ENCUENTRO DE TEATRO
Un festival que invierte la historia
Del 3 al 18 de julio se hará en Buenos Aires el Festival Nacional de Teatro, con elencos de Río Negro, Córdoba, Buenos Aires, Mendoza y Salta.
DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL
Organizado por el espacio cultural Nuestros Hijos, de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, tendrá lugar en Buenos Aires el Primer Festival Nacional de Teatro. Con entrada libre y gratuita, en el espacio cultural que funciona en la ex ESMA, se podrán ver las siguientes obras, siempre a partir de las 20: el viernes 3, “Hebras”, de Luisa Calcumil y Valeria Fidel (Río Negro); el sábado 4, “Edipo R”, versión libre de Edipo Rey de Sófocles, a cargo del grupo Organización Q (Córdoba); el viernes 10, “Tercer cuerpo”, de Claudio Tolcachir, y el sábado 11, “Doble mortal”, de Ignacio Apolo (ambas, obras de Buenos Aires).
En tanto, el viernes 17 se pondrá en escena “Subte”, de Francisco Sanguino y Rafael González, a cargo del elenco de teatro Viceversa (Mendoza), y el sábado 18, “El malentendido”, de Albert Camus, protagonizado por el grupo La sardinera del norte (Salta).
Paralelamente a las funciones se podrán apreciar diversas muestras: “Diarios”, de León Ferrari, Juan Carlos Romero y Horacio Zavala, con curaduría de Marcelo Pelissier; “Okupas”, de Luciana Malfatti y Marina Etchegoyen, curada por Gabriel Serulnicoff; “Una de miedo”, obras de Brian Hermosi y Ramiro Oller curadas por Gabriel Serulnicoff.
En tanto, el 14 de julio, a las 19, se inaugurará la exposición “Dibujo argentino contemporáneo”, que permanecerá habilitada hasta mediados de agosto. Allí presentan sus trabajos Eduardo Stupía, Jorge Meijide, Eduardo Gualdoni, Ernesto Pesce, Carlos Carmona, Félix Eleazar Rodríguez, Jorge Pietra, Diego Perrotta, Aníbal Cedrón, Ladislao Kelity, Roberto Rey, Daniel García, Marcelo Bordese, Ana Eckell, Alejandro Thornton y Omar Panosetti. Curadores: Marcelo Pelissier y Jorge Meijide.
También se expondrán: “¡¡¡... Pero lo quiero ya!!!”, de Maia Debowicz e Ignacio Amespil, y “Soñás la hoguera donde siempre sos la leña”, de Carolina Gori y Agustina Mihura. Ambas muestras son curadas por Gabriel Serulnicoff.
MUERTE VS. VIDA
“Considerando la actual configuración de la producción teatral de nuestro país con sus diversos matices regionales, sus estéticas particulares, sus visiones y vivencias propias, el Espacio Cultural Nuestros Hijos se ha propuesto generar una posibilidad más de encuentro e interacción desde donde poder conocer e intercambiar los distintos modos en que el teatro se piensa y se hace en todo el territorio nacional”, explicó Guillermo Parodi, coordinador del área de Teatro del Espacio Cultural Nuestros Hijos.
La sala en la que se exhibirán los espectáculos teatrales tiene capacidad para 600 espectadores. “Este festival, al realizarse en el Espacio Cultural de las Madres de Plaza de Mayo, en la ex ESMA, adquiere el signo de reversión de la historia, al proponer actividades artísticas que truecan el pasado oscuro y doloroso en creatividad, imaginación y producción de saberes, transformando la muerte en vida”, destacó Parodi.
“Recordamos el concepto de Peter Brook sobre el espacio vacío, que resultaba allá por los sesenta una potencialidad abierta e infinita que invita a la imaginación y la acción. Pero en nuestro país, dadas las circunstancias históricas recientes, el espacio vacío se convierte claramente en otra cosa. Deviene lo vaciado, lo allanado. Si Peter Brook utilizaba el espacio vacío como una condición de posibilidad de la nada que intuye y crea a partir de cualquier deconstrucción, nuestro espacio vaciado retorna, vuelve, ya no como posibilidad, sino como ausencia que se hace presente, ineludible realidad histórica, lucidez para dar cuenta de aquello que ha sido arrebatado. El espacio vaciado actualiza el dolor en nuestro suelo, el cual es fundante de cualquier relato ficcional. Los objetos y los cuerpos del espacio vaciado tienen la carga existencial de lo que no fue. En el espacio vaciado lo que no está acecha. Viene y arremete con sus gritos y silencios, para luego colmarse de palabras que fundan realidades ficcionales que se vuelven hacia nosotros como espejo”, reflexionó.
“Por eso, al abrigo de las Madres de la Plaza, desde aquel 31 de enero en que desembarcáramos en este predio, decidimos celebrar la vida sublimando el dolor y superando el espanto”, concluyó el organizador.




