Dijo que no cambiará el gabinete
Para Cristina ganó el kirchnerismo
La presidenta ratificó las cifras del Indec y resaltó que el PRO perdió la mitad de sus votos en Capital Federal. También negó haber perdido mayorías parlamentarias.
Dijo que no cambiará el gabinete
Para Cristina ganó el kirchnerismo
La presidenta ratificó las cifras del Indec y resaltó que el PRO perdió la mitad de sus votos en Capital Federal. También negó haber perdido mayorías parlamentarias.
De la redacción de El Litoral
La presidenta Cristina Fernández negó cambios en el gabinete o del rumbo del gobierno tras los comicios, eludió una explicación de las razones por las cuales el kirchnerismo perdió en Buenos Aires y aseguró que el Frente para la Victoria triunfó a nivel nacional.
En la segunda conferencia de prensa de su gestión, cuestionó a un periodista que le preguntó si se corregirían las manipulaciones en el Indec. Dijo que esa no era una pregunta sino una afirmación y sostuvo que los datos oficiales “si son positivos, se ponen en duda. Si son negativos, son tomados para indicar que hubo una caída de la actividad”. Dijo sobre los comicios en Buenos Aires que ante a la “voluntad de la gente” nadie “puede enojarse ni desconocerla”. Pero no dio muestras de correcciones en el rumbo de su gobierno como consecuencia del mensaje de las urnas.
“No creo que por el resultado de las elecciones deba hacer algún cambio de gabinete”, dijo. También descartó correcciones al tipo de cambio y recordó que “la moneda que menor devaluación tuvo en toda la región latinoamericana fue la argentina”.
La mandataria evitó explayarse sobre el futuro del gobierno y prefirió pasar a la oposición la responsabilidad de ayudar al afirmar su confianza en “lo que han dicho sobre que van a aportar todos a la gobernabilidad”.
Advirtió que la conformación del Congreso a partir del 10 de diciembre “va a exigir por parte de todos, oficialistas y opositores, ejercicios de consenso y acuerdo para lograr gobernabilidad” porque “cuando uno no tiene mayoría construir consensos también depende de las otras partes y como en todo Parlamento se deberá negociar, como se hizo en casi todos los casos”.
Resultados “oficialistas”
Cuando se le preguntó sobre la derrota kirchnerista, Cristina arremetió contra la lectura de los medios. “No se visualiza la terrible diferencia de haber pasado del 60 por ciento de los votos exactamente a la mitad”, en referencia al porcentaje que logró Mauricio Macri en la segunda vuelta electoral y el alcanzado ayer por la macrista Gabriela Michetti.
En cambio explicó que el oficialismo obtuvo el 29,56 por ciento de los votos que, con el aporte de “aliados” -a los que no identificó-, llega al 31,03 por ciento. Indicó que el Acuerdo Cívico y Social alcanzó el 29 por ciento, el PRO el 18,5, el PJ disidente el 6,29 por ciento.
Agregó que para el oficialismo, su bloque en el Senado pasó de 43 miembros (37 propios y 6 aliados) a 39 (35 propios y 4 aliados) y en Diputados se pasó de 137 (115 propios y 22 aliados) a 134 (107 propios y 27 aliados). Sobre la base de estos datos, la presidenta intentó demostrar que el gobierno no sólo se ganó la elección según la cantidad de votos, sino que se retiene las mayorías parlamentarias, ayudados por “aliados”.
“En ninguna parte del mundo transcurren seis años de gestión sin desgaste ni problemas”, dijo, y para reforzar la idea recordó las derrotas de Raúl Alfonsín en 1987 y de Carlos Menem en 1997.
Sin embargo, aclaró de inmediato que esa opinión “no minimiza ni intenta ignorar las razones” del revés en la provincia de Buenos Aires, que “fue una derrota por dos puntos” y “por lo tanto debe ser reconocida como tal”.
La jefa del Estado consideró que las cifras “arrojan una suerte de tripartidismo”, al tiempo que destacó la performance de Fernando Pino Solanas en la Capital Federal cuando “hace un tiempo parecía haberse acentuado un marcado paso hacia la derecha”, en alusión a Macri en la ciudad autónoma.
Reacciones que reclaman cambios
Plebiscito
¿Qué pasa, no quieren cambiar nada? ¿No asumieron que hay un mensaje de la sociedad argentina, la bonaerense en particular, que les está indicando que hay modificar conductas, actitudes, que el mejor gesto podría haber sido decir “...bueno, asumimos que hay un mensaje de la sociedad argentina y, en consecuencia debemos mejorar rumbos? Esto hubiera sido un acto de grandeza enorme. Hay que hacerse cargo del plebiscito”.
Jamás
Hasta el domingo nosotros éramos una porquería para el gobierno; el demonio, Judas. Mantuvimos la independencia y enfrentamos con argumentos al gobierno. Apoyamos una nueva Ley de Radiodifusión, pero de eso a que apoyemos el proyecto oficial hay una distancia grande; jamás he conversado dos palabras con la presidenta, y no tenemos vinculación con ningún ministro. Jamás haremos acuerdos que no sean públicos.
Abismo
Si esta señora no reacciona en una semana más, va a tener enormes problemas de gobernabilidad. Tiene que darle una explicación al pueblo. No es analista política. Tiene que decir cómo va a reconstruir la confianza y si esto no sucede, el gobierno tiene problemas gravísimos. Lo quiero advertir. Con los problemas que tiene el país, ella tiene que reconstruir los puentes. Lo que generó ayer es un abismo entre el pueblo y ella. Es muy grave.
Recesión
Está claro que hay un deterioro económico y social y un voto castigo. Los ciudadanos de todo el país fueron eligiendo canales por donde expresar su disconformidad, como puede ser el caso de Reutemann en Santa Fe, Das Neves en Chubut o partidos alternativos. Pero me parece que lo común a todos es un mensaje de disconformidad con la manera de gobernar y por los resultados objetivos que tenemos. Claramente la economía está en recesión.
Autismo
Es un gobierno autista, lejos de la realidad. Tiene una visión sesgada que le impide reconocerla y ofrece una explicación matemática que llama la atención, en lugar de tomar medidas contra la inflación, el desempleo o la gripe porcina. Le aconsejo a la presidenta que cambie su gabinete y reconstruya políticas, que asuma el papel protagónico que nunca debió dejar y retome las riendas del Poder Ejecutivo.
/// EL DATO
Trilogía
En 1997 Carlos Menem acuñó una frase célebre: “Estamos ganando en Perico”, dijo, como si eso disimulara su derrota nacional en un comicio legislativo. En 2003 Alberto Rodríguez Saá sostuvo que su hermano ganaba las presidenciales “en las principales ciudades del país”, y mostró como ejemplo una mesa de Necochea. Ayer la presidenta completó la terna: “en el Calafate ganamos por el 60 %”, dijo con sonrisa cándida. Aludió así a “mi lugar en el mundo” -lejos de la Rosada- y hasta evaluó que el oficialismo perdió Santa Cruz por “problemas de gestión, del partido y ausencia nuestra en el territorio”.
La mandataria aseguró que no cambiará su relación con Cobos. Dijo que “en ninguna parte del mundo” el vicepresidente hace listas opositoras.
Foto: EFE