Relación bilateral fisurada
Daños comerciales por la fiebre y
el corte de vuelos desde México
En los últimos tres años el intercambio entre la Argentina y el país azteca tuvo un crecimiento exponencial. Pero los cortocircuitos diplomáticos amenazan el vínculo.
Horacio Serafini
CMI contenidos
El deterioro del intercambio comercial y turístico es uno de los daños previsibles como consecuencia de un doble juego de sobreactuaciones político-diplomáticas de los gobiernos de Argentina y México a raíz del brote de la fiebre porcina en la nación norteamericana.
Fuentes diplomáticas argentinas admitieron que por lo pronto se resentirá el comercio bilateral que el último trienio creció de 1.500 millones a 3.500 millones de dólares como resultado de un acuerdo de asociación estratégica que a nivel político se tradujo desde 2007 en visitas de Estado de Néstor Kirchner a México y de su par mexicano Felipe Calderón a nuestro país.
También se verá afectado el turismo, que desde el brote de la epidemia en México cayó 70 por ciento, con perspectivas aún más gravosas ante la proximidad del inicio de la “temporada alta” en esa nación.
La consecuencia inmediata en el intercambio bilateral ha sido la suspensión sin fecha de misiones comerciales a México: una de ellas al Distrito Federal, integrada por un centenar de empresarios, prevista para el lunes próximo; la otra a Guadalajara, compuesta por empresarios de la Región Centro (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos), en junio.
Otro efecto será la pérdida de confianza política, después del juego de sobreactuaciones de uno y otro lado, con el común denominador de la inminencia de elecciones.
Calderón afronta comicios de renovación legislativa el 5 de julio, con encuestas sobre intención de voto que le son adversas. Cristina Fernández, a su vez, tendrá un desafío similar el 28 de junio. “De ahí que ambos gobiernos hayan exagerado la nota”, evaluó una fuente diplomática.
Sobreactuación
La exageración del lado argentino consistió en la suspensión de los vuelos directos desde y hacia México, en principio hasta la medianoche del lunes pasado y luego prorrogada sin fecha límite. Similares medidas a Argentina adoptaron también Cuba, Ecuador y Perú.
La fuerte reacción del gobierno mexicano ante esta medida, que alcanzó su máxima expresión el martes pasado cuando, por cadena nacional, Calderón expresó su “más enérgico rechazo a las medidas vejatorias o discriminatorias emprendidas por varios países en contra de los mexicanos”, parece haber provocado un retroceso del gobierno argentino.
Ayer el ministro de Justicia; Aníbal Fernández, salió a afirmar que “no estamos muy lejos de restablecer los vuelos”. Sucede que la medida sólo afecta a las mexicanas Aeroméxico y Mexicana, que tiene vuelos directos, pero no así a la panameña Copa y la chilena Lan.
Sin embargo, no hay una fecha cierta para el fin de la suspensión. La afirmación de Aníbal Fernández se sustentaría en la “evolución favorable” de la situación en México, que tiende a normalizarse. No pudo ir más allá que en esa consideración el embajador argentino en México, Jorge Yoma, cuando ayer volvió a reunirse con el vicecanciller mexicano para América Latina, Salvador Beltrán del Río, de quien volvió a escuchar el renovado reclamo de suspensión de la medida.
Del lado mexicano, el juego de sobreactuación se vio alentado también por la circunstancia de que la embajadora en nuestro país, María Cristina de la Garza, está de salida. Antes de fin de mes llegará su reemplazante, Francisco del Río, actual director de Protocolo de Tlatelolco (la cancillería mexicana).