Informe del Ieral

La fuga de capitales impide que haya más crédito local

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Guillermo Moreno impide importar para mantener el maquillaje de la balanza comercial y evitar más salida de divisas del país.

Foto: Archivo El Litoral

En Brasil el financiamiento a las empresas creció el 21 por ciento, mientras que en nuestro país se contrae al 1 por ciento anual. Menos plazos en depósitos y dolarización afectan al sistema.

De la redacción de El Litoral

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DyN

El Ieral -de la Fundación Mediterránea- advirtió que la fuga de capitales que registró la Argentina, producto de la crisis internacional, “ya afecta” las posibilidades de expansión que presenta el mercado crediticio local.

El informe expresó que, a pesar del bajo nivel de integración financiera internacional que presenta el mercado doméstico, la expansión real del crédito en la Argentina es casi nula, ya que exhibe un avance del uno por ciento anual.

Según el informe del Ieral, “en la Argentina, la fuga de capitales ya afecta la posibilidad de expansión crediticia”. Ante la crisis financiera mundial, la inversión de capital muestra una paralización y allí, países como Argentina o Brasil no son ajenos a esta tendencia a partir de mostrar “una desaceleración en el ritmo de expansión del crédito al sector privado”, según indicó la entidad.

El informe refirió que el “deterioro” resulta “mayor” en la Argentina que en el vecino país, y por ello se indicó que los datos permiten inferir la existencia de “factores locales” que estarían obstaculizando la expansión de préstamos al sector privado.

En Brasil, donde la fuga de capitales es “mucho menor”, el crédito se expande al 18 por ciento anual en términos reales, sostuvo el estudio. Se agregó, además, que “los préstamos destinados a empresas se expanden al 21 por ciento anual real en Brasil, mientras que este dato contrasta con la caída del 1,0 por ciento anual real que presenta en la Argentina”.

Notable contracción

El crédito al sector privado en nuestro país se expandió a una tasa interanual en torno al 40 por ciento entre enero de 2007 hasta mayo del año pasado, cuando alcanzó un pico de 43,2 por ciento cada 12 meses.

A partir de entonces, se desacelera en forma pronunciada hasta un 18 por ciento anual en marzo 2009 y 12 por ciento el mes pasado. Para Brasil el comportamiento es similar, pero la desaceleración es menor: pasa de un pico de 35 por ciento anual en septiembre 2008 a 24,6 por ciento en marzo de este año.

Los especialistas mediterráneos indicaron que, en este contexto, y teniendo en cuenta el nivel de integración financiera de cada país, parece ser que “la restricción crediticia local obedece entre otras cosas, además de la crisis internacional, a la fuga de capitales que experimenta la Argentina, reflejo del impacto negativo de indicadores tales como el riesgo país.

“También se expresa -agregó el informe- en el acortamiento del plazo de los depósitos y en su sostenida dolarización, fenómenos que afectan la capacidad prestable del sistema financiero”.


Presión de los importadores

El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, ha presionado al sector de importaciones en la Argentina para mantener el saldo de la balanza comercial ante la baja en las exportaciones y evitar la salida de divisas del país, que sigue sin crédito internacional.

Pero la maniobra ha comenzado a provocar faltas en cubiertas para autos, modelos grandes de televisores LCD y en algunos rubros de indumentaria y calzado.

Según revela hoy Infobae, el polémico funcionario nacional sólo dejaría concretar importaciones a quienes también exporten.

Las cadenas multinacionales de supermercados se habrían ofrecido a “intermediar” con un “peaje” en el negocio, aprovechando su capacidad en tal sentido.

Con la mercadería parada en el puerto por la Aduana, los importadores estarían vendiendo a esas cadenas sus mercaderías, con quitas convenientes para las multinacionales que las manejan.

La medida está en línea con el proyecto para aumentar la presión fiscal sobre los productos electrónicos. Los eventuales beneficios fiscales tienen, sin embargo, un correlato en el consumo y podrían afectar la evolución de precios internos en medio del proceso de recesión.