Caso Pezzone-Piazza
“El fallo de la Cámara fue justo y valiente”
La defensa del hermano de Roberto Piazza mostró conformidad con el fallo de la Cámara Penal, que esta semana ordenó la liberación del acusado. El Tribunal se refirió a “la trascendencia pública” que tomó el caso.
Juliano Salierno
“Si algo no debe conmover a quienes tienen la función de juzgar, es la connotación pública que haya tomado un caso judicializado. El juez debe actuar con absoluta y total independencia” previno la Cámara de Apelación Penal de Santa Fe, que este jueves revocó la elevación a juicio y mandó liberar a Ricardo Pezzone Piazza, acusado de abuso sexual por uno de sus hijos.
En el mismo sentido, el abogado José Ignacio Mohamad, que junto con Horacio Paulazzo representan al hombre de 61 años que pasó los últimos cuatro meses preso, coincidieron en que se montó un “circo mediático” en el que su defendido fue presentado desde un primer momento como culpable.
“Creo que el fallo de la Cámara es justo y fundamentalmente valiente, porque con el circo mediático que se montó, los camaristas bien pudieron tomar otra decisión”, declaró Mohamad.
“Advertimos la necesidad de determinar en forma fehaciente la inserción temporal de las diversas secuencias juzgables”, argumentaron los camaristas Daniel Rucci y Federico Echauri, miembros de la Sala I de Apelación Penal, quienes consideraron que se trató de “un proceso que se ha caracterizado por su imprecisión fáctico temporal en más de un aspecto”.
El fallo, mediante el cual la Cámara revocó la resolución del juez de Instrucción Octava, Jorge Patrizi, contó con la abstención del tercer vocal, Eloy Suárez, miembro de la Sala III.
El sobrino
La causa que involucra a Ricardo Pezzone Piazza surge tras la publicación del libro autobiográfico “Corte y confesión”, del modisto Roberto Piazza, cuyo reconocimiento a nivel nacional y su vinculación con los medios le permitió instalar el tema en la agenda pública.
Allí acusa a su hermano Ricardo de haber abusado de él durante su niñez, pero estos hechos jamás fueron denunciados, y con el paso del tiempo hoy se encuentran prescritos para la Justicia.
Entonces, el protagonismo del caso recayó en su sobrino Ramiro, hijo de Ricardo, que tras enterarse de las declaraciones de su tío decidió denunciar a su propio padre de haberlo violado entre los 7 y 14 años.
En ese contexto, fue que este verano, Roberto Piazza acompañó a Ramiro hasta el juzgado de Instrucción del Dr. Patrizi y radicó la denuncia. El magistrado ordenó la detención del acusado tras tomarle declaración indagatoria el 4 de febrero y desde entonces permaneció tras las rejas, hasta el jueves 25 de junio, que la Cámara resolvió liberarlo.
En todo ese tiempo, los abogados de las partes desplegaron sus estrategias, uno acusando y acercando pruebas, los otros ejerciendo la defensa del imputado. Pero antes de que el juez de Instrucción dictara el “procesamiento” que llevaría a Pezzone a la etapa de “plenario”, sus abogados solicitaron la “instrucción abreviada” para que la fiscal Nº 5, Susana Perticará, dijera si tenía la intención de acusar o no. Entonces, la fiscal acusó y el juez corrió traslado a la defensa; finalmente, Patrizi resolvió la elevación a juicio.
Contra el tío
“Nosotros apelamos esa resolución del juez”, indicó Mohamad, que planteó la nulidad de los informes periciales en psicología y especialmente los testimonios brindados, dado que “varios conocidos o antiguos familiares “nada vieron ni nada saben’ simplemente conjeturan”.
“Se trata de un armado instigado por el tío famoso del denunciante”, acusaron los abogados en un escrito presentado ante la Cámara.
Por último, los camaristas asumieron que “si bien es cierto que los delitos sexuales normalmente se consuman en la intimidad y por tal razón la prueba escasea, no por ello debe llevarse este concepto al extremo de dar crédito a una denuncia incompleta que no proporciona detalles precisos y concretos de los momentos y de las circunstancias en que los hechos típicos acaecieran ni tampoco se vea suplido ello por pruebas referidas a los mismos que cuanto menos sean indicios serios, numerosos y coherentes (que no se dan en este caso)”.
