Están presos
Procesados por el crimen
de calle Necochea al 3200
Se trata de tres hombres jóvenes que no pudieron justificar dónde se encontraban la madrugada del 17 de mayo, cuando según la autopsia, asesinaron a Roberto Ceferino González de siete puñaladas. El ataque habría sido en ocasión de una fiesta sexual.
De la Redacción de El Litoral
[email protected]
El juez de Instrucción Penal, Jorge Patrizi, procesó el viernes a tres muchachos, a los que les atribuye la muerte de Roberto Ceferino González. La víctima, de 42 años, vivía en un departamento interno de calle Necochea al 3200, de barrio Candioti.
El delito que se les atribuye es “homicidio doblemente calificado por la alevosía y por la participación de dos o más personas”, que tiene prevista una pena de prisión perpetua en caso de que fueran condenados. Tal como lo estableciera la Justicia, este tipo de hechos deberá ir a juicio oral.
Según se dedujo de la autopsia del cadáver, a González lo mataron entre la 1.30 y las 5.30 de la madrugada del domingo 17 de mayo. Alrededor de esa hora límite una llamada telefónica alertó al personal de la Seccional 3ra. que llegó hasta el lugar para corroborar la denuncia. Cuando ingresaron a la vivienda, encontraron a González tendido sobre la cama y bañado en sangre.
Más tarde se supo que las heridas de arma blanca fueron siete, algunas bajo la axila derecha y el resto por la espalda. Además se comprobó que fueron utilizadas dos armas diferentes, una encontrada en la calle, a las pocas cuadras del lugar; mientras que la otra daga quedó en la casa.
El contacto
Ante semejante cuadro la policía se contactó con el juez de Instrucción Cuarta, Eduardo Saurín, quien tras pedir licencia por enfermedad dejó el caso en manos del juez Patrizi, de Instrucción Octava.
Los primeros allanamientos para dar con los asesinos fueron negativos. Aunque desde un primer momento se sospechó de la presencia de al menos dos personas, la policía arrestó a tres jóvenes que nada tenían que ver con lo ocurrido.
Pero un mensaje de texto enviado al celular de la víctima la noche previa al homicidio le permitió a los investigadores reencauzar la búsqueda. Con algunos datos precisos elevaron un pedido de captura a todas las unidades y en un operativo de tránsito descubrieron a uno de ellos.
Mario Portillo, de 21 años, quedó detenido luego de que lo demoraran por “averiguación de antecedentes” y supieran que tenía pedido de captura. De su testimonio y otra prueba colectada surgieron algunos apodos de personas, que al verse acorralados prefirieron entregarse.
El primero fue David Gamboa, quien se presentó en tribunales el 16 de junio y declaró al día siguiente, asistido por el abogado Carlos Renna. Gastón Suárez, alias “el negro Lalo”, se entregó un día después y fue indagado el 18 de junio, ante su abogado Martín Risso Patrón.
Portillo, Gamboa y Suárez quedaron procesados el viernes pasado, por lo que las partes se terminaron de notificar ayer. hasta hoy ninguno de los involucrados apeló la resolución, aunque aún quedan algunos días para hacerlo, refirieron fuentes del juzgado.