Dos pasiones enfrentadas

Tomás Eloy Martínez, entre

el periodismo y la literatura

El autor de “La Novela de Perón”, ex director de la mítica revista Primera Plana y actual profesor emérito de la Universidad de Nueva Jersey reeditará buena parte de su obra en una colección de Alfaguara que llevará su nombre. No obstante, su éxito literario, Martínez mantiene una lealtad inconmovible con el oficio periodístico.

Tomás Eloy Martínez, entre el periodismo y la literatura

Residente actualmente en Estados Unidos -donde da clases en la Universidad de Nueva Jersey-, Tomás Eloy Martínez asegura que para “desatar” la escritura necesita el contacto con la Argentina y su gente.

Foto: Agencia EFE

Mora Cordeu

Agencia Télam

Tomas Eloy Martínez mencionó el cruce entre literatura y periodismo como una marca distintiva de su obra, en un encuentro con la prensa donde el escritor tucumano desgranó impresiones y recuerdos de sus libros, publicados desde 1974 hasta ahora, que están siendo reeditados en una colección que lleva su nombre.

“El periodismo, la literatura ahora están muy mezclados y es casi un lugar común esta fusión, pero no lo era cuando empecé a escribir”, arrancó el escritor ante un grupo de periodistas, integrantes de la editorial Eloísa Cartonera y de Alfaguara, en cuya sede se realizó esta “celebración”. Así calificó la reunión el autor de “Lugar común la muerte”, “Las vidas del General”, “La novela de Perón” y “El vuelo de la Reina”, los primeros títulos de la “Biblioteca Tomás Eloy Martínez”, publicados desde febrero de este año por Alfaguara.

“Mi primera vocación fue la literatura y recibí hospitalidad cuando era un escritor muy reciente en el diario de mi provincia, La Gaceta de Tucumán, en la sección literaria, cuyo primer editor recibió quejas por mi escritura: “Es muy raro’, decían. Por necesidades imperiosas de ganarme la vida empecé en el periodismo, mi padre -evocó- descreía que la literatura tuviera alguna posibilidad económica de éxito”.

“Yo había crecido oyendo cuentos y sentía necesidad de contarlos, en los relatos encontraba una felicidad que no se daba en la sequedad de los propios hechos. La posibilidad de escribir crónicas se me abrió, cuando entré a La Nación en 1957”, continuó el profesor emérito de la Universidad de Nueva Jersey.

Para Tomas Eloy Martínez, su paso por la revista Primera Plana afianzó esta perspectiva por la libertad que tuvo: “Aún ahora me parece un milagro imposible en otros tiempos que no fueran aquéllos. Un periodismo de altísimo nivel, nacido de la necesidad de narrar los hechos y de adelantarnos un poco a la corriente tradicional. De hacer otra cosa y entretenernos a la vez”.

De esta manera, contó quien acaba de ser distinguido con el Premio Ortega y Gasset a la trayectoria periodística, fueron naciendo estos libros.

“Yo soy un escritor tardío, demoré debido al exilio, en dar forma a mis primeros textos, como “Lugar común la muerte’, una colección de crónicas, cuyo eje común es la muerte, un tema recurrente en esa época. A los que les agregué textos: Manuel Puig, Pepe Bianco, Lezama Lima, Roa Bastos”, dijo.

“ La novela de Perón’ fue un trabajo de muchos años, una investigación periodística que nació de la necesidad mía de enmendarle la plana a Perón. Todo esta narrado en “Las vidas del General’, donde cuento la historia de las entrevistas que le hice”, comentó Tomás Eloy Martínez y dijo que este libro “conoció un cierto éxito de lectura aquí y en los Estados Unidos”.

Según el escritor, “los lectores tienden a encasillar los autores con demasiada felicidad uno escribe un libro que produce determinado efecto de lectura y se espera que todos sean iguales. O que respondan a la misma lógica”.

“Yo estaba con “Santa Evita’ en la cabeza y pensaba que si la publicaba iban a pensar que era un peronólogo o peor: un peronista, con todo respeto al peronismo. No ocurrió eso porque en el medio intercalé un libro que desconcertó a la crítica: “La mano del amo’, que no tuvo éxito. Después sí llegó “Santa Evita’ que me abrió las puertas del mundo, gracias a la generosidad de los amigos del boom latinoamericano”.

Del infortunio al libro

“La pasión según Trelew”, su primer libro publicado, “fue consecuencia de un infortunio personal que viví cuando era director de la revista Panorama y nos habían dado la orden de publicar la versión oficial de los hechos de Trelew. Era tan evidente que era falsa que yo dije no puedo cometer esta falta de respeto con el periodismo y ser servil”.

“El periodismo es un acto de servicio -prosiguió-, entonces no desmentí la versión, pero expliqué en una editorial que había que esperar que no fuera un acto de terrorismo de Estado contar la verdad, por lo que fui despedido por única vez de un medio por daño a la empresa”.

“Me dije: a mí no me van a desmentir si estoy contando la verdad y fui a Trelew a averiguar y encontré de pronto la respuesta de la gente que me aclaró dudas muy rápido. Fue una de las primeras manifestaciones públicas contra el régimen militar de aquel momento”, subrayó.

El libro fue “condenado, quemado y prohibido” durante mucho tiempo, por lo que ahora resucita “con un epílogo que pone al día los hechos, es una investigación realizada por la periodista Susana Viau”, adelantó.

En otro libro periodístico, “compilé muchas de mis reflexiones sobre la Argentina, se llama “Réquiem por un país perdido’, y el último texto de la edición anterior es un homenaje a la dignidad de los cartoneros, que hacen de la necesidad un estímulo para demostrar que sólo con imaginación, esfuerzo y trabajo se sale adelante”, remarcó.

“El vuelo de la reina” (que se alzó con el Premio Alfaguara de Novela en 2002) fue nombrado también por su autor: “me trajo muchos lectores españoles, empezaron a leerme más. “El cantor de tangos’, lo publicó otra editorial, pero espero pueda estar en esta biblioteca. Y el último es “Purgatorio’, que no le va tan mal... gordito”, dijo ante las risas de todos.

También, hay un cuento largo publicado por Eloísa Cartonera, “Bazán”, que apareció por primera vez en La Gaceta de Tucumán “y que luego entregué a mis amigos que han hecho una impresión preciosa con una tapa diseñada por la Osa y editada por Washington Cucurto. Es emocionante verlos trabajar en el taller que tienen en la calle Brandsen en la Boca”, deslizó.

“Olimpo” es el libro que está escribiendo ahora Tomás Eloy Martínez: “Era un campo de concentración donde los carceleros recibían a los que entraban con un letrero, escrito en letras góticas: Bienvenidos al olimpo de los dioses, somos los dueños de tu vida y de tu muerte, decía el arco de entrada y eso me pareció suficientemente desafiante como para narrarlo”.

“Ya he visitado el lugar y charlado con los sobrevivientes de esa historia terrible. Es muy difícil insertar el olimpo de los dioses griegos con esta realidad siniestra, trato de encontrar una confluencia con esos mundos y vengo peleando con el tema desde hace tiempo”, remató.

 

 

///

ADEMÁS

¿Internet o el papel?

Tomás Eloy Martínez aseguró que se “rompe la cabeza” al pensar cómo se va a salir del “atolladero en el que se encuentra el periodismo papel”, y aunque reconoció que aún no se ha encontrado una salida, está convencido de que la prensa la va a hallar.

El escritor, recientemente galardonado con el premio de periodismo Ortega y Gasset, insistió en que “ojalá” se halle “una vía de escape a esta especie de camino cerrado”, una “vía de confluencia” entre Internet y el periodismo escrito en el que él ha crecido. Haciendo un repaso a su carrera, reconoció que aunque su primera vocación fue la literatura, por “necesidades imperiosas” de ganarse la vida comenzó en el periodismo, ramas que considera “dos grandes ríos afluentes del mismo mar”.

No obstante, “el respeto sacramental a la regla de la pirámide invertida” le aburría mucho, mientras que “en los relatos encontraba un placer y una felicidad que no se daba en la sequedad de los hechos”, afirmó.

La historia argentina ha sido pilar fundamental de sus novelas, y en este sentido destacó que los escritores escriben sobre lo que saben para aprender sobre lo que no saben, en “una exploración de caminos desconocidos, la búsqueda de luces que vislumbramos pero no vemos”.

Para Martínez, que durante las últimas décadas ha compaginado la ficción, el periodismo y la enseñanza, “es un solo oficio de crear, un solo lenguaje, es crear un diálogo con el otro, aceptando así su existencia”.

El escritor anunció que entre sus proyectos más inmediatos está una obra para una colección de una editorial inglesa sobre mitos de la antigüedad, que va a centrar en el Olimpo.

A pesar de ser un tema universal, Martínez lo va a asociar a un campo de concentración de la dictadura argentina (1976-1983) que recibió este nombre.