Granos
Granos
El maíz busca un acuerdo oficial
Flavia Rossi
En el caso del trigo, el convenio oficial logró movilizar el mercado, aumentaron los precios y los volúmenes de negocios.
Los inversores volvieron a refugiarse en los granos para escapar del dólar, sabiendo que el próximo año los balances de este cereal serán más ajustados. El maíz subió casi 10 por ciento en el último mes en Chicago, acomodándose por encima de 170 dólares en las posiciones más cercanas.
Al maíz local le viene costando imitar lo que sucede afuera. En febrero y marzo, los valores internos se afirmaron mientras se repartían los ROE de la campaña 2008/09. En ese momento, el mercado operó casi a la par de Chicago (luego de retenciones): con un descuento de poco más de 25 dólares se pagó un máximo de 415 pesos por tonelada. Con la exportación retirada desde entonces, los valores bajaron hasta 350 pesos a mediados de mayo, ampliando los descuentos de las pizarras a un promedio de 70 dólares debajo de Chicago durante el último mes de negocios.
Ese descuento se mantuvo intacto, incluso con los 400 pesos de comienzos de junio cuando Chicago ganó más fuerza, manteniendo al mercado muy por debajo de las paridades que tendría la exportación si el registro de ventas estuviese abierto.
Esta semana el maíz tuvo un condimento extra. Circuló el rumor de que podría replicarse aquí el acuerdo de trigo que cerró el sector exportador con el Gobierno. La mera posibilidad de que ello suceda elevó los precios del disponible en más de 50 pesos sobre Rosario (450 pagados), preparándose para un eventual acuerdo, que con el otro cereal tuvo bastante éxito.
La experiencia del trigo
El mercado de cámara había desaparecido en febrero, cuando se terminaron de repartir los ROE de la campaña 2008/09. El problema era más grave aún que tener un precio bajo o grandes descuentos. Había quedado mucho más trigo de lo que los molinos podían comprar y la ausencia de la exportación dificultaba los negocios.
Por esa fecha se modificó la forma de aplicar los subsidios. Se eliminó al productor de trigo como beneficiario de las compensaciones y se concentró el mecanismo en los molinos que pagaran por su materia prima el “precio pleno” (el FAS teórico de la exportación calculado diariamente por la Sagpya). Este cambio tampoco logró mantener al mercado activo.
Con un mercado muy ofrecido, una sequía que prometía ser peor a la del año pasado y la falta de precios que permitan cubrir esos riesgos, las intenciones de siembra alertaban sobre una fuerte pérdida de área y la amenaza de tener que importar trigo.
Entonces, se probó con otra estrategia. A fines de abril el Gobierno prometió otorgar un millón de toneladas de ROE de trigo de la campaña 2009/10 a los exportadores que demostraran haber comprado trigo viejo (2008/09) pagando por él el “precio pleno”. La condición, revender esa mercadería a los molinos si lo necesitaran antes del ingreso de la nueva cosecha.
Trigo reactivado
Lentamente, el acuerdo logró revivir al mercado. Volvió a haber pizarra y a niveles muy próximos a los precios plenos, lo que obligó a los molinos a mejorar sus propias ofertas. Las pizarras mejoraron más de 200 pesos desde marzo y apenas en un mes los exportadores compraron 600 mil toneladas adicionales, ofreciéndole la oportunidad de vender a los productores más comprometidos.
También se reactivó el mercado del trigo nuevo que, de negociarse a 140 dólares promedio hasta mediados de abril pasó a valer casi 160 dólares en los mercados a término. El volumen de negocios trepó de 1.300 a casi cuatro mil toneladas diarias.
Lo que pase de aquí en adelante con el maíz será determinante. Los productos están esperando para vender; ya vieron lo que pasó con el trigo.
EN RELACIÓN
Abastecimiento
Para darle confianza a la promesa, fue vital la asignación de casi 360 mil toneladas de ROE de la nueva campaña, aún cuando el cumplimiento quede condicionado a que exista suficiente mercadería en el mercado interno que garantice el abastecimiento local.