en la sociedad rural de corrientes

Un clásico de la ganadería

 

La VII edición de la exposición internacional Braford evidenció los fundamentos para el optimismo de los ganaderos. Con reservas, pero con entusiasmo, los cabañeros apuestan al mediano plazo de la raza.

Un clásico de la ganadería

Federico Aguer/Gastón Neffen

Enviados especiales

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Corrientes tiene “payé”: el encanto de su acento guaraní, la majestuosidad del río, la mística de ser una “república”; la musicalidad de su chamamé, la tradición autonomista y celeste liberal, la cuna de la yerba y del mate, y -nada menos- el futuro de la ganadería nacional.

Semejante afirmación se basa en el sostenido crecimiento de las razas índicas en el norte argentino, desarrollo basado en los requerimientos del mercado doméstico y mundial y en el corrimiento de la ganadería hacia esas latitudes.

En Riachuelo, muy cerca de la ciudad capital, el predio de la Sociedad Rural volvió a afirmar este ímpetu que ni la seca ni la incertidumbre pudieron frenar.

Eso sí, en esta VII edición del congreso internacional de la raza Braford se vio una desaceleración de este vertiginoso crecimiento. Hubo menos animales, menos cabañas (no fueron las más chicas) y menos acompañamiento de las empresas. Sin embargo, en este contexto, la realización del evento y la confirmación de la vocación ganadera tuvo fundamentos firmes para ser optimistas.

La experiencia de Brasil

Carlos Mussari, jurado de la muestra, dijo que en esta expo se manifiesta la línea del tipo de animal buscado por la Asociación. “Todavía quedan animales fuera de ese ideal, e intentamos mostrarlo en esta jura”. Para este especialista, se busca un animal carnicero con un “frame” moderado, no muy grande. “Un animal grande tiene más inconvenientes en vivir en ambientes difíciles. Conviene para eso un “frame” moderado y buena pigmentación, tapado, con anteojeras y con poco blanco para desarrollarse en un medio rústico”. Para Mussari, el congreso del Mercosur de Uruguayana fue una experiencia linda, pero costó por ser jurado tripartito, “eran animales más dispersos y las juras pueden haber sido más desparejas, ya que cuando dos opinan cuesta tener una línea de jura. “Esto abre puertas a toda Latinoamérica, y también recibimos cabañeros de Sudáfrica y Australia. Estamos muy bien posicionados, pero el progreso de nuestros vecinos no está muy distanciado de los que hacemos nosotros”, finalizó.

La voz oficial

Conrado Cimino, presidente de la Asociación, hizo hincapié en los tres días de jura de clasificación, y a la gran cantidad de reproductores que siempre hay en esta muestra, lo que la diferencia de las otras razas. “Lo hacemos de una manera ordenada, contemplando las necesidades de los cabañeros y del público, y en este momento en que las cosas no son de lo mejor la gente nos acompañó y nos sentimos orgullosos”, afirmó.

Para Cimino, lo llamativo de esta raza es que su desarrollo es tan explosivo y vigoroso que el rodeo aumenta permanentemente y -pesar del contexto- se logran situaciones como ésta.

“Somos todos ganaderos, aunque no todos nos dedicamos a la misma cosa, y en el trabajo genético no se puede aflojar. En la medida en que se sigan eligiendo a los mejores animales y se maximice la calidad, seguiremos buscando reproductores que faciliten las etapas posteriores de cría, recría y engorde”, sostuvo. Según el presidente de la Asociación, la penetración de la raza en el Mercosur es impresionante y poder buscar genética en estos países agrega un “choque de sangres”, que es “lo mejor que nos puede pasar”. Para eso, ya están trabajando en el patrón racial del Mercosur.

Belleza y actitud

Eduardo Martínez Ferrario, de la cabaña “El Amargo”, cosechó premios en la categoría hembras. “Muy buenos animales hablan de la calidad de esta muestra. Es un inversión para el futuro; la duda es saber a qué valor se venderán los reproductores. Creo que la genética es una inversión y restringirla es hipotecar el futuro. Lo que no se invierte hoy se verá en el futuro; la ganadería va a funcionar en el mediano plazo, hay que ser cauto en las inversiones pero creo que se debe seguir invirtiendo en este tema”, manifestó. Para este hombre de Villa Minetti, no hay sorpresas, sino un sostenido avance de la raza, “creo que está consolidada y evoluciona positivamente a pesar de la crisis. Tenemos un concepto que dice que belleza es actitud expresada y en función de eso hacemos la selección, agregando información (DEPs y marcadores genéticos), para sumar datos objetivos de medición”, dice.

Para Martínez Ferrario, el hecho de exportar genética y semen a Ecuador, Colombia y Uruguay habla de una demanda de la calidad, que denota buenas perspectivas a futuro.

Dos claves

Para John Adams, experto consultor ganadero, la raza está avanzando y se nota la mejoría, además de la cantidad de cabañas presentes en este contexto. “Creo que es una raza que la están mejorando para adaptarse al norte cada vez más, y se están formando nuevas cabañas. Es una raza muy mansa, ideal para el manejo en campos grandes con poco personal ganadero, además tiene un pelo fino ideal para los calores del norte. Tengo dudas de si todos los cabañeros son concientes de este tema”, afirma.

Para Adams, desde AACREA hace un mes se anuncia que faltará carne para el 2010, pero la realidad muestra un buen futuro para la raza. “Que falte carne va a hacer subir los precios, no caben dudas. El productor reduce los gastos al mínimo, la seca complica aún más, se bajan cargas o se mueve hacienda a otros campos, pero hay que trata de mantener la genética”, finaliza.

José Delfabro estaba eufórico. Su cabaña (radicada en Córdoba) logró premios importantes, basando su trabajo en las medidas subjetivas y la aptitud cárnica con ecografías, buscando un animal adaptado a los climas correntinos. “El prepucio es muy importante, junto al pelo y la pigmentación. Aconsejamos tratar de ser lo más eficiente posible, ya que no se puede entrar y salir del negocio así nomás. Cuando el mercado y la necesidad lo imponen, hay que ser más prolijos que nunca y eso estamos tratando de hacer”, le contó a Campolitoral.

Balance

Juan Baqué, Director Ejecutivo de la Asociación, destacó el balance es positivo, por el buen nivel de inscripciones. “Casi 500 reproductores reflejan el acompañamiento que le dieron brillo a esta muestra, es más que valorable en estas circunstancias”, analizó.

“Este es un negocio de largo plazo que en algún momento va a dar la vuelta. El mercado libre va a seguir mandando y el precio va a subir. El gran trabajo que hacen los ganaderos argentinos en genética es mirado por el Mercosur, y tenemos expectativas para el negocio de la genética”, agregó.

Para Baqué, el trabajo de venir “apretando las tuercas” y haciendo trabajar más a los productores, logró una evolución fenotípica. “Pese a la presencia de cabañas debutantes, en la pista no se notaban las diferencias”. Es que el patrón racial ya está definido: la misma “camiseta”; animales moderados con buen hueso y mucha carne. Según la Asociación, el ritmo de inversión puede ser menor, pero a pesar de eso siguen apareciendo nuevos emprendimientos.

 

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Mirar para adelante

Para Julio Busso, referente santafesino de la raza, el optimismo del cabañero sigue intacto pero el clima es distinto a otros años. “Cuando te ponen una piedra en el camino se hace difícil retomar velocidad de producción. Eso se nota en el número de participantes, por los costos de estar presente en esta muestra”, dijo. Para Busso, los productores chicos no pueden seguir produciendo. “Está jugando muy fuerte en el ánimo la gran sequía”. Sin embargo, deslizó un pronóstico diferente: “A partir de septiembre esta situación se va a revertir. La vaca cambió de manos, los terneros están en poder de productores grandes que no se van a ver apretados para vender y que pueden aguantarlos para una recría o una terminación”, enfatizó.

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Macho campeón. El jurado privilegió un “frame” moderado, ideal para los campos del norte.

foto: federico aguer

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Es una raza muy mansa y tiene un pelo fino, ideal para el norte. Tengo dudas de si todos los cabañeros son concientes de este tema.

John Adams

Experto ganadero

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además

La raza que “arrasa”

Según consigna la página oficial de la Asociación, desde sus inicios en nuestro país, hace ya más de 50 años, la Braford se constituyó para cubrir una necesidad ganadera existente en un vasto territorio donde otras razas no podían prosperar como consecuencia de las rigurosas condiciones climáticas y territoriales en que debían desenvolverse.

Se hizo realidad la búsqueda de una raza sintética a partir de la introducción de sangre Brahman, principalmente, y Nelore (Bos indicus sp.) en los excelentes rodeos Hereford (Bos taurus sp.). De esta forma se logró un biotipo que se caracteriza por su alta producción aún en condiciones ambientales adversas, lo que se traduce en mayor eficiencia de conversión de pasto en carne, mayor resistencia a enfermedades, menor selectividad al pastoreo, reconocida fertilidad, facilidad de parto, habilidad materna, longevidad, temperamento dócil y una gran plasticidad. Estas características hacen del Braford una herramienta fundamental para la producción ganadera tanto en las zonas marginales del norte como en la pampa húmeda y en la precordillera.

Creciendo año tras año en forma vertiginosa, hoy se presenta como la raza más demandada en la vasta zona de cría del norte argentino, distribuyéndose a lo largo y a lo ancho del país.

La Braford se ubica entre las cuatro razas de carne más representativas de la Argentina siendo la de mayor crecimiento en todas las regiones del país.

Tanto los terneros como los novillos Braford logran una ventaja diferencial en relación con otras razas y son muy valorados por los compradores. Se reconocen por su alta sanidad, fortaleza y óptima resistencia y adaptación a condiciones ambientales adversas.

Respecto a la producción del animal para faena, se logra un novillo Braford de rápido engorde a pasto, de alta precocidad, con una terminación a campo dentro de los 22 a 24 meses de edad y de 440 a 460 Kg. La carne posee excelentes atributos de marmoreado, terneza y palatabilidad y los cortes son de gran volumen, sobre todo en el cuarto trasero. Por estas razones, los novillos Braford encuadran en todas las categorías de comercialización: consumo, consumo exportación, exportación pesada.