Cultura

El espíritu transgresor de Chris Ware lleva al límite el lenguaje del cómic

Mónica Faro

EFE

Viñetas, parodias publicitarias, recortes de prensa, fotografías y dibujos de mapas astrales se cruzan en la última obra del dibujante estadounidense Chris Ware, “ACME, Catálogo de novedades”, una crítica social que traspasa los límites del lenguaje de la historieta y que confirma el carácter revolucionario del artista.

Ware trastocó el universo del cómic con Jimmy Corrigan, un niño adulto que cabalga entre la infancia y la madurez y que se convirtió en el mensajero de la visión del autor ante el mundo. Así comenzó la serie “ACME”, un catálogo del universo del autor, que ahora llega a España con un volumen recopilatorio de sus mejores historietas.

El título “es una broma sobre la llamada “cultura’ del American Business y una metáfora de las identidades que reinventamos para nosotros mismos hasta el día en que morimos”, explicó Ware a EFE en una entrevista contestada a través del correo electrónico.

También esconde “emociones y cosas dolorosas de la vida” bajo una imagen “intencionadamente corporativa” que permitiera a Ware despojarse de posibles críticas de sus compañeros.

Y es que el dibujante no sólo ha llevado al límite el lenguaje del cómic, con un estilo visual cuidado y extremadamente sorprendente, sino que ha dado a sus estrambóticos personajes una voz crítica contra la sociedad norteamericana y contra un mundo “que nunca ha estado tan poblado de imágenes de gente que sonríe y se divierte, pero que es tan miserable”, destaca Ware, en referencia a las imágenes de la televisión, revistas y anuncios publicitarios.

“Los americanos viven a expensas del resto del mundo: nos damos el lujo de preocuparnos por nuestro peso, por si tenemos suficiente sexo o somos tan felices como podríamos ser, y la felicidad es vaga, está sobreestimada, es una respuesta caprichosa al estímulo”, afirma.

La presentación

Chris Ware (Nebraska, 1967) es uno de los autores más influyentes de la última década y “el autor contemporáneo más detallista y exigente en cuanto a maquetación, rotulación y presentación”, según su editora española, Mónica Carmona. Es algo que se percibe en cada rincón de esta obra, que alterna colores vivos con blanco y negro, tipografías muy variadas y maquetas que obligan a realizar una lectura en movimiento.

Carmona ubica a Chris Ware en la misma línea que a Art Spiegelman, que se acercó al Holocausto con “Maus”, obra galardonada con un premio Pulitzer en 1992.

“Son autores que trabajan visualmente, pero los temas son muy parecidos a los que trata la narrativa estadounidense actual”, afirma Carmona, razón por la que Mondadori, que no es una editorial de cómics, ha recuperado el trabajo de Ware, puesto que “encaja con la obra de autores como Philip Roth”.

“ACME, Catálogo de novedades” incluye grandes cantidades de texto, a veces en un tamaño de letra que juega con el lector y que ha obligado a la editorial a trabajar con lupa. Pero Ware asegura que no intenta “retar” al lector, sino que pretende que sus páginas sean “legibles, comprensibles”, con una composición que refleja su propia visión del mundo, y al mismo tiempo “desordenadas, inciertas e irreconciliables”, como su propia vida.

“No suelo tener ni idea de lo que voy a escribir o dibujar, intento que las imágenes me sugieran hacia dónde van las historias”, confiesa Ware, un autor convencido de que “el arte es pensar, pero pensar no es arte, una verdad que parece haber sido olvidada” y que concuerda con su rechazo a que “las ideas influyan en el arte”.

Por eso “ACME”, según su creador, pretende “separar los procesos de ver y de pensar e iluminar el desesperado y contradictorio modo en que vivimos”, con una invitación a ver y leer, a experimentar y reflexionar.

La crítica personal de Ware pone en duda “la sabiduría de la Constitución americana”, pero el autor está convencido de que con la elección de Barack Obama como presidente, Estados Unidos “está empezando a crecer”. “Me produce una extraña sensación tener un presidente al que no sólo admiro, sino al que me gustaría parecerme”, apostilla.

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Una de las muestras de uno de los historietistas más influyentes de los últimos años.

Foto: Agencia EFE