Del derecho a revisar los e-mails de sus hijos

Cibernética y responsabilidad paterna

DyN

Los padres tienen derecho a revisar los e-mails (correos electrónicos) de sus hijos mientras ejerzan la patria potestad, determinó la Cámara del Crimen porteña, en el marco de una causa penal que investiga el supuesto abuso de una nena de 13 años.

Además, la Cámara revocó el procesamiento que pesaba sobre el sospechoso de “abuso sexual sin acceso carnal” y ordenó profundizar los informes sobre el supuesto hecho reportado por la menor, ya que los profesionales intervinientes aludieron a que la chica podría haber fantaseado la situación.

Se trata de una compleja investigación que se inició cuando un hombre revisó el correo electrónico de su hija de 13 años y encontró e-mails que le permitieron denunciar el presunto abuso, según el fallo al que accedió DyN. De acuerdo con la presentación que hizo la defensa del sospechoso al apelar el procesamiento, el denunciante violó el artículo 161 de la Convención Sobre los Derechos del Niño en cuanto establece que “ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia”.

Al respecto, los jueces de la Sala IV de la Cámara del Crimen, Julio Marcelo Lucini y Mario Filozof, rechazaron esta teoría porque “aquella “injerencia arbitraria’ no alude a la que legítimamente tienen los progenitores en el ejercicio de la patria potestad, y al control sobre la educación y formación de sus hijos menores de edad”, tal como surge del Código Civil. “La damnificada sólo poseía 13 años de edad, y más allá de que se pueda compartir o no, resulta admisible que el padre controle el acceso de su hija a Internet, por lo que no se hará lugar a la nulidad impetrada”, sostuvo el fallo. Además, los camaristas sostuvieron que la chica “jamás ha demostrado sentirse agraviada o víctima de un delito ante la revisión de su correo electrónico”, y aclararon que -en caso de darse ese delito- sería una ofensa de acción privada.

La menor “no hizo mención alguna a una supuesta violación a su intimidad que ahora agravia a la defensa que, por otra parte, no es quien debe proteger los intereses de la víctima”, sostuvo el fallo.