civil que actuó durante la represión.

Foto: Archivo El Litoral

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EN NÚMEROS

5

cuerpos

tiene el expediente

19

testigos

pasarán por el estrado

900

fojas

completan la causa

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EL DATO

Información oficial

Según publicó el Centro de Información Judicial en su página web www.cij.gov.ar “la primera audiencia de debate se realizará el próximo 30 de junio, a las 8.30, y se estima que el juicio tendrá una duración de aproximadamente dos semanas. La lectura de los fundamentos de la sentencia se llevaría a cabo después de la feria judicial de julio”.