El club del sur analiza renunciar a la plaza por la crisis
Una preocupación menos para
Unión: no viajaría más a la CAI
De la Redacción de El Litoral
Mientras la mayoría de los equipos que participará del próximo certamen de la Primera “B” Nacional —comenzará el 8 de agosto— está volviendo para empezar la pretemporada y el mismo Unión se instalará desde mañana en Casasol con Pumpido-Alí, hay una noticia que sacude por estas horas el ambiente del ascenso: la CAI (Comisión de Actividades Infantiles) está a punto de renunciar a la plaza por cuestiones económicas y retirar el equipo de la categoría. Supuestamente, los “interesados” son Talleres de Córdoba (descendió al Argentino “A”) y Patronato de Paraná (perdió la Promoción justamente con la CAI), pero el reglamento de la AFA por ahora no contempla vender una plaza.
Esto significaría para equipos como Unión dejar de hacer todos los años el viaje más largo del fútbol argentino, teniendo que ir hasta la ciudad del viento una vez cada 365 días. Incluso, con el trastorno estratégico que significa, porque aunque nadie lo dice públicamente todos lo comentan por lo bajo: “¡Cómo jode el viaje hasta la CAI, encima con la historia del viento durante los 90 minutos!”.
Peralta, la voz de la CAI
Carlos Peralta es el padre de Sixto (apodado el “Mumo”), aquél jugador que explotara en Huracán, pasara por Racing y recalara en el fútbol de Europa. Además, es el presidente de la CAI, un club que además del hijo del presidente, le regaló al fútbol argentino valores como el “Cuqui” Andrés Silvera, Mario Santana, Pablo Barrientos y el goleador José Tabares.
En declaraciones que hoy publica el diario Crónica de Comodoro Rivadavia, el mismo Carlos Peralta admite la gravedad de la crisis económica de la CAI en el sur del país.
—¿Qué porcentajes hay para que la CAI siga en el ascenso?
—No, no se puede medir en porcentajes. Lo que estamos haciendo es similar a lo que hicimos cada vez que hubo receso: un esfuerzo grande para poder seguir. Ahora más acuciados por la razón de que no hubo ingresos por venta o convenios de jugadores.
—¿Esas gestiones son ante el Estado?
—Sí, tanto provincial como comunal. Se hizo un esquema de presentación tanto a la gobernación como a la intendencia sobre lo que se necesita y una posible contraprestación del club que habrá que definir. Pero también tratamos de interesar a algunas empresas para que nos den una mano. Luego haremos un chequeo sobre los ingresos genuinos del club y si todo cierra, estaremos otra vez en carrera.
—Comodoro, Chubut y la Patagonia se quedan sin la “B” Nacional...
—¿Saben lo que me interesa? Que todo esto no parezca como que se quiere meter presión de algún tipo, como que estamos llorando.
—En realidad, la situación amerita al menos un mínimo reclamo a los que toman decisiones sobre la distribución del dinero de los chubutenses en la faz deportiva...
—Es que más presión que el conocimiento cabal que tienen los directores de Deportes de la intendencia, de la gobernación, los propios diputados, senadores, el gobernador, el intendente, no puede haber. Me parece que mayor manifestación que ésa es imposible. —Entonces, ¿por qué no hay respaldo?.
—Me gustaría saberlo, te juro que sería al menos un alivio, entender alguna razón
—¿Será Carlos Peralta?
—No lo sé, al menos yo no tengo cola de paja y nadie me dijo nada en la cara algo como “sos vos, el culpable de todo sos vos”. Pero, sinceramente, no creo que sea mi cara.
—¿Y la imagen de autosuficiencia que siempre ofreció la CAI? Con eso de que siempre se autofinanciaron, que no son de golpear puertas hasta lastimarse las manos, que no ruegan por un subsidio de 10 mil pesos...
—Es un planteo válido, lo entiendo. Ese concepto que mencionás lo llevamos a esto: yo entiendo a la provincia como una familia, entonces al integrante de esa familia que supuestamente hace bien las cosas, que no se mete en líos, que no gasta más de lo que debe, que es prolijo, mesurado A ése no le das nada; en cambio al otro, al que malgasta, que se porta mal, que trabaja poco, a ese lo aguantás hasta en sus mínimos caprichos económicos. Me parece que no debería ser así el mensaje.
—Hay que rezar que baje algo de algún modo entonces.
—Yo entiendo que el gobierno provincial no tiene obligación en hacerlo, sí sé que es nuestro compromiso hacer todo lo posible para que eso pase. Es lo que vamos a hacer, sería impropio ceder ahora luego de tanto esfuerzo.
—Renunciar a seguir sería un golpe drástico...
—Es una decisión sin retorno. Son tres años que no podés participar en otro ámbito que no sea la Liga local. Y luego deberías arrancar desde el Argentino “C”. Así que si te vas, no volvés más. Sabemos de lo que se trata, por eso estamos haciendo muchos esfuerzos desde hace varias temporadas para permanecer.




