En el mítico Luna Park

Narváez retuvo la corona

El boxeador argentino definió la pelea en el undécimo episodio al derrotar por nocaut al mexicano Omar Soto. Superó la marca de Coggi y Laciar.

Narváez retuvo la corona

Omar Narváez, sin problemas, mantuvo el título por decimosexta vez consecutiva.

Foto: Agencia DyN

 

 

Redacción de El Litoral

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DyN

El invicto chubutense Omar Narváez (50,800) retuvo anoche por decimosexta vez en forma consecutiva su título mundial mosca de la Organización Mundial de Boxeo al noquear al mexicano Omar Soto (50,300) en el undécimo round y recibir otra ovación en un Luna Park que se pobló para ratificarle confianza y admiración.

Un recto profundo de zurda hizo zapatear al oriundo de Hidalgo, pero luego llegó la combinación definitiva de manos para ponerle a la medianoche del viernes el broche que esperaba la exigente afición que concurrió al Palacio de Corrientes y Bouchard.

Con esa definición terminó de convertirse en lucido el nuevo éxito del trelewense que hace tiempo se convirtió en el ídolo y en el boxeador más querido por los argentinos de todos los que continúan en actividad.

El “Huracán”, el primer argentino de la historia en ser reconocido como supercampeón, batió un nuevo récord entre sus compatriotas, ya que ante el azteca afrontó su decimoséptima pelea mundialista y así superó la marca que compartía con Juan Martín Coggi y Santos Benigno Laciar.

La pelea

Tal como se preveía, el patagónico fue ampliamente superior a su desafiante, a tal extremo que el cetro en ningún momento corrió peligro.

Como si fuera poco la diferencia entre uno y otro protagonista, al visitante se le descontó un punto en el octavo asalto debido a la utilización de la cabeza en forma antirreglamentaria.

Narváez ganó todos los rounds, a pesar de que no arriesgó mucho al comienzo, cuando simplemente le metió una presión posicional al desafiante y desde ahí lo anticipaba o lo contragolpeaba, cambiando por momentos de guardia para conseguir otro argumento ofensivo.

Al mexicano se lo vio fuerte y resistente, pero demasiado lento para el anfitrión, quien desde un primer momento fue el dominador de las acciones.

El combate ganó en intensidad a partir del cuarto round, cuando Narváez le agregó agresividad a su presión y empezó a desarrollar un boxeo más ofensivo, favorecido por la chatura del nivel del rival.

Parecía desde temprano que la única esperanza que le quedaba al retador consistía en colocar una mano que le permitiera quitarle al sureño un reinado que ya está por cumplir siete años de vigencia.

Del cuarto al noveno round, ante un adversario ya desmoralizado, Narváez se concentró simplemente en no recibir golpes, en seguir sumando puntos en las tarjetas sin hacer un desgaste muy grande, tratando de contentar al público con su juego de piernas, los esquives que nacen de su cintura y el lanzamiento de impactos variados y precisos. Sin embargo, en el tramo final del combate, al campeón se lo vio sin la vitalidad habitual, es decir, sin el respaldo de una preparación física ideal.

De todos modos, en el penúltimo episodio llegó la definición que sirvió para coronar la jornada.

Como era lógica, ante semejante diferencia de capacidad, Soto terminó sobre el tapiz y Narváez volvió a sacarle brillo a su condición de rey imbatido, con 30 triunfos (19 precipitados) y dos empates.

/// EL DATO

Empate

Soledad Matthysse (56,550) corrió peligro anoche, pero sólo uno de los jurados vio ganar a la cordobesa María Quiroga (57,950), mientras que los otros dos determinaron el empate que resultó mayoritario. La pelea, que se desarrolló a cuatro rounds en el marco de la categoría ligero, fue la primera de la velada organizada por el Luna Park. Para una de las autoridades Quiroga se impuso por 39-37,5, pero en las otras tarjetas se votó por la igualdad, en una por 39 y en la restante por 38,5.