Liga Mundial

Festejó Argentina

El equipo de Javier Weber encontró variantes y respuestas para sumar su primera victoria en el torneo, con otra destacada actuación de Facundo Conte. La Argentina viaja a Francia donde continuará este torneo internacional.

De la redacción de El Litoral

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Con notable esfuerzo e intensidad, la selección argentina masculina derrotó a Corea en cinco sets en su segunda presentación en la Liga Mundial 2009 en el Suwon Indoor Gym. Con parciales de 25-21, 21-25, 25-19, 20-25 y 12-15.

No es un dato menor este gran triunfo argentino. Un equipo en formación, en búsqueda de identidad y funcionamiento, chocó contra un anfitrión que sabe a lo que juega, que obliga al máximo esfuerzo y que tuvo sus momentos de dominio.

La paciencia argentina, los cambios a tiempo, la gran entrada de Lucas Chávez (21 puntos) y las respuestas grupales permitieron un envión anímico fundamental en la iniciación de la Liga Mundial, luego de la derrota del sábado también en cinco sets, ante el mismo rival.

Ahora, la Argentina suma 3 puntos en el torneo, 1 por la derrota en cinco sets y dos por la victoria por el mismo marcador, según el nuevo sistema de puntuación.

Como dato color y estadístico, se trató de la primera victoria después de 15 partidos en el torneo para la Argentina. Desde la caída con Finlandia en la última fecha de la edición 2006, pasando por las 12 derrotas de 2007, hasta este partido, el equipo nacional no podía festejar.

El encuentro

Weber y los suyos se sacaron el peso de pasar la barrera de la victoria. Corea demostró argumentos en varios tramos del partido, pero Argentina consiguió reconstruirse dentro del partido con buenas variantes (Uriarte por De Cecco, Chávez por Scholtis, Ocampo y Conte por García y Quiroga), un dato tan alentador como el triunfo.

No arrancó bien Argentina, que volvió a sufrir la potencia de Monn y la efectividad en la rotación de Corea para el 25-21 inicial. Sin embargo, en el segundo hubo un vuelco, ya con Nicolás Uriarte en cancha. Chávez y Spajic fueron abanderados de un equipo que bajó el error de ataque (aunque mantuvo el de saque) para llevarse el set por 21-25.

Otra vez Corea ajustó. Demostró que, con recepción positiva, es un equipo bien complicado. Park y Lim tomaron las riendas del ataque local, que además fue terminante a la hora de la contra. Y Argentina volvió al error (9 entre saque y ataque) para que todo se definiera 25-19.

Entonces, sí llegó la prueba de carácter. De la mano de un Chávez inspirado, y con el cambio de puntas funcionando a pleno (Ocampo y Conte marcaron 5 puntos cada uno), Argentina comenzó el paciente trabajo de levantarse con todo en contra.

Funcionó el saque, también el bloqueo (Ocampo metió 2) y la contra (Chávez 3, Ocampo 2, Conte 1), y sobre todo la ambición de ganar. Fue 20-25 y otra vez al tie breack, por segundo día consecutivo, luego de un viaje demoledor y de una complicada adaptación.

El quiebre

Para la definición, las dudas eran inevitables. Sin embargo Argentina trabajó punto por punto. Arrancó abajo, lo dio vuelta, volvió a ser dominado y retomó el control en el set más corto del partido. Chávez y Conte (3 puntos cada uno) fueron vitales; Uriarte administró bien los recursos, y Argentina volvió a plantarse en bloqueo con el opuesto y los puntas. Allí llegó la diferencia en el set crucial. Fue 12-15 para Argentina y el desahogo resultó previsible y necesario para lo que viene.

Argentina ganó 3-2, y apuntó la nave hacia los objetivos del crecimiento respaldado en victorias ante un rival que, más allá de su escasa historia, resulta sumamente complicado a la hora del cara a cara.