Ya hay dos muertos y numerosos heridos tras la represión de las fuerzas armadas hondureñas

La ONU llama a la restauración del

orden constitucional en Honduras

El depuesto presidente Manuel Zelaya exhortó al ejército de su país a no disparar contra “sus hermanos”.

 

La ONU llama a la restauración del orden constitucional en Honduras

Durante la represión a los partidarios de Zelaya en el aeropuerto de Tegucigalpa, dos manifestantes resultaron muertos.

Foto: AGENCIA AFP

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AFP-EFE-Télam

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy la restauración, bajo los auspicios de la Organización de los Estados Americanos (OEA), del “orden constitucional” en Honduras, donde el presidente Manuel Zelaya fue detenido y expulsado por los militares.

La OEA debe asumir “un papel de líder para encontrar una solución pacífica gracias a la cual se pueda restaurar el orden constitucional”, dijo Ban, preguntado en una conferencia de prensa.

El jefe de la ONU, que se declaró “muy entristecido por la pérdida de vidas humanas” en la represión de los partidarios del presidente derrocado, subrayó que “todo cambio inconstitucional de poder es inaceptable”.

El secretario general evocó un “principio fundamental de la democracia”, al señalar que “cuando un líder ha sido elegido según procesos legales, constitucionales, su autoridad y su mandato a la cabeza del país deben ser protegidos”.

Por otra parte, llamó a las nuevas autoridades, dirigidas por el jefe de Estado de facto Roberto Micheletti, a “proteger las vidas humanas, la seguridad de todos los ciudadanos que deben poder expresar su voluntad libremente sin ser intimidados, sin ser amenazados”.

El presidente derrocado Manuel Zelaya se reunió en El Salvador con varios dirigentes de América Latina que le reiteraron su apoyo.

Zelaya se entrevistó anoche con el secretario general de OEA, José Miguel Insulza; el presidente de la Asamblea de la ONU, el nicaragüense Miguel D’Escoto, la presidenta argentina Cristina Kirchner, y sus homólogos ecuatoriano, Rafael Correa, salvadoreño, Mauricio Funes, y paraguayo, Fernando Lugo.

Este encuentro confirmó el apoyo internacional con el que cuenta Zelaya, depuesto el 28 de junio por los militares que luego devolvieron el poder a los civiles.

Cuando su avión, procedente de Washington, trató el ayer de aterrizar en Tegucigalpa, los soldados obstruyeron la pista del aeropuerto tras haber disparados contra los partidarios de Zelaya que trataban de forzar los cordones de seguridad, dejando dos muertos y numerosos heridos.

Exhortación de Zelaya

En tanto, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, exhortó al ejército de su país a no disparar contra “sus hermanos”.

Zelaya lanzó la dramática apelación anoche en el aeropuerto de San Salvador, a donde se dirigió cuando las autoridades de facto de Honduras frustraron su intento de retornar a su país, en medio de la movilización de sus partidarios que fue duramente reprimida.

Zelaya parafraseó un discurso de marzo de 1980 del asesinado arzobispo salvadoreño Oscar Romero, cuando llamó a las Fuerzas Armadas de su país a no disparar contra los manifestantes que protestaban entonces en contra de la dictadura.

“No apunten sus fusiles, no maten a sus hermanos. Les suplico y les ordeno, en nombre de Dios, que cese la represión contra el pueblo hondureño”, dijo Zelaya con la voz entrecortada por la emoción, y en medio de aplausos.

La apelación obedecía a que al menos dos manifestantes fueron muertos a balazos, según dijo el presidente hondureño, que expresó su solidaridad con las familias.

Zelaya agradeció y destacó la presencia de sus colegas latinoamericanos que, dijo, “da esperanza porque nunca la fuerza podrá vencer la conciencia de los que quieren la paz”.

“Bien insustituible”

Cristina Fernández habló luego en nombre de esos mandatarios y de “millones de ciudadanos del mundo que decidieron que la democracia es un bien insustituible e irremplazable, que es garantía para la vigencia de los derechos humanos”.

La presidenta argentina resaltó esa presencia colectiva como parte del rescate “del multilateralismo regional y universal, como la garantía definitiva de que ninguna nación, ningún individuo pueda sentirse superior sobre el resto y decidir en nombre de todos”.

“Reaccionar contra lo que está sucediendo en Honduras no es defender al presidente Zelaya. Es defendernos a todos y cada uno de nosotros”, dijo la mandataria.

“Estoy aquí en nombre además de mis hijos y de los hijos de mis hijos, y de los hijos de ustedes, porque es la única garantía de que podamos vivir realmente en un mundo más seguro y que cuando toquen una puerta a las 6 de la mañana solamente pueda ser el lechero y no alguien que viene a arrastrarnos”, dijo la presidenta.

Cristina, que a esa altura de su alocución lucía emocionada, aludió así a la forma en que Zelaya fue capturado por militares el 28 de junio en su casa mientras dormía, y expulsado en pijamas a la vecina Costa Rica.

“Por esas razones es que hoy estoy aquí y voy a estar en todos y cada uno de los lugares en el mundo que sea necesario para garantizar la democracia y la vigencia de los derechos humanos”, dijo entre aplausos.

/// análisis

Zelaya acrecienta su imagen

Por Ana Fernández - AFP

El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, no logró su objetivo de llegar a Tegucigalpa el domingo pero la imagen de las nuevas autoridades hondureñas se ha empañado aún más a ojos de la comunidad internacional con las dos personas muertas en una manifestación.

En un escenario digno de una película de acción, el ejército hondureño, que desoyó las órdenes que Zelaya le había dado anteriormente, bloqueó la pista del aeropuerto de Toncontin con camiones para impedir el aterrizaje del avión Falcon, con matrícula venezolana, en el que viajaba el mandatario, una semana después de haber sido depuesto y expulsado por un golpe de Estado.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, también presente en San Salvador, aseguró que está dispuesto a proseguir “todas las gestiones diplomáticas que correspondan para obtener el objetivo” que no es otro que “cumplir con las normas que todos los países han adoptado”.

El presidente de facto designado por el Congreso hondureño, Roberto Micheletti, había abierto por la mañana una pequeña grieta en su coraza al proponer a la OEA entablar un diálogo “de buena fe” para tratar de buscar una salida a la crisis que amenaza con convertir a Honduras en un Estado paria.

En los últimos días llegó incluso a aceptar la posibilidad de adelantar las elecciones del 29 de noviembre para romper un poco el hielo de su intransigencia.

Micheletti acusó ayer a Nicaragua de mover tropas hacia la frontera, lo que Ortega negó en rotundo.

En tanto, la calle ha dado un vuelco este fin de semana. En contra de lo que ocurrió en los primeros días, los seguidores de Zelaya, mejor organizados y llegados de lejos, han hecho oír su voz.

Más de 30.000 personas lo esperaban ayer alrededor del aeropuerto. De ellos, dos murieron por balas del ejército, según el comisario de policía Mario Mendoza, aunque la Cruz Roja habla sólo de un muerto y una decena de heridos.

“Estoy aquí porque no estamos dispuestos a que se rompa el orden constitucional, lo que ha habido es un golpe de Estado que hicieron los militares con los oligarcas sólo que, por primera vez, (los grupos de poder) no tienen un mandadero como presidente”, dijo el abogado Carlos Narváez.

“Haremos resistencia hasta que llegue” el presidente, “el único en la historia que nos ha escuchado”, prometió por su parte Gerardo Mejía, uno de los líderes sociales.

La ONU llama a la restauración del orden constitucional en Honduras

El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, contó con el respaldo del secretario general de OEA, José Miguel Insulza; el presidente de la Asamblea de la ONU, el nicaragüense Miguel D’Escoto, la presidenta argentina Cristina Kirchner, y sus homólogos ecuatoriano, Rafael Correa, salvadoreño, Mauricio Funes, y paraguayo, Fernando Lugo, en su intento de regresar a su país.

Foto: AGENCIA AFP