Esa noche peleaba Monzón y muchos se fueron de la cancha porque pensaban que el partido estaba perdido...
La hazaña del Viejo Gasómetro que ningún tatengue se olvida
A 40 años de una hazaña: Unión caía 3-0 con Newell’s y lo dio vuelta: 4 a 3.

Reproducción de la cobertura que El Litoral hizo al día siguiente de la fantástica victoria en el Viejo Gasómetro de avenida La Plata.
Foto: José Vittori
Enrique Cruz (h)
Si a los hinchas de Unión que peinan canas le preguntan por un partido, uno solo, que recuerden en la historia tatengue, dirán al únisono: “el día que perdíamos 3 a 0 y le ganamos 4 a 3 a Newell’s en el Viejo Gasómetro”. Fue un día como hoy, 5 de julio, hace exactamente 40 años. Lo más curioso, es que Unión apenas consiguió clasificar para el campeonato Nacional de 1969. No fue un ascenso, ni nada que se le parezca. Hubo otros partidos demasiado trascendentes en la historia rojiblanca, como la final de 1989 ante Colón. Ese quizás sea el único partido que supere, en impacto, al que estamos citando. Pero por las particularidades, por ir perdiendo y darlo vuelta, por algunas anécdotas ocurridas aquella noche, muchos hinchas jamás se olvidarán de lo que pasaba hace exactamente 40 años en la cancha de San Lorenzo.
Unión llegaba a esa instancia luego de ganarle 3 a 0 al Gimnasia de Gatti, Mocoroa, Zywica y Rezza, en la cancha de Racing. Y Newell’s había ganado 1 a 0 el clásico con Central. El partido se jugó con un frío insoportable y en un campo de juego que no estaba en buenas condiciones por la lluvia.
0-3 y... a verlo a Monzón
Cuando Bezerra marcó, a los 18 minutos del segundo tiempo, el 3-0, muchos hinchas de Unión se fueron de la cancha hasta el Luna Park, pues esa noche peleaba Monzón con Harold Richardson, un norteamericano que estaba quinto en el ranking y a quien el “Negro” venció por nocaut técnico en tres asaltos.
Hay una anécdota contada por el doctor Dichino en ese entonces. “Me fui de la cancha con el partido 3 a 0 y cuando estaba por llegar al Luna Park, Unión había conquistado el 3-3 y se jugaba el alargue. Le dije al taxista que me llevara de vuelta a la cancha. Cuando llegué, ya estaba 4-3, así que no vi ninguno de los goles de Unión ni tampoco la pelea, pero no me arrepiento”.
En Unión atajaba Garzón, que tiempo después se accidentó dos días antes de incorporarse como arquero de Racing; a Figueroa lo había ido a ver un dirigente de San Lorenzo y se lesionó a los 8 minutos de empezado el partido; Luis Pulcini siguió su carrera en Colón; Juan Carlos Lapalma fue la gran figura del partido; Ciro Ocampo tuvo el honor de marcar el gol de la victoria en tiempo suplementario; el desaparecido Néstor Lionel Scotta fue luego jugador de Racing y River; el “Chavo” Anzarda era un jovencito que luego triunfó en River, Platense y el fútbol español, mientras que César Toyé tenía apenas tres partidos en la primera de Unión.
“¡Chavo!... ¡Chavo!... ni se te ocurra salir”, le gritaba el padre a Anzarda, uno de los que terminó “en una pierna” el partido. Y en la cancha estaba un, por entonces joven y potentado, socio caracterizado —Julio Baldi— quien no sólo le pagó un premio especial a los jugadores, sino que además se encargó de pagar la cena para todos en la parrilla Martín Fierro.
Todos al festejo
En esa cena, habló el presidente, doctor Marcelo Casabianca, un hombre que llevó a Unión en dos oportunidades a Primera (en 1966 y 1968). Y luego lo hicieron Juan Carlos Lapalma, como capitán; José Guillermo Abbas, como entrenador, el profesor Hugo Palermo (preparador físico), el gerente Ortiz Lombardi y los periodistas Heriberto Osuna y Pedro Oscar Roteta.
“Hazaña que lo lleva al Nacional” fue el título de la edición vespertina de El Litoral, que en ese entonces tenía una matutina y otra vespertina. Al otro día, el plantel llegó a Santa Fe a las 10 de la mañana. Fueron todos al estadio, donde una multitud aguardó la llegada de los “héroes” del Viejo Gasómetro, para testimoniarles su agradecimiento. Ese día de la llegada a Santa Fe, el domingo 6, Chacarita se coronaba campeón del torneo Metropolitano ganándole a River por 4 a 1 en la cancha de Racing. Fue el famoso equipo de Petrocelli, el “Nene” Gómez, el “Beto” Poncio, Marcos, Orife, Newman, Bargas, Frasoldatti, Puntorero y Recúpero, que regó de gloria a San Martín.
A la luna
Ese 5 de julio, pero en Santa Fe, el equipo liguista de Unión empataba sin goles con Atenas. Pruvost; Sanseverino, Artucio, Bravo y Amato; Mazzola, Cañete, Cardamone; Yabó, Villarreal y Rodolfo Zanabria fueron los titulares ese día, que fue también la antesala de la final de Wimbledon, en tenis, que quedó en manos del inolvidable Rod Laver.
El Circo de Marrone se presentaba en la Sociedad Rural y Neil Armstrong revelaba, ese mismo día, que el módulo que llevará a él y a Edwin Aldrin a la luna se llamará Aguila. La partida estaba prevista para el 16 de ese mes, y el alunizaje el 20. “Existe la posibilidad de que el Aguila no pueda remontar vuelo desde la luna; en ese caso, moriremos...”, dijo con tranquilidad Armstrong, quien junto a sus compañeros (Aldrin y Collins) ya estaban apartados y sin contacto con la gente para evitar el contagio de gérmenes.
Fue hace 40 años, el 5 de julio de 1969. Ese partido marcó el futuro de Di Lallo (el arquero que reemplazó a Toriani), a quien Unión le marcó los cuatro goles de la gran victoria. Para muchos tatengues, el partido más importante de la historia. Para otros, podrá serlo pero después de aquel clásico del gol de Madelón que lo llevó a Primera 20 años más tarde. Lo cierto es que a 40 años de ese episodio, todavía se lo recuerda y jamás se olvidarán de un partido en el que sólo había en juego una clasificación para jugar el campeonato Nacional.





